Dancing queen

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Las salidas nocturnas, que realmente eran las únicas que nos podíamos permitir, se volvieron diarias y cada vez más divertidas.
Podíamos hacerlo todo, entrar a dónde quisiéramos, tomar hasta marearnos sin tener una sola consecuencia, subir a las mejores terrazas con la mejor de las vistas, manipular a quién sea para conseguir lo que tuviéramos ganas de tener.
Las calles se convirtieron en nuestras, alli, debajo de las sombras, atrás de las esquinas, mirando desde arriba.

Muy contra lo que yo podía pensar al respecto, alimentarnos de la sangre humana era muy divertido, además de necesario, cada vez que un miligramo de sangre ingresaba en mi organismo yo me sentía genial.

Francisco se convirtió en mi compañero, lo hacíamos todo juntos.
lo cierto es que me gustaba, y yo a él, la atracción que sentíamos el uno por el otro era innegable y no desperdiciabamos tiempo en estar juntos.

●●●

Aquélla noche en particular volvíamos caminando de la mano.
Lo notaba algo nervioso, paranoico, mirando hacía atrás cada cierto tiempo, como asustado.
yo lo ignoraba, seguia fascinado por la noche, como cada noche, la estaba pasando bien y no tenía ninguna intención en preguntar que pasaba,pero él respondió a eso por si mismo.

-alguien nos sigue-dijo, tenía los ojos alerta

-no creo, debe ser alguien que camina por ahí-le dije. en realidad estaba por amanecer y no había gente en las calles, estábamos cerca de casa.

Ambos miramos y no vimos a nadie, pero él, seguro de su propio instinto, me tomó de la mano y me empujó contra el hall de una clínica cerrada,escondiendonos allí.

En un sepulcral silencio aguardamos y logramos escuchar unos pasos miedosos doblando la esquina.
Francisco saltó sobre el dueño de esos pasos y lo acorralo contra la pared.

-¡espera! ¡no me hagas nada! ¡tengo de mi lado a Dios!-gritó el tipo

en ese momento me acerqué a ellos.
el chico, muy muy joven, lo apuntaba con un crucifijo.

-ay, que mal le hicieron las películas a ustedes, es increíble-le dijo Francisco que lo sostenía del cuello de la remera.

Con el moviemento de la oscuridad hacía el alumbrado público pude verle la cara y supe, con cierto miedo,que lo conocía.

-¿Blas?

-¡profe!-gritó él. Francisco nos miró a los dos y aflojo el agarre.

-ay no, ahora es personal-le dijo sonriendo, reluciendo los colmillos,inclinandose a su cuello

-espera-le dije tomandolo del hombro-¿que haces acá y a esta hora, Blas?

Blas era mi alumno en la materia que yo daba en uno de los colegios.
era un pibe joven, no pasaba los diecisiete años e incluso parecía más chico.
era un buen alumno,el mejor de la clase, así que verlo en la calle a esas horas me parecía extraño.

-es que yo sé...¡sé lo que son!-gritó mientras subía el crucifijo nuevamente

-si, para nada que te haya mostrado los colmillos ayudó...bueno es una pena-dijo Francisco volviendo a inclinarse sobre su cuello

-¡Francisco, no! es un alumno mio

-¿y?

-y es menor...

-...¿y? nos descubrió

-¿y quién le va a creer?-pregunté poniendome en medio de los dos, separandolos-es solo un chico

-de dos metros,me sorprende que no sea de los nuestros

-Blas, es muy tarde, anda a casa-le pedí, los enormes ojos de Blas estaban en pánico

Tomé la mano de Fran y encaminamos a casa dejando a mi alumno detrás nuestro

-sos aburrido, Estebi

-no vamos a cagarle la vida a un nene...

-¡esperen! ¡muerdanme!-gritó él detrás nuestro

-listo-dijo Francisco volviendo atrás

-¡no!-le frené yo-no vas a convertirlo, tiene diecisiete años

-y los tendrá para siempre, el verdadero Dancing queen

-no,basta-le dije empujandolo-anda a tu casa-le dije entonces a Blas

-no tengo casa

-¿eh?

-mis papás no...no están

-bueno, ya volverán

-profe-me llamó-hace días que mis papás se fueron y me dejaron solo, no tengo a dónde ir.

Me quedé mirándolo. sabía que la família de Blas era disfuncional y problemática, pero no podía creer que lo hayan abandonado de esa forma, dejandolo en la calle.

-querido, yo no...no puedo hacer nada

-¡dejeme ir con su novio y usted, profe! ¡me voy a portar bien!

-ay lo amo, adoptemoslo-dijo Francisco que pese a haberse calmado, aún podían notarse sus colmillos hambrientos.

●●●

Con toda la casa absolutamente tapeada por el sol, Blas nos costó que era una especie de "fan" de los vampiros.
Cuando yo empecé a demostrar síntomas que él por algún motivo supo identificar, empezó a investigar; mi ausencia sin motivo aparente lo había llevado a encontrar mi dirección en el registro de la escuela.
desde ese dia y gracias a haberse quedado sin un hogar pasaba las noches siguiendonos a Francisco y a mí.

-entonces ¿no brillan con el sol?-preguntó mientras comía una de las milanesas que le preparé, parecía que no comía hacía semanas y probablemente asi era

-no, querido, si me meto bajo el sol quedo más quemado que esa milanesa que te hizo Esteban-le dijo Fran mirandolo

Estuvieron horas hablando sobre lo que era ser un vampiro y cuando finalmente Blas se durmió en el sillón, Fran y yo fuimos a nuestro cuarto.

-no podemos dejarlo en la calle, y no se puede quedar acá

-¿porque no?

-Francisco, no podemos hacernos cargo de un adolescente, no podemos adoptarlo

-pues yo creo que fue él quién nos adopto a nosotros-dijo él y con las manos cruzadas en el pecho, se quedó dormido.

Vampi: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨Where stories live. Discover now