Inefable🖤#2 [Mattheo Riddle]

Capítulo 11

TN POV

Tan cerca pero a la vez tan lejos.

Era como querer tocar algo que estuviera a pocos centímetros de mí pero que fuese transparente como un fantasma y no me dejara llegar a alcanzarlo. Se sentía así.

-Quiero pero no puedo.. -confesé con la voz quebrada.

Ya no podía ocultarlo más.

-¿Qué es lo que te retiene, princesa? -acariciaba mis mejillas como si fuese un cristal. Sus ojos clavados en los míos y nuestros rostros tan cerca lo único que hacía era hacerme desearlo más y volver a besarlo pero estaba mal.

-Tom.

-¿Lo amas? -ya no podía mentirle.

-No. -la sonrisa de Mattheo relucía en su rostro, brillaba como lo que más. -Te amo a ti y nunca dejé de hacerlo. -admití. No podía aguantar más.

-Pues deja a Tom y vuelve conmigo. Recuperemos el tiempo perdido. -insistía y cuanto más lo hacía más ganas tenía pero solo era el pensar en que Tom podría hacer algo y.. No quería ni pensarlo. ¿En qué momento me había vuelto tan vulnerable? Necesitaba apoyo y lo busqué en él.

-Si dejo a Tom, él intentará suicidarse y.. -Mattheo me soltó con sus manos y lo eché de menos al instante.

-¿Eso te dijo? -parecía molesto y yo asentí. -Escúchame TN, no lo va a hacer. Tom es un manipulador pero no haría eso.

-Ya lo intentó la otra noche, Mattheo. Y yo no quiero que por mi culpa le pase nada.. -confesé al fin y sentí un alivio en mí impresionante. Mattheo resopló y se pasó la mano por el rostro frustrado y angustiado. -Lo siento tanto.. -sollocé.

-Hey, no. Tú no tienes la culpa. Ven aquí. -tiró de mi mano para estrecharme contra su pecho y comencé a llorar, a desahogar todo lo que tenía guardado en mí que nunca pude expresar.

-Sí que la tengo. Nunca debí salir con alguien a quien no correspondí. Siempre te amé a ti. -Mattheo se separó del abrazo para mirarme.

-Pues si de verdad me amas, déjalo y vuelve conmigo. Que haga lo que quiera. Tú no tienes la culpa. Ya es hora de que te permitas ser feliz, ¿no crees? -sonaba muy bien pero no era nada fácil.

-Necesito tiempo. -él asintió muy nervioso.

-El que necesites.

-Necesito tiempo para ir hablando poco a poco con él. ¿Vale? -volvió a asentir.

-No dejes que vuelva a hacerte sentir culpable de nada, princesa. -besó mi frente y eso me reconfortó aún más.

-Tengo que irme. Hablamos luego, ¿si? -ahora dejó un beso en la punta de mi nariz.

-Búscame para lo que sea, ¿vale? -yo asentí y me dirigí hacia la puerta para salir de la habitación.

-Mattheo. -me giré para hablarle pero Mattheo ya me estaba mirando. -Pase lo que pase las estrellas nunca dejaran de brillar bonito. -hablé con un nudo en la garganta.

-Jamás dejaron de brillar, princesa. -admitió él con los ojos cristalizados y con una triste sonrisa salí de allí.

Me sentía mal pero mucho mejor al sentirme reconfortada por haberlo soltado todo. Ahora todo parecía más fácil aunque aún quedaba lo más difícil. Hablar con Tom. No sabía como decírselo para que no le afectara tanto pero si tenía algo claro era que no podía pensar en los demás antes que en mí. Debía permitirme ser feliz tal y como Mattheo me hizo ver.

Cuando salí de la habitación de Mattheo y cerré la puerta tras de mí, mis ojos se clavaron en los de Tom. No era una buena forma de empezar. Saliendo de la habitación de su hermano, la persona a la que amo y que él sabía perfectamente.