¡𝐿𝑜𝓈 𝓂𝑒𝒿𝑜𝓇𝑒𝓈 𝓈𝓊𝓅𝑒𝓇𝓋𝒾𝓋𝒾𝑒𝓃𝓉𝑒𝓈 𝒸𝑜𝓃𝓉𝓇𝒶 𝓏𝑜𝓂𝒷𝒾𝓈!

𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 8: 𝑴á𝒔 𝒓á𝒑𝒊𝒅𝒐

Nagi estaba acostumbrado al frío.

Estaba acostumbrado a estar solo, solo él y Choki en el apartamento en el que vivía. Ir por la vida en piloto automático día tras día.

Levántate, ve a la escuela, regresa a casa, juega y duerme. Era fácil, sobre todo porque sus padres salían constantemente.

Hasta que el frío fue barrido por un sol brillante. Reo.

Después de todas las molestias, los dos se volvieron inseparables, sin atreverse nunca a separarse el uno del otro.

Entonces, ¿qué cambió?

Nagi no estaba muy seguro, pero el primer zombi que se encontró dentro de las instalaciones de Blue Lock removió algo en su pecho, apretando su corazón como si anhelara algo que aún no podía dar.

Cuando se enteró de que Isagi y Kunigami habían matado a los zombis, esa tensión se hizo más fuerte, instándolo a ir y unirse a Isagi para fortalecerse.

¿Fuerte? ¿Para qué? Este lugar era aburrido, no había nada que pudiera hacer excepto jugar en su teléfono y hablar con Reo.

Reo...

"... ¡Seamos los mejores supervivientes zombis de todos los tiempos, Nagi!" Recordó que Reo le dijo que mientras descansaba en su habitación, la suave risa de Reo después de escuchar su respuesta sobre que era una molestia.

Ese era su nuevo objetivo, sobrevivir con Reo, se lo prometió después de todo. Prometidos estar al lado de Reo a través de todo Blue Lock, incluso si el apocalipsis ha cambiado un poco sus circunstancias.

El día que Reo fue mordido, se sintió impotente por no haber podido detener al zombi antes, y aún más indefenso cuando no pudo hacer nada mientras ese estúpido rey Barou lo arrastraba al aislamiento.

Si no pudo ayudar a Reo entonces, ¿cómo podría hacerlo en el futuro? ¿Cómo podrían convertirse en los mejores?

En ese momento, se encendió un fuego en él.

Una oleada de determinación para convertirse en uno de los mejores supervivientes, para proteger a Reo. Es por eso que se unió a Isagi. Pensó que si Isagi podía sobrevivir contra un ataque zombie, entonces era fuerte. Es mejor que él.

Sin embargo, fracasó por tercera vez, perdió. Nagi se quedó inútilmente de pie en la puerta de una sala de entrenamiento, mirando la sangre que empapaba el suelo y se arrastraba hasta los músculos desgarrados y la carne de la pierna de Reo.

Necesitaba hacerse más fuerte. Nagi lo necesitaba. Tiene que hacerlo.

Fue solo un día después de que Reo entrara en coma que se descubrió otro zombi. Uno de los cuerpos que habían puesto en el campo de entrenamiento del tercer piso en el ala del Equipo W había encontrado una salida, acechando lentamente por el pasillo.

A Nagi le habían dado una pata de silla que lograron romper con un taco atado a un lado como una maza o un martillo de mierda. Se paró en el extremo opuesto del pasillo, lejos del zombi, sosteniendo una silla en la otra mano como escudo.

Todos los demás habían estado demasiado conmocionados para lidiar con el zombi, Kunigami casi tuvo un ataque de ansiedad en toda regla después de que intentaron preguntarle.

Isagi y Bachira estaban a ambos lados de él con sus propias armas, Isagi sosteniendo una barra sin pesas y Bachira sosteniendo la pata de una silla con un cuchillo de carne atado al extremo.

"Tres contra uno, asegurémonos de que no queden más amenazas". Isagi dijo con confianza, aunque el agarre de la barra temblaba por el miedo. Bachira todavía tenía su habitual sonrisa emocionada en su rostro, "¡Vamos!"