BlackPink y Tú (Vol. 2)

Te quiero, enana

Estaba acostada en mi lado de la cama.
Sin embargo, no lograba sentirme cómoda.
Decidí rodar en la cama hasta llegar al lado de Jennie...

Ella estaba durmiendo en la habitación al final del pasillo.
Al principio fue buena idea estar separadas.
Ambas estábamos frustradas y, en lugar de ser normales y conversar, decidimos azotar las puertas de las habitaciones, guardando las palabras. 

Porque, aunque hemos tenido días agotadores y llevamos un buen tiempo en medio de una pelea, hay cosas malas que nunca le diríamos a la otra...

Por mi cabeza se cruzó la idea de ir a la habitación y meterme entre sus brazos.
Lo estuve pensando tanto, que perdí la cuenta de cuántas veces quise hacerlo.
Pero no sabía si aún quería espacio, yo quería darle su momento para respirar.

No quería empeorar las cosas...

Así que traté de ignorar el sentimiento abrazando a su almohada.
Las palabras pasaban una y otra vez por mi mente.
Comenzaba a sentirme cansada pero la ausencia de Jennie y su calor junto a mi, me tenía más que despierta. 

Tiré la almohada a la cama y suspiré rendida.
Pensé en asomarme un poco a ver si esetaba dormida, o si tal vez estaba en el jardín observando las estrellas--

Unos suaves toques en la puerta interrumpieron mis pensamientos.
Era más que obvio que sería Jennie. 
¿Quién más sería a las 3:00 am?

Un momento de silencio.
Ni un movimiento.
Casi como si ambas estuviéramos atentas a lo que la otra pudiera hacer.

Unos largos minutos pasaron hasta que me levanté.
Caminé hacia la puerta y tan pronto la abrí, estaba lista para pedirle disculpas, pero fui abrazada con fuerza. 

Su respiración chocaba con mi cuello, sus brazos me sostenían con fuerza...

—Lo siento —Dijimos al tiempo y ambas reímos abrazando más fuerte a la otra. 

—Odio cuando peleamos —Confesé. 

—Igual yo —Sostuvo mi rostro. —Pero siempre encontramos la forma de arreglar todo, ¿no es así? —Me dio un par de besos.

—Así es~ —Rodeé su cuello, disfrutando sus besos. 

—Vamos, la cama está muy fría sin ti y lo único que quiero es estar entre tus brazos toda la noche 

—Ya era hora de--

—No así~ —Reí. —Luego haremos eso

—Bien~ —Se acostó y me tiró del brazo para caer sobre ella. —Duerme bien, T/n —Me abrazó. —Te quiero, enana... 

Con un tierno beso en mi cabeza, se acomodó lista para dormir.
Yo sonreí y me recosté en su pecho.
Ahora si me sentía completa.

—Contigo aquí, lo haré —Me incliné a besar su mejilla y me acomodé de nuevo. —También te quiero, Jennie, más de lo que crees...