💛[Un Amanecer Eterno]💛

[Decir la noticia y la verdad]

Sin más motivo, subió a su departamento y se quedó dormido en su sofá, sin olvidar quitarse los zapatos.

Cuando cruzó el portal hacia la Ensoñación, se dio cuenta de que estaba justo en la entrada del salón del trono. No estaba solo, debido a que Lucienne, Mervyn y Matthew se encontraban justo al lado de la puerta.

Apenas fue recibido, los tres se mostraron inusualmente cordiales con él (algo muy raro en Mervyn y Matthew, pero no en Lucienne). La elfina dijo que podía pasar, tratando de no interrumpirlo debido a la visita de su hermana Muerte. Hob entendió y, sin olvidar agradecerle, entró al salón del trono.

Vio a Sueño en una conversación con la Muerte, por lo que con cuidado subió las escaleras. Cuando llegó, notó a ambos hermanos abrazados. Y, si la vista no le fallaba, Sueño lucía un poco triste.

Amablemente los interrumpió, recibiendo un saludo tímido de su novio y una extraña despedida de su cuñada. Mas sorprendido había quedado cuando ella le hizo tomar la mano de su novio y salir con (no estaba del todo seguro) una sonrisa que significaba "muestra de apoyo".

Ahora estaba en la habitación de su novio, impaciente por lo que le mostrará. Lo cual no tardará mucho, porque Morfeo había regresado con una caja rara de regalo en sus manos. Se hubiese emocionado si no fuera por algo preocupante en la presente situación: Morfeo lo miraba con ojos que indicaban que estaba a punto de llorar, y no de alegría.

— ¿Estás bien, amor? —preguntó nervioso.

Morfeo respira profundamente y mira a Hob con seriedad, preocupándolo más.

—Es necesario hablar de esto, porque después de lo que ocurrió entre nosotros nuestra relación no será la misma. Por lo que no quiero que olvides una cosa: Te amo. —habló el rey de los Sueños, con la caja temblando en sus manos. —Antes de que te entregue esto, quiero que me respondas algo. —Hob lo mira dudando, sin apartar los ojos de él. Sueño ya estaba comenzando a lagrimear. — ¿Tú recuerdas todo lo que pasó esa noche, cuando entré a tu sueño?

— ¿A qué viene esa pregunta, Sueño? Me estás asustando. —dijo Hob, casi frunciendo el ceño.

—Por favor, Hob, te lo ruego. —el Eterno, ya con sus ojos y labios temblorosos, continua con su pregunta. — ¿Recuerdas todo lo que pasó esa noche? —Hob asintió, sin hablar. — ¿Cada momento? —Gadling asintió frenéticamente, más desesperado que antes.

—Sí lo recuerdo todo, incluso el momento en que me pediste que despertara de mi sueño para ver que estabas encima de mí. —confiesa un poco avergonzado, pero mayormente nervioso. —Amor, no te entiendo, ¿qué está pasando?

Morfeo, ya con lágrimas gruesas cayendo por sus mejillas, se acerca a su inmortal y le entrega la caja en sus manos. Hob, colocando la caja en su regazo, mira a su pareja esta vez con un poco de tristeza. Tenía unas enormes ganas de abrazarlo y consolarlo, pero la mirada triste y abrumada de Sueño le indicaba que primero debería abrir la caja, para que pueda entender de que está hablando.

Finalmente, nota la caja en su regazo que, para sorpresa de él, parecía como un regalo de San Valentín, donde podían obsequiarle chocolates o dulces. Sin esperar más, Gadling quita la tapa de la caja, para poder ver el contenido.

La reacción de Hob deja en trance a Sueño por un momento, hasta que Hob saca una prueba del interior de la caja. Tenía los ojos completamente abiertos, llenos de asombro y emoción tras enterarse de lo que le estaba diciendo. Vio el resto del contenido, todas las pruebas decían la misma respuesta de la buena noticia que, al parecer, estaba recibiendo: Iba a ser padre, y del hijo del amor de su larga vida.

Con la noticia alegrándole, levantó la mirada para ver a su novio Eterno y darle las gracias por la noticia que había recibido. Lo hubiera hecho si no hubiera prestado atención a su rostro triste, con ojos rojos y más lágrimas cayendo.

— ¿Sueño, hay algo más? —pregunto Hob, nuevamente asustado.

Sueño, limpiando las lágrimas que nublan su vista, volvió a mirar a Hob. Tocando su vientre, muy tembloroso.

—Cuando tuvimos relaciones, Hob, no estaba consciente. —dijo, con la mirada hacia abajo, dejando a Hob en shock. —En esa caja estaban los chocolates que contenían un tipo de droga, las que provocaron mi comportamiento de esa noche que no estaba en mi control. Apareció en mi trono y pensé que eran un regalo de mi hermana Muerte, pero...

La voz de Morfeo se empieza a quebrar, haciendo que Hob se levante de la cama (tirando la caja con los test de embarazo en el proceso) y rápidamente lo abrace, juntando su frente con la de él para apaciguarlo.

—Caí en cuenta de que fui víctima de una maldita broma de mi hermano Deseo. —soltó al final, ya quebrándose a llorar. —¡Perdóname, Hob, perdóname! No era mi intención que pasara.

El abrazo fue más fuerte, hasta aquel punto que colocó la cabeza de Sueño en su cuello. Susurraba palabras amorosas para tranquilizar su llanto, y poder analizar lo que le había dicho.

Tenía en claro una cosa, que lo hacía enojar: Deseo de los Eternos pagará por esto.