Capítulo 18

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El timbre sonó y abrió la puerta sin ni siquiera mirar quien era, lo sabía de sobra.

- Hola, hyung. Pasa. - le dijo al chico que esperaba en el rellano. Jin le sonrió, lleno de preocupación, y entró en su casa.

- ¿Cómo estás? - le preguntó, deshaciéndose de la chaqueta. Yoongi se encogió de hombros, estaba en pijamas y con su bata negra, una imagen que no se veía a menudo, pues el pelinegro odiaba estar en casa con el pijama puesto.

- Me duele la cabeza. Me duele todo. - le respondió, arrastrando los pies hasta llegar al sofá sobre el que se dejó caer. El mayor lo siguió y se sentó a su lado.

- Cuéntame bien que ha pasado.

- Anoche salí con Key y sus amigos, iba a ser algo tranquilo, pero a uno de ellos se le antojó llevarnos a un sitio. - comenzó a explicarle. - No nos dijo que sitio era, pero bueno... era el pub donde trabaja Jungkook. - Evidentemente, Kook estaba allí trabajando y... Jimin también.

- Ya... - era más que obvio que el mayor no sabía ni qué decir.

- Todo iba bien, eh, Jimin actuó y yo estaba con Key y sus amigos. Pero salió y me vio, y se acercó a saludarme.

- Y tú no habías hablado aún con Jungkook. - el pelinegro asintió y se tapó la cara con ambas manos.

- Si le hubieras visto la cara cuando le dije que era el profesor nuevo... - Jin suspiró y cerró los ojos por un instante.

- ¿Has hablado con él? - Yoongi negó con la cabeza. - Tienes que hacerlo, Yoon, no puedes seguir alargando esto. Te estás haciendo daño y se lo estás haciendo a él. - el psicólogo se incorporó y cogió su móvil de la mesita sin pensarlo dos veces. Buscó el número de Jungkook y marcó.

- No lo coge... 

- ¿Y si subimos a su casa? - Yoongi suspiró, asintió y acarició la cabeza de Holly antes de dirigirse a la puerta.

- Gracias por acompañarme, hyung.

Cogió las llaves de casa y, sin ni siquiera cambiarse de ropa, subió las escaleras con Jin siguiéndolo. Necesitaba hablar con Jungkook y arreglar las cosas cuanto antes. 

En apenas un par de minutos llegaron a su piso, tocaron al timbre y esperaron... pero nadie abría.

- O no está, o me está viendo y no quiere abrir. - dijo el pelinegro en voz baja. Jin se acercó a la puerta y puso la oreja pegada a ella.

- No se oye nada.

- Quizás está con Jimin... - fue a sacar su teléfono del bolsillo de la bata, pero se dio cuenta de que no lo había cogido, así que tiró del jersey de su amigo, que seguía intentando oír algo. - Vamos, voy a llamar a Jimin a ver si puedo contactar con él.

Bajaron de nuevo las escaleras y entraron en casa del psicólogo. Holly, sin levantarse de su cama, los miraba confundido sin entender por qué estaban dando tantas vueltas.

Yoongi se acercó a la mesa, cogió su teléfono y marcó el número del castaño.

- ¿Hyung? - preguntó una adormilada voz al otro lado de la línea.

- Hola, Jimin, perdona que te moleste.

- No te preocupes, ¿pasa algo? - era evidente que lo había despertado.

- ¿Está Jungkook contigo? - el silencio se adueñó de la conversación por unos segundos.

- No...

- ¿Seguro? Es importante, Jimin. - insistió a pesar del daño que le hacía pensar en ello.

Agridulce [Yoonmin]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora