—Los amo a los dos, por igual, incondicionalmente y eso no cambiará nunca ¿estamos todos de acuerdo?

—Si.

—Si, aunque un poco no pero sí.

—Noah, cariño. Tu respuesta es más confusa que coherente pero la acepto —el menor dejó de estar tan enfadado—. Ahora si ustedes miran por su ventana, estamos llegando.

—¡Woah! —bajé el vidrio viendo la cantidad impresionante de árboles que nos rodeaba—. Es muy lindo.

—Esos pinos se parecen a los que hay en navidad —nos comentó.

—¿Navidad? ¿Colocan eso? —preguntamos extrañamente sorprendidos.

—Si mis niños —nos prestó atención y nos explicó—. Colocan arbolitos y los decoran en familia. Hay regalos, una cena navideña para compartir con quienes amamos.

—Yo pensé que solo eran personas reunidas, nada más.

—Correcto Dylan, pero se le da un significado más especial dependiendo la creencia que tenga cada persona. En todo el mundo se celebra al igual que año nuevo.

—Ah, ¿y tú también?

—Lo hacía con mi madre, pero no en la casa que ustedes conocieron, si no en otro estado. En la familiar —despertó nuestra curiosidad—. Es muchísimo más grande, la que estuvimos los tres era temporal debido a que la otra estaba en construcción.

—¿Algún día podremos ir a esa familiar?

—Por supuesto que sí, hijo —me contestó papá—. Estoy seguro de que a final de mes cuando su abuela vuelva, tendrá cuadros de ustedes por todos lados.

—Qué vergüenza —susurré y Noah quedo rojito.

—Nada de vergüenzas aquí, chiquitos. Ella los ama con el corazón al igual como lo hago yo. Además, su tía Samantha se fue a vivir cerca y lo más probable es que cuando volvamos a viajar a USA la encontremos por allá. Sus primos estarán encantados de verlos.

—Que divertido esto de tener familia —dije para mis adentros.

—¡Mira, mira! —Noah me sacó de mis pensamientos—. ¡Allí hay un lago!

—¿Eso es...?

—¡Una feria de motocicletas!

Aquello hizo que una adrenalina subiera por mi cuerpo. Definitivamente quiero pasar allí y montarme en una. Debe ser épico y divertido ¿no? Tal vez hasta podría dar unas vueltas, en futuro comprarme una.

Damián

Lo más maravilloso de este día fue sentir que tenía una parte en el corazón de Dylan, llamarme papá fue un momento que no olvidaré nunca, tal y como Noah me llamó alguna vez. Soy inmensamente feliz con estos dos chicos, a pesar de los malos ratos o peleas que tienen porque son unos adolescentes medios rebeldes, los amo, con mi vida.

Notar que tu misión es cuidar de dos personas las cuales te necesitan se siente una gran responsabilidad sin embargo al ver lo que consiste formar una familia y tener hijos, es un sentimiento indescriptible el cual no lo cambiaría por nada en este mundo.

Llegamos al parque, fue un viaje largo pero divertido, a fin de cuentas. Ambos estaban muy inquietos por conocer todo, cada detalle del lugar.

—¡Mira, mira! Allí hay un lago...

—¿Eso es...?

—¡Una feria de motocicletas! ¡Joder que genial! —miré en dirección a las supuestas motos y casi se me sale el corazón. Maldición, no planeo darles permiso para que se rompan una pierna.

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