Venus; hija de Afrodita..y extrañamente reclamada por Poseidon..
Venus Odair era una joven de espíritu libre y corazón valiente, nacida y criada en el Campamento Mestizo. Desde pequeña, había demostrado una determinación inquebrantable y una curiosi...
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— Bien, basta. — escuché la voz de Grover, que me sacó de mis pensamientos. Desvié la mirada de Venus, mientras ella se reía y ocupaba el asiento que antes era de Annabeth.
— Grover... — lo llamé, mi atención aún en Venus. El murmuró un "¿mande?" indicando que me escuchaba. Entonces le pedí:
— Háblame de algo. — Volteé hacia él con una sonrisa.
— ¿De qué? — preguntó.
— No sé, lo que sea. -dije, encogiéndome de hombros.
— Pues... ¿quieres saber algo de los monstruos? — propuso Grover, apoyándose en la ventana. — Los monstruos no pueden ser evitados por completo, son más comunes de lo que crees. El truco es verlos primero, antes de que te vean a ti... Y si es más probable que noten a un semidiós más poderoso, un hijo de los tres grandes; Zeus, Poseidón y Hades, corren un peligro mucho mayor. No es tu poder precisamente lo que los atrae, es más complicado que eso... — hizo una pausa.
— Huelen el miedo. — comenté.
— No son abejas. — intervino una voz femenina detrás de mí, con un tono burlón: Venus.
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VENUS ODAIR
— No son abejas. — comenté, poniéndome de pie y acercándome al rubio, quien me miró confundido ante mi sonrisa.
— Exacto. — asintió Grover. — Lo que un monstruo percibe depende de cada uno...
Grover continuó hablando, pero yo me volví hacia la entrada del autobús. Sentía un ambiente extraño y tenso y mi collar había comenzado a brillar levemente, recordándome a la noche en la que lo ignoré y todo salió mal. Ahora, en el autobús, algo también estaba mal, muy mal. Divisé a Annabeth entre la multitud, pero se detuvo repentinamente. Definitivamente, algo estaba por suceder.
