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Chiara tenia razón y el pase salió muy bien. Claro que teniamos de mejorar algunos aspectos, pero para la gala estaría perfecto y así nos lo hacian saber los profesores.

Me moría de ganar de poder hablar con la chica de mis sueños pero al terminar el pase de micros yo tenía clase y luego cuando yo tenía libre la clase la tenía ella. Al llegar la hora de la cena pensé en que sería el momento donde podría pasar un ratito con ella, pero olvidé que las mesas ya estaban distribuidas y ninguno estada dispuesto a cambiar su sitio. Cuando terminé de cenar me fui a la terraza a esperar a que ella acabará, me tape con una manta pues empezaba a refrescar, ya empezaba a notar como mis ojos no aguantaban abiertos por el cansancio y cuando creí rendirme al sueño la puerta se abrió.
-puedes hablar?
No fue la chica morena, a la que esperaba con ansias su llegada, el que entro fue Paul llevaba la cara desencajada y parecia que en algun momento o otro pudiera llegar a tener un ataque de ansiedad.
-claro, que te pasa?- le hice una seña para que se sentará a mi lado del sofá y lo tapé con la misma manta que usaba yo-.
-perdón.- dijo Chiara al entrar y ver la cara de Paul-.
-te importaría dejarnos, Kiki. Luego te busco lo prometo.- Chiara asintió y se fue dejándonos solos-.
-no me digas que te he estropeado...
-callate- le pusé la mano en la boca para que no siguiera hablando mirando la cámara-. Y ahora cuantame en que te puedo ayudar.

Me di cuenta de lo tarde que era porque las luces de la academia llevaban mucho rato apagadas y ya no se escuchaba ruido de los compañeros.
-estas mejor?- le pregunté despues de estar un buen rato en silencio abrazados-.
-sí, gracias
-creo que es mejor que vayamos a dormir, debe de ser muy tarde.
- ya no hay nadie por aquí- se percató-.
-vamos!- me levanté le di un beso en la cabeza y ayude a levantarse-.

Cuando entre en la habitación me pareció ver un bulto en mí cama, me acerqué con cuidado pues lo único que pasó por mi mente era que fuera una broma de alguien.
-que haces aquí?
-te esperaba para hablar.
-es muy tarde, Kiki
-tú tienes sueño?-si,claro que tengo sueño, me muero de sueño, pero mi cerebro no completo esa frase-.
-no.
-sssshhhh-se escucho de fondo-.
-ven, vamos fuera.- me dijo tirando de mí-.

Nos acomodamos en el gran sofá azul, y nos tapamos con una manta de cuadros que estaba por allí encima.
-quiero saber la historia. Porque Itzel?
-es un poco larga..
-no me importa
-hace un par de años, conocí a una señora mayor. Ella era mexicana y estaba enferma. Los médicos le dijeron que no podian hacer nada por su vida y que no sabian si moriria en unos dias, unos meses o en un año.
-jooo-me miró con pena-. No esperaba una historia triste.
-su sueño era poder volver a su país y morir allí para ser enterrada junto a los suyos. La poca familia que le quedaba vivia estaba en México y no tenian dinero para costear el viaje. Yo siempre habia querido cantar, pero mi vergüenza era superior por lo que solo lo hacia en mi casa y cuando estaba a solas. Yo siempre que podia la visitaba, me hacía daño verla sola, me propuse ayudarla y conseguir el dinero para que pudiera regresas a su hogar. Asi que un dia cogí mi guitarra y me plate en la boca del metro mas céntrico, por primera vez me puse a cantar delante de gente.
-y conseguiste el dinero?
-sí, y se pudo reunir con su hermano. Por desgracia un mes después murió.
-ella te puso el nombre?
-si, però yo no lo supe, hasta que me llamo su hermano para informarme de su muerte. El me contó que me llamaban entre ellos Itzel. Me contó que es un nombre maya que significa lucero del atardecer, es gracioso porque nos conocimos una tarde y según ella le di la luz que perdió años antes.
No me di cuenta que lloraba hasta que noté su dedo pasando por mi mejilla secándome las lágrimas.
-es muy bonito, TN.
Se acercó más a mí y me abrazó. Aquí termino nuestra conversación, nos observamos en silencio abrazadas en medio de la oscuridad de la academia.

-Itzel, Chiara!! Chicas. Venga despertad-abrí los ojos sin saber donde estaba-. Creo que es mejor que vayáis a la habitación ahora mismo, si no quereis que os pille el directo.
-joder!
-mierda, shit!
-perdón!-dijimos a la vez a Carla-.
-teneis cinco miutos para llegar a la habitación.- y se marcho hacia la recepción riéndose de nosotras-.
-buenos dias- le dije a Chiara regalándole una sonrisa-.
-Buenos días- se acercó y me beso en la comisura de los labios, dejándome otra vez en shock-. Vamos.
Corrimos como nunca entrando en la habitación meandonos de la risa.
-shhh, que siguen durmiendo- le susurré-.
-me voy a mi cama- me guiño un ojo y volvió a besarme, otra vez en la comisura de mi labio-.
No podía ser un error, no puedes apuntar tan mal para fallar dos veces seguidas, pero y si sí, si fue un accidente. Me estire en mi cama y pasé mis brazos cruzados por encima de mí cara, intentando asimilar lo que había pasado esa noche.

Las duchas son el confesionario de la academia. Un lugar donde poder hablar libremente, sin ser escuchados ni mucho menos grabados.
-se puede saber que te pasa?- Ruslana me atrapo en la ducha-. Llevas todo el dia con una sonrisa, que empiezas a dar un poco de asco-.
-vaya, gracias! No puedes sólo alégrate de que tu amiga este feliz?
-claro que me alegro, tonta! Es por Chiara?
-como lo sabes?
-porque la otra está con la misma cara de idiota que tú.
-ayer nos quedamos dormidas en el sofá y al despertar estabamos abrazadas, dios...no sabes lo guapa que esta recien despertada-.
-te recuerdo que os he visto a las dos recien levantadas- decía riéndose-.
-pero no sabes lo mejor...
-te beso?!
-no grites, loca!! Me dio dos besos en la comisura de los labios.- Le dije emocionada-.
-puajjjj jajajajaja -la mire mal por su reacción-. Perdón, es que os veía a las dos un poco más lanzadas!
-no todas somos como tú, que en nada me invitas a tu boda con Omar.
-ufff, que golpe mas bajo. Me permites un consejo?
-siempre
-besala cuanto antes. Está claro que las dos lo deseáis.

La semana fue pasando, y puede que Ruslana tenga razón y yo sea más tonta de lo que creía. En mi vida me he sentido así, cuando alguien me gustaba me lanzaba de cabeza, pero con ella era todo distinto, tanto que después de dos semanas seguíamos igual.

No se de donde saqué las fuerzas, me plante delante de Chiara, estire mi brazo para que ella agarrada mi mano y la saqué del sofá donde estaban los demas llevandola en la terraza. Nos sentamos en el suelo para intentar quitar la visión de los compañeros  y nos cubrí con una manta.
-que haces?- me pregunto nerviosa al notar mi mano en su cintura-.
-sshhh, callate un momento.-segui con mi mano en su cintura hasta que pude apagar su micro, rapidamente apagué el mio y nos cubrí del todo con la manta.-
-tenemos muy poco tiempo hasta que vengan a regañarnos. Pero ya no aguanto más- dije mirando su boca-. Porfavor parame-Le suplique-. No dejes que me lancé si no hay agua.
-dices que no tenemos tiempo!-sus labios impactaron contra los míos con fuerza-.
-segura?-le pregunté antes de besarla en condiciones-.
La verdad es que fue un beso un poco incómodo intentando mantener la manta encima y que no se notara lo que hacíamos era complicado.
-Itzel, Chiara, revisad los micros.- escuchamos por megafonia-.
-mierda-me separé-. Creo que hasta aquí!
-al menos no nos han regañado.-Me dió un pico rápido y volvió a conectar su micro-.
Se levantó y se fue directa hacia los lavabos. Yo me quedé allí sentada, inmóvil y con una gran sonrisa en mi boca.
-Itzel, tenemos clase en nada. -me dijo Cris  mi compañero de esa semana-. Ayyy, amiga! Corre al lavabo a retocar ese maquillaje.- se agacho para darme un beso en la mejilla-. Por cierto, felicidades!- me dijo guiñandome un ojo-. Te espero en clase de Vic, no tardes.

A través del cristal de la puerta ví a Noemí esperando a que terminara mi clase con cara de enfado. Sabía de sobras que ahora me caeria la bronca, pero me da igual, pase lo que pase, es el mejor dia de mi vida y nada podrá cambiarlo.
Noemí abrió la puerta de golpe así que vió que la clase terminó.
-tu conmigo!-me dijo enfadada-.
-suerte!-me dijo Cris-.
-como tengo de decir que no podéis parar los micros?! No se si sabes que es un programa de TV y firmaste un contrato donde pone que las horas del directo irás siempre con el micrófono encendido.
-lo siento de verdad, no volvera a pasar
-es que si tenéis de decir algo que no quereis que se sepa haceis como todos y esperáis a la noche...
-lo siento de verdad, es que... joder-dije al darme cuenta que no le podía hablar con libertad-.
-bueno- me abrazó-. Me creo que no volverá a pasar. Estas feliz?-me susurro, apretandome con más fuerza para tapar el audio, a lo que yo asentí-. Me alegro.
-Noe, no le digas nada a Chiara. Ella no tiene culpa, yo cerré su micro.
-ayyy, cariño!




 A 4 Manos (chiara y tú)Where stories live. Discover now