opuesto completario - matias soulé

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como bien habia dicho mi representante, los rumores y los periodistas en las puertas tanto de mi casa como de mis seres queridos comenzaron a desaparecer poco a poco, todo lo que había dicho más la salida del móvil fueron tendencia algunos días hasta que eventualmente algo mayor sucedió y aquello fue desapareciendo del ojo mediatico, algo que me dejaba muy aliviada.

ahora tan solo quedaba enfocarme en mi música y en las personas que me rodeaban y me hacian feliz, me aportaban cosas buenas a mi vida. por eso mismo me encontraba en la casa de matias, algo que últimamente hacía mucho, como si el vínculo de amistad volviera a resurgir.

aunque sabía perfectamente que ya no podía existir una simple amistad entre nosotros, no cuando nuestros cuerpos se conocían a la perfección y mi corazón latía segundo a segundo tan solo por él.

matias se encontraba cocinando, como era de costumbre cuando viviamos juntos, mientras yo elegía la música que iba a colocar en la fila.

— ¿me vas a contar que te pasa mati? — pregunté dejando mi celular al lado del parlante, comenzó a sonar "summertime sadness" de lana del rey en un tono bajo que no pudiera interrumpir la conversación

a matias lo había comenzado a notar raro hacía ya un par de dias, no había querido ser insistente y preguntar pero me preocupaba lo suficiente, algo le estaba pasando.

— no se de qué hablas dali, estoy bien yo — me respondió sin girarse, continuaba cortando una de las tantas verduras que iba a usar en el plato

— ¿y por qué no me miras a la cara? — pregunté yendo otra vez para su lado, desde lo que pasó matias habías ido incapaz de volver a mentirme, sabía que si lo intentaba no iba a poder mirarme a los ojos, tal cual como estaba haciendo ahora

matias soltó un suspiro y se dio vuelta, estabamos bastante cerca pero no me importaba, lo que menos sentía ahora era una necesidad de besarlo, tan solo quería que él se sintiera bien. se tomó un momento para mirarme directamente y luego colocó una media sonrisa en su rostro.

— supongo que es algo bueno, me voy a ir cedido al frosinone, necesito minutos si en algún momento quiero ser titular en la juventus o en algun club importante, allá me prometen eso — mi corazón se encogió ante sus palabras, de solo pensar que ibamos a estar más lejos de lo que ya estábamos me dolía todo el pecho pero comprendía que era lo que necesitaba, era momento de que comenzara a apostar por su carrera

— son buenas noticias mati, vas a ir allá y la vas a romper, el técnico de la juve no va a saber siqueira porqué te dejo ir — respondí brindandole un abrazo, el cual al instante fue correspondido, sentir sus brazos alrededor mio me generaba demasiados sentimientos, no quería volver a alejarme jamas

— no me quiero volver a alejar de vos — me dijo en el oido, quise llorar sabiendo que iba a suceder, que ahora con mi tour próximo era inevitable

— nos vamos a hablar siempre mati, creo que por más que querramos esto que tenemos entre nosotros jamas se va a romper, yo siempre voy a estar para vos como se que siempre vas a estar para mi

nos separamos del abrazo e inevitablemente quedamos más cerca que antes, mis ojos se dirigieron a sus labios, sintiendo ahora si una necesidad increible por querer besarlos, mi gargante se secó en el instante que volvi a sentir después de un tiempo sus manos en mi cintura, mi piel se erizó al instante y él sonrió al notarlo, siempre iba a tener aquel efecto en mi.

— ¿qué estamos haciendo mati? — pregunté en un susurro dejándome llevar por completo por la tentación, no era tan fuerte cuando lo tenia delante de mi tan cerca

— lo que queremos hace mucho tiempo, dejame demostrarte que cambie, dame una última oportunidad dali — respondió juntando nuestras frentes, si aceptaba debía volver a confiar por completo en él y arriesgarme a que me vuelva a lastimar

pero lo amaba con todo mi corazón y estaba dispuesta a superar la distancia, a superar todo obstaculo que se nos pusiera delante. en mi historia y en mi vida siempre fuimos él y yo.

— la comida mati

— me chupa un huevo la comida ahora dali, te quiero a vos y solo a vos

se giró para apagar el horno, siempre con una mano aún en mi cintura, como si no quisiera que me escapara. yo tampoco buscaba hacerlo.

cuando volvio a fijar sus ojos en mi no pude resistirme a la tentación, pegue nuestros cuerpos y me permiti volver a sentir sus labios. dentro de mi exploto una bomba de emociones que hacia tiempo tenía cuenta regresiva.

— ni se te ocurra volver a lastimarme porque te mato

— antes de lastimarte me mato yo dali