demasiado jóvenes para saberlo todo, para conocer el mundo, aunque ellos creían todo lo contrario.
se amaron, claro que lo hicieron, a veces en tiempos descoordinados, otras en sincronía.
a pesar de las peleas, mal entendidos, conflictos, siempre...
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no estaban las visitas disponibles para antes del primer partido de la selección argentina, justamente el inaugural debido a que eramos sede, por lo que me conformé con hablar por videollamada con alejo cada vez que podíamos, básicamente cuando él tenía el tiempo y no estaba rodeado de sus compañeros, y me la pasé ignorando mensajes de matias, quien a este punto podría haber bloqueado pero no me atrevia a cerrar por completo esa puerta.
la inauguración fue una locura, era la primera vez que presenciaba un acto de esta magnitud debido a que no jamás viajaba para ver a la selección en campeonatos, a mi familia nunca le gustaron esa clase de eventos deportivos.
aquello funcionó para distraer mi cabeza de lo que realmente me preocupaba, alejo y matias iban a compartir equipo. aunque si bien el nueve del seleccionado argentino me aseguró que todo estaba bien entre ambos algo me hacía no creerle, no podían estar a la perfección cuando ambos eran amigos desde antes que yo estuviera metida en el medio.
— deja de mover la pierna tan rapido nena, vas a ver que van a ganar, imposible que no lo hagan — dijo victoria a mi lado posicionando una mano sobre mi hombro, ojalá esa fuera realmente mi preocupación pero no, confiaba plenamente en que ellos iban a ganar
— no me preocupa eso, estoy segura de que van a ganar, solo que no me convence que los dos esten jugando juntos. no le creo a alejo, no está todo bien entre ellos — respondí pasando la mirada desde matias hacia alejo una y otra vez, el seleccionado argentino estaba a la espera del comienzo del partido contra uzbekistán
— no penses en eso ahora, aparte de que si alejo te dijo que todo estaba bien debe ser así. ellos ya son profesionales dali, tienen que aprender a lidiar con estas cosas
suspiré dandole una mirada dudosa para luego asentir, si tenía que aferrarme a una idea debía ser a esa. no podía permitir que me arruinaran esta experiencia.
aunque prácticamente yo me la estaba arruinando.
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el partido comenzó con normalidad demostrando la enorme superioridad argentina, sin dudas siempre estabamos destinados a la grandeza y esto no iba a ser la excepción. menos en el partido inaugural del mundial.
aunque por un momento se me paralizó el corazón, luego de que por un error argentino uzbekistán pasara al frente en el marcador. desde mi lugar se podían ver varias caras de decepción por los jugadores pero por suerte se repusieron rápido, logrando que exactamente cinco minutos después alejo convirtiera el gol del empate.
mi corazón se paralizó luego de gritarlo al ver como frente a una cámara él hacía la inicial de mi nombre, inconcientemente mi mirada se posó en matias, a quien se le borró al instante la sonrisa que traía debido al gol del empate.
