17

1.3K 143 32
                                    

por mi álbum debut estaba haciendo algunos conciertos por italia, no viajando mucho pero si a lugares donde manifestaban que querían que tocara, no queríamos arriesgar mucho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



por mi álbum debut estaba haciendo algunos conciertos por italia, no viajando mucho pero si a lugares donde manifestaban que querían que tocara, no queríamos arriesgar mucho. aunque mucha gente del exterior pedía que vaya.

me dolía argentina, si había un país donde más deseaba tocar era ahí. había recibido algunos mensajes de personas, tanto de la industrial musical como fans, que decían que estaría buenisimo que vaya pero por más que lo deseara no todo era tan fácil. recién comenzaba mi carrera, para tener una gira mundial probablemente iba a tener que esperar hasta, por lo menos, el segundo álbum.

el cual estaba ya comenzando a escribirse de forma inconciente, todo lo que plasmaba en mi cuaderno me gustaba, me hacía sentir orgullosa de mi misma. matias generaba que quisiera dedicarle todas las canciones de amor que pudiera escribir.

hablando de él, últimamente estábamos muy poco tiempo juntos. con sus entrenemientos y mis pequeños conciertos alrededor del mundo los tiempos eran muy ajustados, sin embargo intentabamos estar en cada paso importante del otro, como lo eran sus partidos o mis conciertos.

juntos a pesar de todo.

justamente me encontraba armando un pequeño bolso para poder viajar hacía milan a realizar un show cuando matias ingresó a mi habitación, que de por si no la utilizaba demasiado debido a que me pasaba todo el tiempo en la suya.

sus brazos se colocaron alrededor de mi cintura, sentir su cercanía me puso la piel de gallina. días a día me sorprendía demasiado todo lo que me generaba.

— no te escuché llegar — dije dejando la ropa sobre la cama y girando levemente mi cabeza para poder observarlo, una sonrisa adornaba su rostro

— nunca escuchas cuando estas concentrada en algo — dijo para luego inclinarse para poder besarme, sonreí sobre sus labios al notar que me conocía a la perfección

— ¿hoy estas en casa? — pregunté aún entre sus brazos, su sonrisa pareció temblar, como si de un segundo a otro desapareciera para luego volver a aparecer

— me junto a cenar en la casa de lean, quiere intentar integrarme más en el grupo con ángel y no puedo decirles que no

en ese momento me sentí feliz al saber que lo estaban integrando cada vez más en el primer equipo, más que nada porque aquellos compañeros eran argentinos tan importantes en el mundo del fútbol.

— obvio que no, anda y pasala lindo, después me contas todo que seguro hablan de muchas cosas importantes — dije rodeando su cuello con mis brazos mientras que sus manos acariciaron un poco mi cintura

gestos pequeños como aquel me hacían sentir muchas cosas. todo en él me movilizaba por completo.

— ¿vos cuándo te vas?

— mañana por la mañana salgo para el aeropuerto

— prometo venir temprano entonces así dormimos juntos

sonreí otra vez para volver a besarlo, estaba completamente enamorada y no podía ocultarlo.
















-














la música adornaba el departamento mientras me preparaba unas pastas para poder cenar. disfrutaba mucho momentos como aquel en donde la soledad ya no era una sombra que me perseguía constantemente.

pase muchos años sintiendo que nadie podía quererme para que por fin pudiera encontrar a alguien que me amaba y me daba la estabilidad que siempre busque.

luego de cenar tranquila y ducharme para comenzar al día siguiente de una mejor forma me dirigí hacia la habitación de matias para agarrar una remera suya, que planeaba usar tanto esa noche como en mi corta estadía en milan.

al abrir su armario vi un par de remeras mal dobladas, era un poco un desastre él por lo que largue una pequeña risa para agarrar alguna que haya usado últimamente para que tenga su perfume. aunque al revolver me lleve un disgusto que no me esperaba para nada, mi sonrisa al instante se cayó.

una camisa blanca un poco arrugada, que pude distinguir que fue la que usó hace poco cuando salió con los chicos del club, se encontraba en una de las esquinas del armario, de lejos se veían marcas que en un principio quise ignorar pero era inevitable. aquellas marcas en el cuello eran de labial rojo, que si bien yo usaba nunca había dejado eso en su camisa.

sentí como si todo se me derrumbara pedazo a pedazo. autoestima, seguridad, felicidad e incluso el amor que le tenía. mis ojos se llenaron de lagrimas y lo único que pude hacer fue sentarme en la cama con la camisa en mis manos preguntándome qué había hecho mal para que me hiciera eso, para que estuviera con otra persona.

entendía que no estábamos oficialmente juntos pero me dijo tantas cosas hermosas que realmente creí que podíamos apuntar a formalizar, yo lo amaba con todo mi corazón y como dije miles de veces, no quería perderlo.

en ese momento caí que lo estaba haciendo y no podía hacer nada al respecto.

opuesto completario - matias souléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora