demasiado jóvenes para saberlo todo, para conocer el mundo, aunque ellos creían todo lo contrario.
se amaron, claro que lo hicieron, a veces en tiempos descoordinados, otras en sincronía.
a pesar de las peleas, mal entendidos, conflictos, siempre...
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el tiempo pasaba pero a ninguno de los dos parecia importarle, nos sentamos en la cama manteniendo una distancia prudente y charlamos de todo el mundial, de todo lo que él estuvo sintiendo. se sentía bien volver a sentir ese tipo de conexión con matias, había extrañado demasiado hablar con él.
no sabía donde estaba victoria pero desde que matias apareció por la puerta ella desaparecio, supongo que luego iba a tener que hablar con ella porque estaba segura de que el jugador de la juventus había conseguido el número de habitación por ella.
— dejemos de hablar de mi y de mis sentimientos ¿vos cómo estás? ¿muchas canciones nuevas? — me preguntó y me sentí como si estuvieramos en la casa donde viviamos en una de las tantas noches donde tan solo nos sentabamos y hablabamos de nosotros
atesoraba cada una de esas noches en el fondo de mi corazón.
— bien, seguro en una semana o dos sale un nuevo álbum, estamos trabajando en los últimos detalles pero no queda nada para terminarlo — respondi sintiendome comoda en la conversación, me gustaba hablar de mi música y sabía que a él le encantaba escucharme
— estas con toda me encanta
— ahora que entre en este mundo quiero hacer todo lo posible por mantenerlo, si tengo que sacar miles de canciones para que no se olviden de mi lo voy a hacer
— es imposible olvidarse de vos dalita, seguro la gente te escuchó cantar por primera vez y quedaron enamorados tanto de tu voz como de vos, te lo digo por experiencia
no pude evitar soltar una leve risa, siempre me había dicho que de lo primero que se enamoró fue mi de voz, me parecía algo demasiado tierno.
— igual no creo que te gusten estas canciones, las letras dicen varias cosas — dije sincerándome, básicamente exponiendo que las nuevas canciones eran sobre él, como para no serlo cuando me rompió el corazón en miles de pedazos
el dicho estaba, jamas salgas con una cantante y le rompas el corazón.
— na, estoy seguro de que me van a encantar. me merezco la mierda que me hayas tirado así que no me voy a quejar, aparte es imposible que no me guste alguna de tus canciones
mi corazón se enterneció con esas palabras.
— primero espera a escucharlas, ya veo que sale el álbum y me dejas de hablar
— no voy a cometer el mismo error dos veces, no me voy a volver a alejar de vos
muy dentro mio, en el fondo, sabía que me estaba ganando otra vez. a mi se me era imposible negar lo que sentía por él, a veces me odiaba por eso.
mi celular vibro a mi lado indicandome que me habían enviado un mensaje, justamente se trataba de vic, quien me preguntaba si ya podia volver a la habitación. me sorprendí al mirar la hora, habíamos pasado un largo rato charlando que el tiempo se nos pasó volando y mis ganas de dormir se habían esfumado
— son las cuatro de la mañana boludo, se hizo re tarde — dije observando el celular para contestarle a victoria que venga, no quería que este sola por la calle a estas horas de la madrugada
los ojos de matias se abrieron de golpe al escuchar mis palabras, al instante tomó su celular para verificarlo y pude ver como escribía algo, probablemente estaba contestando algún mensaje como yo.
— mejor me voy yendo antes de que alguien de verdad se de cuenta de que me fui y se me venga una grande — dijo parandose de la cama, no quería que se vaya pero tampoco lo podía expresar — supongo que te voy a ver en italia
— en unas semanas seguro, me voy a quedar acá hasta que termine el mundial, extrañaba mucho estar y no me quiero ir tan rápido — respondí parandome a su lado, la tensión entre ambos volvio a aparecer
dios lo que haría por un beso suyo en estos momentos.
— me alegro por vos entonces, se lo mucho que extrañabas argentina, te voy a estar esperando allá en italia — dijo y mi corazón dio un salto, se inclinó levemente para dejar un beso en mi cachete y caminó hacia la puerta de la habitación
otra vez sola entre cuatro paredes mientras sentía que me moría de amor por matias pero no podía hacer nada al respecto, debía pasar un tiempo prudente hasta que pudiera volver a perdonarlo. no me sentía del todo lista.
y tampoco me podía olvidar de la presencial de alejo en mi vida, no me podía permitir lastimarlo.
