CRISTAL DE CIERVO

【Amante Enemigo】 Capitulo 5

Un asistente personal, no un sirviente. Los plebeyos podían convertirse en sirvientes, pero un asistente era un funcionario del clan, el subordinado de confianza del joven heredero; solo tenían que dedicarse al cultivo y realizar sus tareas con seriedad, y luego, no sería difícil obtener un título.

El Señor Zhao no se atrevió a tener ninguna opinión. "Es una buena suerte para Lin Xin haber llamado la atención del Shizi."

Cuando Lin Xin escuchó esto, su corazón realmente se tenso. Actualmente, era un niño al que le faltaba la fuerza para incluso amarrar un pollo y Shen Lou ni siquiera había medido su aptitud; ¿Cómo podría permitirle precipitadamente convertirse en asistente? ¿Podría ser que Shen Lou ya sabía que era hijo de Lin Zhenghan?

Lin Xin bajó la cabeza y reflexionó, y por el rabillo del ojo vislumbró el patrón de pinos con hilos plateados bordados en las anchas mangas negras de Shen Lou. Luego recordó el lema familiar del clan Shen "Pararse como un pino en una montaña cubierta de nieve", y de repente suspiró. Según el carácter moral de Shen Lou y su padre, incluso si supieran que era el hijo de Lin Zhenghan, no le harían nada. ¿No lo entregarían al Emperador, verdad?

Los expertos de Huanxinghai patrullaban frente a patio y hacia atrás de la montaña del clan Zhao de una vez, y no se detectó ninguna águila devoradora de hun. El Señor Zhao no tenía forma de hacer que se quedaran por más tiempo, y después de que el joven maestro mayor fue enterrado al día siguiente, expresó su eterna gratitud mientras enviaba al grupo Shen a su camino. Y Lin Xin, que vestía ropa de luto, fue llevado por el guardia Huang al carruaje del joven heredero.

Lin Xin se apoyó en la ventana del carruaje y se sintió un poco ansioso al ver que la residencia Zhao se alejaba gradualmente en la distancia. Una vez que entrara en Huanxinghai, sería difícil salir; ¿Su maestro podría encontrarlo?

Ese año, su maestro usó a los subordinados de su padre como base para buscarlo y los revisó uno por uno; ahora que había dejado a la familia Zhao, si Lin Xin no buscaba a su maestro por su propia cuenta, sería difícil encontrarlo.

"¿No puedes soportar separarte?" Shen Lou apartó los ojos del libro que sostenía, apoyó el brazo en la rodilla y miró con calma a Lin Xin.

"No", Lin Xin bajó la cortina y sacudió ligeramente la cabeza.

"Entonces, ¿Por qué te ves tan infeliz?" Shen Lou originalmente no era una persona habladora, pero al ver a este Lin Xin lindo y animado ante él, no pudo evitar querer hablar un poco. Las preguntas que hiciera serían respondidas; no importaba lo que dijera, todo podía hacerlo sentir feliz.

"Shizi, perdóname." Lin Xin aparentemente estaba asustado por él, y se arrodilló rígidamente sobre el suave cojín, agarrándose impotente del dobladillo inferior de su ropa. "Esto, me temo ..."

A Shen Lou le dolía el corazón al escuchar esta voz suave, pegajosa y dulce que tenía un temblor incómodo; se reprendió a sí mismo por asustar a un niño e hizo señas para que Lin Xin viniera. "No tengas miedo. Ven, te enseñaré a leer."

El carruaje tenía incrustaciones de cristal de ciervo y, con las ruedas apenas tocando el suelo, era lo suficientemente estable como para poder leer. Lin Xin se movió al lado de Shen Lou, donde había algunos libros; había un volumen, Si Hai Zhu[1] que en realidad tenía un mapa de Dayong, así como las condiciones y costumbres locales de cada región.

"Nuestro país se llama Dayong y está dividido en las regiones norte, sur, oeste y este, así como en las llanuras centrales del interior; Huanxinghai y el clan Zhao se encuentran en la región norte." Shen Lou hizo todo lo posible por hablar sobre las cosas en las que un niño pequeño estaría interesado, para atraer la atención de Lin Xin.