|| Capítulo 15 ||

Start from the beginning
                                    

Ya no hacían tantos comentarios homofóbicos, pero desde que leí la carta de mi hermana, entendí que simplemente tenía que vivir y aunque eso era algo difícil para mí, la rubia me estaba ayudando con eso.

Luego de bañarnos, nos secamos, para luego vestirnos e irnos del área de natación. Nos encontramos a Mayik en el camino y nos dirigimos a la cafetería, para almorzar algo. Klex se había quedado con sus compañeros de física, ya que tenían un trabajo en grupo.

—Iré a comprar dos hamburguesas, ¿tú quieres? —le preguntó al pelinegro.

—No, gracias, prefiero estar en forma.

—Diría lo mismo, sabiendo que tenemos una competencia, pero son hamburguesas, no las puedo rechazar —dije con orgullo.

Sheila se alejó lentamente y se dirigió hacia la cafetería a hacer la fila para los pedidos. Observé a mi amigue y noté que tenía una expresión seria, como si sus pensamientos estuvieran en otro mundo.

Él vestía una musculosa de color verde militar y unos jogigngs negros anchos, con unas zapatillas Nike blanco y negro. No sabía que le sucedía, pero debía ser algo grave, porque noté sus músculos tensos.

—Te he notado serio, ¿Qué sucede?

—No quiero hablar del tema.

—Pero al parecer lo necesitas, tienes mala cara.

Suspiró, cuando entendió que más tarde o temprano me enteraría.

—Mis padres se enteraron que Klex es mi novio.

—¿Qué te dijeron? —bajó la mirada y se encogió de hombros.

—No quiero decirlo...

—Entiendo, ¿y ahora qué harás?

—Bueno, estoy viviendo con mi novio hasta conseguir un trabajo y luego tener un pequeño departamento con una habitación —hizo una pausa—. Aunque es un plan a largo plazo, claro.

En ese momento, se me ocurrió una brillante idea.

—¿Por qué no vives en mi casa?

—¿Qué?

—Bueno, mi casa está libre, no pienso volver y está desocupada. Podrías quedarte por el tiempo que necesites, solo no podrías tocar las cosas que aún están para venderse y si quieres algo te lo doy —hice una pausa—. Creo que solo faltaría revisar unas cosas del placard y tendrías casi toda la casa para ti solo, ¿Qué dices? —sus ojos brillaban, aunque su angustia quería gobernar en su corazón.

—Yo... No sé qué decir... ¿Estás segura?

—Claro, tú necesitas un techo sin sentirte incómodo y podrás juntar el dinero necesario y podrás irte cuando quieras.

—¿En serio harías eso por mí? —preguntó sorprendido.

—Claro, eres mi amigue y si puedo hacer algo que esté a mi alcance para ayudarte, mejor así.

Sus ojos estaban cristalizados. Estaba segura de que le había quitado un gran peso de encima. No era nada fácil salir del closet en esta sociedad, la mayoría no te acepta, pero siempre estarán aquellos que aunque no tengan nada, buscarán la manera de ayudarte, sin importar qué.

No podía arreglar lo mierda que fui en el pasado con mi nueva familia, pero al menos podía ayudarlos de ahora en adelante.

Sé que Emily estaría feliz sabiendo que de a poco, estoy tratando de vivir la vida, de que estoy tratando de enfrentar la situación de nuestros padres, de un amor tóxico del pasado y de mis inseguridades al confiar en los demás.

EL PRECIO DE LA LIBERTAD [LGTB]Where stories live. Discover now