EPÍLOGO

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—Creo que voy a echarme a llorar —⁠anunció Jungkook.

—Pues será mejor que no lo hagas en público —⁠lo amonestó Jimin— Perjudicaría a todos los Park y la gente empezaría a pensar que somos unos blandengues. Podrían imaginar que tenemos corazón.

Alice estaba llorando, si bien sorbió por la nariz mientras le colocaba el bonete blanco ribeteado de piel con sumo cuidado sobre el elegante peinado y anudaba las cintas blancas con un gran lazo a un lado de su barbilla.

—Piel blanca sobre terciopelo blanco —⁠dijo Jin— ¡Y un manguito! Empiezo a creer que tal vez debería haberme casado en invierno en vez de en verano.

Aunque sonreía y no lo decía en serio.

Y estaba, cómo no, despampanante ataviado con un vestido verde oscuro y una pelliza a juego que le sentaba de maravilla a su lustrosa melena pelirroja.

Los faldones del vestido, que tal y como dictaba la moda era de corte imperio, caían sin restricciones desde la cintura para disimular la delicada curva de su abdomen.

Jungkook llevaba un vestido de terciopelo rosa oscuro y era difícil que alguien superara su belleza.

—Bueno, pues yo desde luego que voy a llorar —⁠declaró Tae— y en público. La gente puede decir lo que le venga en gana sobre los esposos de los Park.
—⁠El vestido azul claro que lucía resaltaba su delicada hermosura.

Alice terminó por fin con sus arreglos y se apartó con un sollozo.

Jimin se levantó y se giró para mirarse en el espejo emplazado en un rincón de su vestidor.

¡Válgame Dios!, pensó, ¿ese soy yo?

Vestido de la cabeza a los pies con terciopelo blanco y piel del mismo color, parecía casi hermoso.

Cuando le sugirieron el blanco para su traje de novio, refunfuñó.

Lord Park Jimin no era una persona dada al blanco.

Habría preferido un color más brillante.

—¿Lo ves? —dijo la tía Rochester con su habitual voz estridente que no admitía protestas. Esa vieja cascarrabias a la que tenía por tía y por cuyas venas corría genuina sangre Park— ¿No tenía razón cuando insistí en el blanco, Jimin?

No había insistido exactamente.

Los Park no se insistían entre sí sobre nada, ya que todos tenían voluntades de hierro y eran tercos como mulas.

Aunque sí había hecho prevalecer su opinión con bastante contundencia, y era famosa por su impecable gusto a la hora de vestir.

Y Jimin deseaba con todas sus fuerzas estar lo más bonito posible el día de su boda.

—Estuve en lo cierto al elegirlo, tía —⁠replicó.

—¡Vaya, Minnie! —exclamó Hoseok desde la puerta⁠— Estás para comerte. Pero menos mal que es casi Navidad y que casi ha acabado el año. Tres bodas Park en un solo año bastan para provocar una apoplejía, sobre todo para los que aún quedamos solteros. Voto porque el próximo sea Jungkook.

—Pero antes tenemos que dejarte disfrutar de tu día, Jimin —⁠dijo JHope, que llegó detrás de Hoseok— El traje es precioso. Aunque aún lo es más el brillo de tu mirada.

Después, ambos tuvieron que entrar en el vestidor para dejar paso a RM, que llevaba a su abuela del brazo.

Cuando se celebró su boda con Jin, en verano, todos la creyeron a las puertas de la muerte, si bien su mayor deseo era ver a su primer biznieto antes de morir.

леко скандално YoonMinWhere stories live. Discover now