XVI

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El pasillo, flanqueado por columnas, tenía una altura de dos pisos y estaba adornado con frisos y bustos de mármol dignos de ser admirados algún otro día.

La escalinata, de amplios y resplandecientes peldaños de roble y con pasamanos tallado, estaba en una estancia distinta.

El salón al que los llevó la marquesa de Min era una habitación grande, de planta cuadrada, elegante y clásica, que contaba con una chimenea de mármol profusamente tallada, paredes tapizadas con piezas de seda ribeteadas en dorado, un alto techo abovedado y adornado con murales inspirados en escenas de la mitología griega y un enorme mirador desde el que se disfrutaba de un impresionante panorama del valle que llegaba hasta el mar.

Jimin no se percató de la vista de inmediato, aunque supo en cuanto entró en la mansión que esta era muchísimo más opulenta de lo que había imaginado.

Con todo, era un lugar al que Yoongi no había deseado regresar jamás.

Lady Constance los esperaba en el salón.

Les sonrió con genuino cariño a Yoongi y a él.

La joven que la acompañaba, tan delgada que parecía escuálida, de cabello castaño, rostro ovalado y unos enormes ojos de mirada triste era la hermana pequeña, lady Chastity Moore.

El caballero corpulento y de incipiente calvicie, ataviado con una camisa de cuello tan alto y almidonado que se veía obligado a mover todo el cuerpo para mirar hacia los lados, resultó ser el reverendo Calvin Moore, primo segundo de Yoongi.

El heredero, supuso Jimin, cuya presencia se había requerido.

Fue Yoongi quien hizo las presentaciones, no su tía.

A decir verdad, se percató con interés, su actitud había cambiado por completo nada más pisar el salón.

Su presencia dominaba la estancia.

Se convirtió en el amo y señor de la mansión.

Los invitó a tomar asiento una vez concluyeron las presentaciones o, si lo preferían, a admirar el panorama desde el mirador.

Después le pidió a su tía que fuera tan amable de ordenar el té.

—Prudence —dijo esta, ocultando tras una dulce sonrisa la mirada ponzoñosa con la que observaba a su hija menor⁠— vuelve a la habitación infantil con la señorita Palmer ahora mismo.

—De eso nada —se opuso Yoongi, en su papel de marqués Min— Prue puede tomar el té con nosotros, tía.

La joven agitó las manos con entusiasmo y lady Chastity la aferró por una de ellas y se la llevó hasta un sofá bis a bis, en el que tomaron asiento.

—Por supuesto que sí —convino Tae, sentándose cerca de ellas y mirándolas con una enorme sonrisa⁠— Hemos venido para ver la casa de Yoongi y para conocer a los miembros de su familia que la habitan. Y Prue es uno de esos miembros.

—Un magnífico panorama, no cabe duda —⁠comentó Hoseok, que acababa de acercarse al mirador⁠— Supongo que la playa que hay a este lado del valle es privada, ¿no, Yoongi? ¿Forma parte de la propiedad? Te envidio.

—Pues yo sigo queriendo pintar el mar —⁠les informó Jungkook, de pie junto a Hoseok— Pero también quiero pintar el valle, la casa y el bosque de la colina. Es estupendo que vayas a ser mi cuñado, Yoongi. Tendré que venir a veros varias veces y en diferentes épocas del año antes de quedarme satisfecho con mis pinturas. ¡Ay, Jimin! Todo esto va a ser tuyo también.

—Supongo que este terreno es ideal para el ganado ovino, ¿estoy en lo cierto, Yoongi? —⁠quiso saber JHope— Las tierras de labor están en el valle, ¿no? Estoy deseando verlo todo contigo y charlar con tu administrador.

леко скандално YoonMinDove le storie prendono vita. Scoprilo ora