Eres mio... me perteneces.

ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝘝𝘐

Harry tenia su mirada fijamente en el rasgado tapiz que estaba en la pared, en el roble oscuro de los cajones y closets, en el reluciente espejo de la esquina, en el polvo amontonado bajo los muebles, y sin embargo, aun mantenía su atención en cada movimiento que hacia Theo, dándole una falsa privacidad que se rompería en cuanto hiciera algo sospechoso.

A veces le era pesado en el pecho ser el centinela precavido que no podía voltearse, que desconfiaba de cada crujido en algún tendón y que analizaba con ojo de Alcón cada articulación en movimiento, e incluso cada suspiro, cada respiración.

 Odiaba hacerlo, pero cuidarlo era más importante que todo lo demás.

Un error lo dañaría todo, eso lo sabia bien, un impulso, una oportunidad, un segundo era suficiente para el fin; cada esfuerzo y tiempo dedicado a mantenerlos a salvo, a crear ese seguro que los había cubierto, se esfumaría en cuanto alguien más lo notara, en cuanto lo descubrieran allí, donde no debería estar.

Ambos estarían bajo una lluvia de piedras y ceniza sin protección a la cual recurrir, sin nadie que los apoyara y con todo el mundo en su contra, sin refugio, a la intemperie y en medio de todo el caos, siendo ambos personajes tan importantes de la guerra a la cual no querían pertenecer; por eso debía evitarlo, eso era algo que, sobre sus sentimientos, importaba más.

Por eso mismo, en su estado de vigilancia constante, noto las palabras antes de que Theo pudiera pronunciarlas, vio como dudaba y apretaba el mentón, y sin embargo, le fueron igualmente inesperadas cuándo las escucho -¿Por que haces esto?- cuestiono una ves más, como si no lo comprendiera aun.

Harry se atraganto con el dolor, antes de bloquearlo y mirar las runas en la puerta, para saber cuanto tiempo tenia para responder, para explicarle otra vez, las veces que él quisiera o fuera necesarias -Ya lo he dicho, lo hago para cuidarte, se quien es tu padre, que tendrías que sufrir- Harry suspiro temblorosamente.

Se levanto, acercándose tímidamente para que él pudiera escucharlo, por que no encontraba fuerza en su voz y él necesitaba entender, recibir la respuesta de su dudosa pregunta -Lo hice por que me importas- susurro.

Gracias a al gran cercanía podía sentir la respiración de Theo, cálida y pesada, y su mirada profunda y fija, a pesar de las vendas que lo escondían -Yo solo quería ayudarte- confeso, antes de tomar valor y estirar la mano, acariciando su mejilla con apenas las yemas de los dedos, anhelando decirle cuan importante era para que no le temiera más.

-Protegerte, sanarte, ocultarte- continuo sin poder detenerse, sangrando palabras ahora que por fin podía expresarlas, todo mientras bebía cada detalle que podía obtener gracias a la gran cercanía que nunca se había atrevido a tener -Porque... porque eres mío, mi luz, él único que me miro de verdad- murmuro casi como un sonido del viento, prácticamente inaudible excepto para ellos dos.

Harry se aparto, regañándose por permitirse tanta honestidad, por ilusionar su corazón al tocar la piel del otro con gran delicadeza y no ser apartado, por hacerce daño y alejar a Theo de ese modo, suspiro, lleno de ira hacia si mismo, antes de levantarse y abrir el baúl.

-Las runas se están sobrecargando, levántate, así te ayudare a regresar- informo Harry sin poder mirarlo, esperando a que se estabilizara para guiarlo con gran cuidado para que no corriera el riesgo de tropezar.

Lo ayudo a acostarse, ofreciéndole una suave manta para pasar la noche, obligándose a no detener sus ojos en su rostro esculpido y terso que había tocado segundos atrás, temía notar el asco y el temor por lo que había dejado escapar de su boca, por su evidente posesión hacia él.

Espero a que él asintiera, en señal de que estaba listo, antes de cerrar la tapa de baúl, el "clic" del cerrojo sonando justo a tiempo, para que su presencia no fuera revelada al señor de la casa y todos los demás, solo era necesario un desliz para que todos lo notaran.