Tuya y mío #4 (completa)

Capítulo 52: Buscando pruebas

—Sí, Taylor. —afirmé.

Él lo pensó por un momento y respondió:

—No, señorita Queen.

—Pero eres de seguridad —dije—, todos deben saber acerca de todo.

—No siempre es así señorita Queen —explicó cruzando su mirada con la mía en el espejo retrovisor cuando estuvimos en un semáforo—, el señor Parker a veces tiene a su equipo principal de seguridad exclusivo, nosotros solo nos mantenemos a obedecer órdenes.

Él tenía razón, él que debía de saber todo entonces era Demetri, sin embargo desde la última vez del mal entendido donde me trató mal, algo se había roto entre nosotros a pesar de habernos disculpado, no había vuelto a ser igual...

Cuando llegamos a casa, entré dejando mi bolso en el mueble y fui a la cocina por algo de agua; tenía mucha sed, di un ligero traspié cuando vi que ahí esta Demetri cenando un sándwich.

—Buenos tardes. —dije.

—Buen tardes, señorita Queen. —dijo casi acabando de comerse el primer trozo de un solo mordisco.

Miré alrededor de la cocina; no había nadie, si Demetri estaba aquí quería decir que Hades estaba cerca.

—¿Y Hades? —pregunté mientras iba a la nevera a servirme un poco de agua, apenas tomé me alivié; estaba fría.

—Salió a correr.

Casi me ahogué, me limpié la boca con el reverso de la mano y lo miré.

—¿A correr? —repetí incrédula tosiendo un poco, él siguió comiendo de su sándwich.

—Sí.

No tenía sentido, Hades tenía un gym en la casa, y corría en la caminadora moderando la velocidad, salir a correr nunca lo había hecho tras el accidente.

—¿El doctor lo recomendó? —pregunté aun incrédula de que Hades se hubiera ido a correr.

—Sabe que el señor Parker a veces se califica como su propio doctor. —se limitó a decir Demetri.

Eso era muy cierto, Hades a veces podía ser muy terco por precisamente tener muchísimo conocimiento.

Dudé por un momento y rasqué la parte posterior de mi cuello.

—Demetri.

—¿Sí?

—¿Que ocurrió con Taylor? —lo miré para observar su reacción—, ¿encontraron los restos en la explosión?

Él masticó su sándwich con calma y evitó mi mirada mirando el pepinillo del pan como si fuera algo importante.

—No tengo información de las investigaciones. —se limitó a decir.

¿Me estaba ocultando algo?

Estreché los ojos.

—¿Y no has escuchado nada? —aclaré mi garganta— Demetri eres el guarda espalda de Hades, te la pasas todo el día con él, incluso más que yo, dímelo si sabes algo.

Él tomó de su café y me miró.

—Creo que es mejor que le pregunte usted al señor Parker —dijo—, hablen de sus problemas juntos y soluciónenlo.

En pocas palabras me estaba diciendo que dejara de buscar por terceros y le preguntara de frente, sentí mis mejillas cosquillear un poco de la vergüenza.

—Sabes que no me lo diría. —dije con algo de lástima.

Él no apartó la mirada de mí para decir: