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Y como casi siempre sucede el pelirrojo hace lo que se le antoja cuando quiere jugar con mi paciencia nos detuvimos a cenar, a regañadientes baje del auto y camine detrás de él hasta posicionarnos en una mesa un tanto apartada en una de las esquinas del restaurante, me senté y ni tomé la delicadeza de ver el menu, en el fondo si tenía hambre pero es que no quería dejarlo sentirse victorioso una vez más, solo pedí un vaso de agua y dejé que el pidiera lo que se le antojara.

¿Será que puedes cambiar esa cara de amargura aunque sea por unos segundos? -me vio directamente mientras se recostaba un poco al espaldar de su asiento.

¿Será que puedes dejar de existir aunque sea por unos segundos? -dibuje una pequeña sonrisa amarga en mis labios- Ya ves no todo lo que uno pide en esta vida se cumple... una lástima de verdad.

La verdad que cuando quieres eres insufrible -negó suspirando sabía que estaba cansado de mi actitud pero simplemente me daba igual en aquel momento.

Y tú eres un verdadero dolor en el culo- no analice que lo había dicho en voz alta hasta que vi como los ojos de él se abrieron un poco más y se irguió en su asiento, la había liado; me arrepentía de ello claro que si estaba poniendo en una cuerda floja de mi trabajo, me iba a disculpar claro que no, era lo que sentía y quizás con eso este hombre se agotaría de mi, me dejaría sola y se devolvería a Londres; era lo que pedía en mi mente a gritos- ... así que estamos a mano alteza -le guiñe el ojo mientras tomaba un sorbo de agua.

¿Por qué te amarga tanto que te esté llevando a casa? -colocó sus manos a cada lado de la mesa mientras veía como cerraba sus puños ligeramente, no me quedaba duda que estaba un poco molesto ya.

Porque detesto que me lleven la contraria, detesto verle la cara de suficiencia que tiene cada vez que hace algo que sabe muy bien que no apruebo solo por demostrar su punto de que usted hace y hará siempre lo que le plazca sin importar lo que los demás quieran; a veces se lo puedo llegar a aplaudir, pero la mayor parte del tiempo eso demuestra que es egoísta, está en una posición de poder en la cual le dan una amplia plaza para imponerse, para hacer y deshacer; pero no todo el mundo puede compartir o bajar la cabeza ante usted. Se lo dije antes de salir de mi apartamento, de camino al aeropuerto, en el palacio y hasta en el auto que no quería ni su compañía ni que buscara el cómo llevarme, al final pude aceptar que alguien de su equipo me llevara porque simplemente ya no quería lidiar con la situación, llegué al punto en el cual me agote y dejé ceder; pero simplemente veo que tan solo podemos estar bien que puedo decir tres horas al día y volvemos a la hostilidad porque usted me hace llegar a ese punto; y déjeme decirle que he hecho mi mayor esfuerzo por que las cosas puedan ser lo más llevaderas posibles, lo he hecho desde el principio; pero sus caprichos son difíciles de sobrellevar. Usted debe también ceder, entender cuando alguien dice "no"; si esto lo hace por la discusión que tuvimos antes de que llegaran los niños, fue un tema que solucionamos, eso es ámbito laborar, esto de estarme llevando a mi casa raya fuera de esa línea, si busca una amistad conmigo en primera es muy pronto, en segunda no es la mejor manera de hacerlo, en tercera dudo mucho que podamos entablarla y por último al menos yo no la estoy buscando y creo que para llegar a una amistad las dos partes deben quererlo, así que no quiera tampoco imponerlo; siento si sueno grosera, malagradecida y poco sensible pero por alguna razón esto es lo que usted consigue con sus actitudes, claro que no voy a culparlo completamente, porque en parte si lo acepto me siento predispuesta con usted, pero lo pregunto y yo conteste. Ahora lo voy a dejar aquí, va a cenar mientras yo voy al auto y lo espero para continuar el viaje, dejaremos esta conversación hasta aquí, no volveremos a tocar el tema, llegaremos a casa, descansará y luego temprano regresará con sus hijos a su casa; nos veremos nuevamente luego de navidades y seguiremos tratando de trabajar de la mejor manera si así usted lo desea, y sino es así sabré entender la razón -al culminar aquella frase me levanté de mi asiento- siento mi descarga verbal, buen provecho alteza -y me retire lo antes posible, no quería escucharlo responder a todo aquello porque no íbamos a llegar a nada bueno, y creo que o el lo entendió o se quedó analizando todo aquello porque no escuché nada salir de su boca cuando me dispuse a salir.

Si la situación había estado tensa en la mitad del viaje antes de esa parada; ahora la situación estaba elevada a su máxima potencia, cuando el regreso al carro como unos veinte minutos después, no emitió ni un solo comentario, solo me dejó sobre las piernas una caja de pizza individual la cual destapó como dado a entender que era para mí y dejo una botella de refresco en el posa vasos de mi lado; se acomodó el cinturón encendió el auto y en segundos volvimos a la carretera. Yo casi en susurro agradecí el gesto, la verdad no me imaginé que con lo que había pasado hiciera aquello; comí en silencio aunque sentía como un pequeño nudo en la garganta con lo que me costaba pasar cada bocado; en el fondo sabía que me había excedido con todo y me estaba sintiendo mal; pero así como el, también yo era orgullosa y me iba a arrepentir de aquello. Al poco tiempo el sueño me ganó y no supe de más de lo que pasó en el camino, normalmente siempre que estoy en carretera me mantengo despierta en todo momento, pero me sentía agotada de manera física y mental.

No se cuanto tiempo dormí, solo se que desperté fue porque el me llamó poco mi nombre y me movió un poco para decirme que ya habíamos llegado, poco a poco fui siendo más consciente de la realidad y al mirar al frente y a los lados, me di cuenta que si, ya habíamos llegando a mi casa; busqué mi bolso para sacar las llaves y le dije que bajara, al hacerlo yo, caminé enseguida al maletero pero el ya se había adelantando y estaba bajando mis maletas, gire enseguida y me encaminé a la puerta del edificio; al abrir dejé que el pasará primero para luego guiarlo hasta el ascensor, entramos y marque mi piso, segundos después al abrirse las puertas caminé hasta mi apartamento, abrí y como hice antes lo dejé pasar primero, encendí las luces lo guíe hasta una de las habitaciones y lo invité a pasar; sabía que todo estaba en orden y limpio porque mi tía se había encargado de todo para mi llegada así que sabía que ni una pizca de polvo había quedado en ningún rincón; lo dejé allí y caminé hasta mi habitación y rebusqué entre mis cosas hasta que conseguí una pijama que había comprado en algún momento como regalo para mi hermano, pero que al final me arrepentí y la dejé para alguna otra persona, volví con Harry y se la entregue.

Creo que puede servirte, es nueva... y también es cómoda, en el armario en la segunda gaveta hay toallas, el baño está por el pasillo al lado de la cocina y si apetece otra cobija están en los cajones de arriba -fueron mis primeras palabras desde que salimos del auto.

Gracias... espero salir mañana a primera hora -hablo mientras tomaba el pijama de mis manos y lo colocaba sobre la cama.

No te preocupes por eso; feliz noche... -respondí mientras daba un paso atrás y me giraba- Harry yo...-gire nuevamente para verlo pero detuve enseguida mis palabras- Gracias... -suspire, me gire nuevamente y regresé a mi habitación.

The Assistant -Prince Harry Of Wales-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora