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Vi el reloj del teléfono mientras salía de la oficina y me dirigía hacia el pasillo central, eran casi las siete de la noche, cuando por fin pude dejar todo en orden, además de revisar que todo estuviera listo con la llegada de los niños; también aproveche para dejar algunas cosas adelantadas y hacer una lista de pendientes para la persona que estuviera en mi ausencia; serían sólo cuatro días, pero sabiendo que en esa familia todo podía suceder quería que al menos a mi regreso no conseguir sorpresas.

Subí al puesto de atrás de la camioneta que estaba esperándome en la entrada del palacio, di un pequeño saludo cordial mientras me ajustaba el cinturón; había terminado de convencer a Harry de que uno de sus choferes podría llevarme, realmente me había costado pero se cumplió el objetivo, sentí como la camioneta comenzó su marcha y me relajé, tomé nuevamente mi teléfono para avisar a mi tía que ya estaba en camino, sería un poco largo el trayecto; tres horas y media si el clima y el tráfico ayudaban, tomé ahora mi iPad, debía adelantar el trabajo antes de ver a mi tía, debía tener escogidas varias opciones de regalos antes de vernos para pasar casi dos dias discutiendo cuáles serían los ideales para luego escoger algo totalmente distinto, en eso siempre se nos iban nuestras horas, pero sin duda extrañaba esos momentos aunque llegaran a saturarme y generarme un estrés que obligaba a cerrar aplicaciones y una larga caminata por alrededor de algunos veinte minutos, giré mi vista unos segundos hacia la ventana y pude ver que ya estábamos saliendo de la ciudad, aunque podía sentir que aquel viaje se me haría más largo de lo planeado había un silencio, que al pasar de los minutos se volvía menos agradable y sinceramente me daba como pena pedir que aunque sea colocara música instrumental en aquel equipo de sonido, es decir, quizás aquel hombre no estaba de humor para viajar casi 7 horas, contando que debía regresar nuevamente a Londres por alguien que ni su jefe era; solo por capricho de su verdadero jefe. Pero bueno yo sola no podía aguantarme las ocurrencias del Duque de Sussex, debía repartir en algún punto los dolores de cabeza, pero bueno creo que todos en algún punto de la jornada nos íbamos a acostumbrar a ello; así qué tal vez esto no era nada del otro mundo para el, seguro cosas más excéntricas tuvo que haber realizado en todos estos años de trabajo, llevar a una asistente era creo que el menor de algún pedimento. Continué con el iPad en la mano, ahora más bien buscando alguna distracción al pasar los minutos a ver si tal vez en algún momento podría tomar alguna siesta, aunque lo dudaba casi siempre cuando hago algún viaje de distancia larga evito dormir, siempre quiero mantenerme alerta, y una alerta que ya estaba sonando en mi cabeza fue cuando sentí que la camioneta comenzó a disminuir su velocidad, alce las mirada hacia el frente y vi como el auto comenzaba a orillarse a un lado de la carretera, mis nervios enseguida se encendieron, ya era entrada la noche y la carretera no estaba muy transitada, me preocupe al pensar que algo había sucedido con el auto, no estaba en mis planes quedarme varada a mitad de camino con un desconocido; pero antes de poder emitir alguna palabra vi cómo se prendían las luces interiores del auto y el rostro de Harry se asomó por él respaldar del asiento del conductor.

—Sería bueno que pasarás al puesto de adelante, ya se me ha hecho bastante aburrido el camino y voy a designarte como dj del viaje, el silencio me agota- siguió hablando mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro al mismo tiempo que escuchaba el clic del seguro de la puerta- Vamos sal... los minutos que tardas en bajar son minutos que se suman al tiempo de recorrido; no quiero llegar a media noche a tu casa, que luego el carro se convierte en calabaza.

Si emitir palabra tome mis cosas y abrí la puerta para salir, al bajarme cerré la puerta tras de mí y tome un bocanada de aire grande en el exterior, quería discutir y devolverme, pero estaba tan agotada de ello que cambié de parecer, el hombre es Henry de Gales, Duque de Sussex, es difícil de vencer. Giré mi cuerpo di un par de pasos, abrí la puerta de copiloto volví a entrar en el auto aseguré el cinturón de seguridad y mire al frente.

—¿No dirás nada? - lo escuché preguntar mientras volvía el carro a adentrarse a la carretera y seguir con el camino.

—Para que decir algo, si igual lo vas a ignorar- respondí mientras acedía al panel de la radio del auto y buscaba algo para escuchar que no fuera la voz de él.

—Te dije que te llevaría, debiste suponer que lo haría de cualquier forma-sentí voz de suficiencia y solo seguí ignorando, ahora si podría decir que el viaje sería eterno.— Si quieres podemos parar a cenar, conozco un restaurante a medio camino que seguramente será de tu agrado.

—No gracias, no apetece cenar contigo; solo necesito llegar a mi destino- respondí mientras me acomodaba en mi asiento y giraba mi rostro a la ventana.

The Assistant -Prince Harry Of Wales-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora