Capitulo treinta y siete: Dustin..

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Ya estaba sentada en la silla de ruedas, y pude ver a James serio ¿Qué estará pensando?, ¿Qué habrá pensado cuando casi... Bien, ____ olvida todo esto, ladee la cabeza como si eso fuera a borrar todo.

-Bien, arranca, rápido. -Dije animada.

Primero empezó despacio y luego aumento la velocidad.



-Oh James, pareces un abuelo. -Pude escuchar cuando río y empezó a correr, a dar vueltas por todo el pasillo, me sostuve fuertemente porque temía caerme.

Y me reía sin parar, pero lo más bajo que podía, sabía que no puedo hacer mucha bulla, pero James me daba vueltas y me llevaba de aquí para allá, me dio mucha risa hasta me lo imagine sin aliento luego que se detuviera, entramos al ascensor para bajar unos pisos más.
Cuando se abrieron las puertas del ascensor nos llevamos una sorpresita.



-Ohh... james sube, sube dale en subir, carajo dale. -El obedeció, aunque apenas podía entenderme.
- ¿Qué... que sucede?-Dice recuperando el aliento.
-Era mi doctor, joder. -Digo tocándome el pecho.
- ¿Te sientes bien?
-Sí, sí. Estoy bien.

Llegamos a un piso que no me había fijado cual era, mire a los números del ascensor y era ese piso, el cual escuche que subieron a Dustin no estaba tan mal, porque ambos estábamos en urgencias y nos subieron, creo que era el cuarto #14, no podía llegar con James ahí, tenía que hacer algo.

-James, tengo mucha sed. -Hice una mueca colocando las manos en ni garganta.
-Creo que en este piso no hay.
-Debe de haber, en todos. ¿Me buscas? Por favor-coloque mis manos juntas en símbolo de ruego.
-Claro.
-Espérame aquí junto al ascensor.
-Daré una vuelta. -Sonreí a medias.
-No muy lejos, por favor.
-Vale.

Luego que vi a James lejos, hice un movimiento rápido para dar la vuelta, estos eran el 1, 2, y así sucesivamente, mi corazón se aceleró cuando ya estaba en la habitación #14, sin tocar entre apresuradamente, me sorprendió no encontrarme con ningún doctor o algo así, ¿tan bien se encontraba?-Me pregunte, aún no había mirado a Dustin, lo primero que busque fue una enfermera, pero cuando lo mire me lleve una sorpresa, abrí los ojos como platos y mi boca está abierta.

-Dus...Dus...Dustin... esto debe ser mentira.

Ahí estaba Dustin postrado en una cama con muchos tubos a su alrededor, me acerque apresuradamente, quería ver si despertaba, lo agite bruscamente y recordé la situación en la que estaba y lo solté.

- ¿Qué te sucedió, Dustin? Respóndeme, tú no estás muerto. -Le pregunte llorando, consiente que no me iba a responder.

Nadie me iba a decir que tenía, así que vi muchos papeles en la mesa que tenía junto a él, esos deben ser los exámenes de él, ahí está la respuesta, fui hacia ellos con la incomodidad de esta puta silla de rueda.

-Jodida silla de ruedas. -Digo quejándome.
Tome los papeles y era así, eran de Dustin.

"Dustin Earl Belt Drew
Padres:
Liz Drew
Hermanos:
Elizabeth Belt Drew

..."

-Blablabla, basura, algo que no sepa por favor-Dije en voz alta.
- ¿Niña que haces aquí?-Dijo una joven enfermera, fulminándome con la mirada.
-Averiguando que tiene mi amigo, pero... mejor dime tu.
-Claro que no, tú te escapaste de tu habitación llamare a tu doctor o a seguridad. -Dijo enojada.
-No lo harás.
- ¿Por qué no?
-Porque te acusare de dejar al paciente solo, además está muy grave para estar solo, y ¿si se muere? Seria parte de tu culpa. -Dije sonriendo sínicamente.
- ¿Qué quieres saber?-Pregunto vencida.
- ¿Qué tiene?, ¿Por qué esta tan grave? ¿y no está bien así como yo?
-Quizás no está como tú, porque él no tenía protección en la cabeza, creo que tu tenías pero...
-Se rompió en pedacitos. -Interrumpí.
-Exacto, y tuviste protección. En fin, él tuvo el accidente, y el golpe en la cabeza hizo que le saliera un hematoma, le hicieron una cirugía en la cabeza además de eso, también en la pierna, la caída de la moto en el hizo que le rajara.
- ¿Y porque esta así? "Dormido"
-Niña, él está en coma-dijo obvio.

Cuando escuche decir a esa muchacha utilizar la palabra "coma" sentí como si me hubiese caído un balde de agua caliente, ¿Dustin Belt casi muerto? Jamás me imagine esto, joder. No lo quería perder.
Se me mojaron los ojos sin querer, no quería llorar, pero verlo ahí por mi culpa, porque hay que aceptar la realidad es mi culpa.

- ¿Te podrías ir? Pronto llega el Doctor.
-Estoy en una de las habitaciones del pasillo 4, la #7. ¿Me avisas si sucede algo?
-Vale. -Respondió.

Salí de la habitación y me lleve la sorpresa de que James estaba en la puerta.

-Vamos, quizás ya se hayan dado cuenta que no estás en la habitación. -Dice serio. Aquí tienes. -Me brinda el vaso con agua.
-Tú sabias eso. -Dije entre sollozos tomando el vaso con agua.
-No. -Respondió cortante.

Cuando entramos al ascensor deje el vaso vacío ahí y James se colocó en frente mío y se agacho para estar a mi estatura por estar sentada en esta jodida silla de ruedas, me miro por unos segundos y me abrazo, su abrazo me hizo llorar aún más fuerte, que lindo.

-Qué lindo, lo necesitaba. -Digo sin dejar de llorar.
-Yo estaré para ti, siempre y cuando quieras. -Me susurro al oído.
-Bien. -Respondí cortante. Vamos a la habitación. -Dije desanimada, eso hicimos.

No quería más sorpresas pero tenía una, un sermón de mis padres, estaban ahí plasmados en la habitación buscando bajo de la cama en el baño, Marta y mi padre, jodida vida la mía, ahora ellos preocupados por mí, y me verán los ojos hinchados le caerán a James, ¿algo peor? Tan mal andaban que no se dieron cuenta de mi presencia y la de James.

-Carraspee la garganta-
- ¡____ Carajo! ¿Qué haces ahí? ¿Dónde estabas?-Pregunto exaltado.
-Relájate un poco, papa. Estaba demasiado cansada de estas cuatro paredes, solo di un paseo por el pasillo, normal.
- ¿Normal?-Grito.
-No estaba sola, Javier, cálmate. Estaba con James. -Dio un suspiro.

Lo deje de mirar para que no vieran que estaba llorando.

-James, por favor... llévame a la camilla. -Dije dándole un giro a mi cabeza para poder verlo.

Él se paró frente a mí y me tomo de la cintura y me llevo a la camilla, con mucha facilidad, él es tan fuerte.

-Quiero dormir, ¿me dejarían sola?-Dije cerrando los ojos, quería estar sola, esta noticia me dejo con el corazón hecho pedazos.

-Vale. -Respondió James, sin decir una palabra más.

Apuestas Sin Corazón © James Maslow [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora