Apuestas Sin Corazón © James Maslow [Sin Editar]

Capitulo treinta y cuatro: Lizzi

-_____, creo que no te deberías preocupar por Dustin. -Dijo James después de colocar el empaque de la pizza en otro lugar.

- ¿Por qué? Es mi mejor amigo. -Respondí, frunciendo el ceño.

-El hizo una mueca-

-Deberías preocuparte por ti, él debe de estar bien, piensa en mejorarte, no pienses en nada más-volvio a sentarse.

-No. Creo que sería muy egoísta solo pensar en mí, él estaba conmigo en el accidente, me dio su casco y...

-Siempre ha estado contigo. -Adivino lo que iba a decir.

-Exacto. -Digo mirando los gestos que hacía y cada movimiento que hacía, no dejaba de moverse y el en ningún momento me miro a los ojos.

Quedamos en un silencio por un minuto hasta que hablo...

-Creo que deberías dormir, te ves muy agotada, y tienes muchas ojeras, ¿no has podido dormir?

-Nada de nada, aunque me den pastillas.

-Diferente es que no te las estés tomando. -Me miro a los ojos acercándose a mí.

¿El lee la mente o qué?-Dije en mi fuero interno.

Se sentó a mi lado, luego me miro y se acostó a medio lado, colocándome la cabeza bajo su gran brazo perfecto musculoso, mientras me susurro: Duerme, ____.

-No... no... quiero. -Dije nerviosa.

-Solo cierra los ojos. -Me abrazo fuerte con su otro brazo.

-Yo le obedecí. -

- ¿Cómo lograste que durmiera?-Escuche desde muy lejos.

-El rio entre dientes. -

Reconocí esas voces, aunque apenas era audible.

-Creo que debo irme, Marta. Son las 6:50 necesito....

-Si ya se, vez con Carlos. Gracias-me abrazo calurosamente.

-Hasta pronto.

Después de eso no escuche más.

- ¿Por dónde andabas?-Pregunto Kendall desde la cocina.

-Son las 6:57, llegue tres minutos antes.

-No me respondiste.

-Pareces mi esposa, Kendall. -Reí entre dientes, quería cambiarle la conversación, él no sabía que estaba con _____, creo que ya le dio duro que Carlos este con Alexandra, mejor espero.... Aunque tengo claro que no tendré nada con _____.

-Las esposas joden más-me señaló mientras agitaba su delgado dedo.

-Ajam. -Dije mordiendo una manzana.

-Chicos. -Dice Alexandra entrando a la cocina. Carlos, debe ya estar dormido, creo que es hora de irme, solo quería avisarles.

-Vale. -Dice Kendall yéndose de la cocina sin mirarle a los ojos.

-Gracias, nena. ¿Te pido un taxi?

-No, ya lo pedí, debe llegar pronto.

-Vale. -Dije dándole un segundo mordisco a la manzana roja que tenía en mis manos. Espéralo en la sala. -Dije al terminar la manzana.

-Dale, gracias. -Dice saliendo de la sala, yo lance lo que quedo de la manzana a la caneca de basura y la seguí.

-Esta aburrición acabara con mi vida. -Dije en voz alta lanzándome al mueble.

- ¿Por qué no te vas de putas?-Dijo Kendall sentándose junto a mi, sin importarle que Alexandra se encontrara ahí.

Antes que pudiera decirle algo.... Añadió: