|| Capítulo 10 ||

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Mi cuerpo seguía inmóvil, lo que sea que quisiera hacer, no podía. Estaba tan asustada, aterrada y shockeada, que mi cuerpo se había bloqueado y no había manera de desbloquearlo.

Los demás, que estaban alejados hablando con los padres de Sheila, se acercaron rápidamente preocupados por la reacción de la rubia.

Jason se interpuso entre ambas y cuando observó el rostro de su hermana y el mío, entendió que algo andaba mal. Inmediatamente todos, incluyendo a sus padres, observaron de mala manera a Emma.

Sus ojos me observaron y bajé la mirada. Cada vez que veía sus ojos, recordaba aquellas duras palabras que me había dicho años atrás, pero que sin duda seguirán en mi corazón hasta el día en el que pierda la memoria.

Me daba vergüenza verla, me daba recelo estar cerca de ella y Sheila parecía entenderlo a la perfección.

No era necesario decirle algo, ella lo sabía todo.

Sheila se acercó a mí y se sentó a mi lado, pasó su brazo por mis hombros e hizo que apoyara mi cabeza en su hombro. Sin poder evitarlo, las lágrimas comenzaron a salir nuevamente.

Ella me abrazó más fuerte y por alguna extraña razón, pese a mi vista nublada, mi corazón latiendo a mil por hora y las voces que parecían lejanas, pese a que estábamos rodeadas, me sentía segura, como si Sheila fuera un escudo sobreprotector.

Pero esto no podía seguir así.

—¿Crees que pueda ir al baño? —me observó durante unos instantes.

—Claro, ¿quieres que te acompañe?

—Necesito un momento a solas —asintió.

Me levanté del borde de la ambulancia y me dirigí hacia el interior del hospital. Allí todos estaban comentando lo sucedido.

Oía las voces, pero a la vez parecían estar a años luz de distancia. El piso parecía moverse de alguna forma. Mis pies comenzaron a caminar más rápido, hasta que dejé la escena del crimen atrás.

Me apoyé en la pared y sentí como si por dentro mi cuerpo estuviera apretado, mis pulmones se hacían pequeños y se me dificultaba respirar. Los rostros de las personas comenzaron a volverse solo manchas y mis manos comenzaron a temblar.

Seguí corriendo, hasta salir por la entrada lateral del hospital, así nadie podría verme y podría irme a casa.

Al salir, corrí por la acera, sin mirar para los costados. De pronto una fuerte luz blanca brilló y era tan fuerte, que cerré los ojos y de pronto sentí que unos brazos rodearon mi cintura y caí al suelo. Al abrir los ojos vi su cabello rubio y sus ojos que demostraban miedo.

—¿Estás bien? —preguntó.

No dije nada, simplemente me acurruqué en sus brazos, sin importar donde estuviéramos, sus brazos parecían ser el único lugar que me daban seguridad.

|| ꧁෴ ਬੇ - ਓ ෴꧂ ||

Un mes después.

—¡Eres una desgracia para esta familia!

¡NO ES CIERTO!

—¡POR TU CULPA ELLAS ESTÁN MUERTAS! ¡TODO AQUEL QUE ESTÉ A TU LADO MORIRÁ!

¡NO, PARA, POR FAVOR!

—¡ASÍ COMO TÚ LAS MATASTE, ELLA TAMBIÉN MORIRÁ, JUNTO A TODA SU FAMILIA!

¡NO, ELLA NO, POR FAVOR!

—¡ENTONCES DEJA DE SER UNA CARGA!

¡NOOOOO!

EL PRECIO DE LA LIBERTAD [LGTB]Where stories live. Discover now