❝¿Qué diría el país entero si se enterára de que su amado presidente se folla a su ministro de educación en el mismo escritorio donde él aprueba las leyes en contra de la homosexualidad?
Un presidente, un ministro, un periodista y una mentira. ❞
...
Jungkook se despertó antes que Taehyung y se puso un traje negro, pues hoy era la dichosa reunión con los inversionistas y con los presidentes de otros países.
Tae se removió en la cama y noto la ausencia de Jungkook en esta, así qué abrió sus ojos lentamente y vio al mayor poniéndose una corbata al frente del espejo.
— ¿Porque te levantas tan temprano?. — Cuestionó frotándose los ojos y sentándose en la cama.
— Hoy es la reunión, te lo dije ayer cariño.
El castaño bostezó. — Cierto, la reunión, lo olvidé, es que en las mañanas me pongo medio tonto.
— ¿Sólo en las mañanas?. — Soltó una risita.
— Muy gracioso. — El menor se levantó y se fue al baño tranquilamente.
— Ponte pantalones. — Le dijo antes de que Tae entrase.
Entonces el castaño recién fue consciente de que sólo llevaba puesto una camisa manga larga del mayor y su ropa interior.
Después de un par de minutos salió del baño. — ¿Para qué?, planeo dormir en tu ausencia, no es cómo si fuera a entrar alguien aquí. — Se hecho de nuevo en la cama.
— Igual pontelos precioso, hace un poco de frío, no vayas a enfermar. — El pelinegro se hecho una buena cantidad de perfume y después lo miro.
— ¿A qué hora termina todo eso?. — Le preguntó mientras se cubría con las sábanas.
— Nose, supongo que en la tarde.
Jungkook se acercó a la cama y dejó un pequeño beso en la frente del menor.
— Ya, anda, fuera, no quiero que llegues tarde...— Dijo cerrando los ojos.
— Bien, me voy, nos vemos más tarde, ¿Traigo la cena o quieres ir a cenar?.
— Mejor vamos a cenar.. — Murmuró mientras se dormía nuevamente.
El pelinegro sonrió. — Adiós cariño. — Salió de la habitación y se fue a la recepción donde estaba Mina sentada en uno de los sillones esperándolo.
La pelinegra lo vio y se levantó de su asiento. — Presidente, el auto ya nos está esperando.
— Está bien, vamos.
Ambos salieron del hotel y se subieron a la camioneta de color negro que los llevaría al lugar donde sería la reunión.
Mina tenía la mirada clavada en su tableta y volteó para ver al mayor y algo en su cuello llamó su atención.
— Uhmm, uhh, presidente....— Carraspeó pensando en si decirle o no.
— ¿Eh?, ¿Qué pasa?. — La miró.
— T-Tiene un chupetón, justo ahí señor...— Le señaló cuidadosamente.
Jungkook palideció, maldita sea, Taehyung, el pelinegro sonrió nervioso, no quería qué su secretaria pensará cosas, pues para todos en el país y en el congreso, excepto para Jimin obvio, sabían qué estaba aún casado con Yeji.
— Un mosquito, fue un mosquito, de esos qué hay en el ambiente.
— Claro...— Asintió haciéndose la tonta. — Si quiere puedo cubrirlo con un poco de maquillaje, no se notará. — Ofrecio.
— ¿Podrías hacer eso?, no quiero que piensen cosas que no son. — Se acomodó la corbata, de pronto sentía qué le faltaba el aire.
— Por supuesto, será rápido, aquí en mi bolso traigo un poco de polvo...
Rápidamente mina saco una esponja pequeña y lo manchó de polvo para después tapar aquella “picadura de mosquito”.
— ¿Ya está....?. — Le preguntó.
La menor asintió. — Si, ya está, cómo nuevo, pero la próxima vez debería protegerse mejor de los mosquitos, algunos son muy....escandalosos, al picar....— Guardo todo en su bolso nuevamente.
— Si, lo tomaré en cuenta. — Miró hacia la ventana.
Después de unos minutos el auto se estacionó delante de un club campestre, muy lindo y elegante.
— Según se, ya todos deberían estar ahí presidente, sólo falta usted.
— Bien, porfavor toma nota de todo lo importante.
— No tiene que pedirlo señor, eso es algo obvio, es mi trabajo.
Jungkook asintió, el ambiente entre ambos era un poco incómodo, pero bueno.
Ambos entraron al club y vieron a lo lejos en una mesa a los inversionistas y a los presidentes mencionados conversando muy animadamente.
— Hola.— Jeon sonrió y hizo un par de reverencias.— Es un gusto verlos y conocerlos por fin.
Todos en la mesa se pararon y también saludaron al pelinegro efusivamente.
— Señor Jeon, es un placer conocerlo. — Le saludo una castaña.
— El placer es todo mío señorita Hirai. — Sonrió cordialmente.
— El famoso Jeon Jungkook. — Renjun sonrió y le dió un abrazo.
— Lo mismo digo, un gusto conocerte al fin Renjun. — Le correspondió el abrazo.
— Presidente, ¿Cómo está?. — Saludo un rubio sonriente.
— Presidente Kai, usted es el más joven de aquí. — El pelinegro se sorprendió, pues el rubio tendría recién unos veinti y algo.
El menor soltó una risita. — Gracias, pues si, recién tengo veinticinco años.
— Me hace sentir vieja. — Momo negó sentándose y siendo seguida por los demás.
Todos los presidentes y inversionistas estaban sentados conversando mientras que los asistentes de cada uno de ellos estaban también por ahí, cerca.
— Nunca pensé en vivir esta experiencia, es muy emocionante. — Chilló una rubia.
—Jennie eres muy tierna. — Soltó Lisa con dulzura.
— Yo también estoy emocionado, recién hace unos meses soy asistente del presidente Renjun y no me esperé conocer tan pronto a varias personas tan importantes.
— Te acostumbras Mark, uno se acostumbra. — Dijo Mina riendo y siendo seguida por todos.
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