Arnold, deja de sonreir

Start from the beginning
                                    

- Hmmmm - en realidad seguimos sin tener nada concreto, maldita sea Arnold y su sonrisa - Si Arnold dejara de sonreír, lo tendríamos - es mi respuesta - tendremos que esperar, me dijo que esperara - me limito a decir y el asiente desanimado.

Baja la mirada de las ventanas hacia sus zapatos y lo sigo.

- Eso no suena muy esperanzador - comenta y concuerdo en silencio - igual y sirve preguntar un poco más...

- Si, continuemos mañana - suspiro cansada.

Tengo miedo de toparme con alguien así de grosero de nuevo hoy.

No hablamos más, pronto llegan Maggie y Selisha para cambiar el tema de conversación. Lo que eran problemas de bandas y música se transforma en una conversación sobre una salida al cine que por mi parte no sucederá. No con tantas cosas sucediendo a la vez y que me sirven de excusa.

Tanto el martes y el miercoles, no sucede nada similar como el lunes. Pasamos el tiempo así, entre preguntas y desconocidos asustandose de las intervenciones en la universidad. También hay alguna que otra ocasión donde Arnold me evita notoriamente y solo me ofrece una sonrisa de disculpa. Raro y a la vez decepcionante. Cosa que termina hartandome ya que debería aprender a dejar de sonreír y ser directo.

No tengo problema si me dice que no quiere hacerme ese favor o si simplemente no conoce a nadie.

Una mentira duele menos que la ignorancia en algunos casos.

De camino a casa la idea de que Arnold nunca me pidió mi número viene a mi mente. Ya saben, para que me hablase cuando tuviera la información. Terminé descartando la opción de que se resistiera a hacerlo y lo excuse en que le sería fácil preguntárselo a alguien y ya.

Sin poder descansar esta noche y siendo la noche atrayente para pensar, me quedo unos minutos mirando el techo mucho después de la cena.

Aún porto días para esperar ya que Jonathan me había hecho poseedora de tiempo extra para hacer lo posible por mi cuenta. Sin embargo, el pedido que hizo aún parece un sueño.

- ¿Podemos ya rendirnos? - había preguntado con cansancio el chico de lentes.

Caminábamos de salida sobre las hojas caídas de los inmensos árboles que adornan la universidad.

- Si te pido una oportunidad más, ¿Me dejarías? - pregunté pateando unas hojas en mi camino.

Bufó, y después una sonrisa se formó en su rostro.

Si, pensé.

- Eres tan orgullosa Selisha - salió en un suspiro - y sí, aceptaría otro pedido tuyo - respondió.

Se sacó los lentes, los guardó y pasó sus manos sobre sus ojos.

- Pero esta vez no será unilateral - agregó, y cierta duda invadió si rostro - Necesito obtener algo a cambio del tiempo perdido - dijo moviendo sus manos en el aire.

- Favor por favor - murmuro - ¿Has pensado en algo? - le pregunto - trabajo, informe, tiempo, ¿Qué necesitas?

Para Jonathan, estaba dispuesta a ayudarlo así no fuera reciproco.

- La verdad es que - suena incomodo al hablar, pasa una mano por su cuello - no tiene nada aque ver con la universidad - señaló cada vez mas inseguro - quizá una pequeña parte si - corrige con sus dedos.

Frunzo el ceño y lo observó caminar.

- Entonces, ¿Qué tipo de favor buscas? - detengo el paso sin poder deducir lo que desea.

¿Qué se hace a los 21? [En Proceso]Where stories live. Discover now