¿Y si los dueños de las posadas no hubieran echado a Wei Ying?
Una sola acción cambio el destino de Wei Wuxian.
Pertenecer, Wei Wuxian encontró un lugar al que pertenece. No fue maltratado, fue amado y cuidado.
Fue criado lejos del mundo del cult...
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Una vez termino el baño Li Qiang ayudo a vestir a Wei Ying, tomo un peine de madera y comenzó a cepillar el cabello de Wei Ying.
—Tienes un cabello muy lindo.
—Gracias... JieJie—Hablo tímido.
—Luego de esto podremos desayunar. Mamá se fue el pueblo con A-Shang y A-Fei, papá esta en la posada, así que seremos solo los dos.
Wei Ying asintió con una leve sonrisa.
— ¿Puedo tomar aquel listón para amarrar tu cabello?
Wei Ying asintió y la niña agarro el cabello de Wei Ying en una coleta alta. Li Qiang lo hizo darse la vuelta para mirarlo y con cariño cómodo los cabellos rebeldes que caían en la cara del niño.
—Ya esta, ahora sí podemos irnos a desayunar.
Wei Ying asintió mientras corría para ponerse el collar de su padre. Wei Ying lo miro por unos segundos.
—Es un lindo collar.
Wei Ying miro a Li Qiang y se acercó.
—Era de mi papá, me dijo que su padre se lo dio.
—En ese caso cuídalo bien—Ella lo tomo metiéndolo dentro las túnicas de Wei Ying. —Al ser muy lindo puede que alguien lo quiera, así que no lo muestres, los hermosos tesoros siempre son envidiados.
Wei Ying asintió. Li Qiang se puso de pie y le tendió la mano.
—Vamos, iremos a la posada.
Wei Ying asintió mientras la tomaba de la mano. La casa estaba a unos cuantos metros de la posada, por lo que les llevo un poco de tiempo llegar. Wei Ying mientras caminaba admiro a su ahora hermana mayor, era una niña muy linda, Wei Ying creía que se vería más linda si sonreía.
Cuando llegaron a la posada entraron por la parte de atrás donde encontraron al señor Feng preparando el desayuno.
—Que bueno que ya están aquí. Vamos a comer, el desayuno se va a enfriar.
Li Qiang lo llevo hasta una pequeña mesa en la cocina y se sentaron, el señor Feng coloco el desayuno y les sonrió.
—Espero que te guste Wei Ying, si quieres más no dudes en pedirlo.
—Gracias, señor Feng.
El señor Li sonrió y se alejo para que comieran.
Li Qiang al ver la comida caliente, decidió esperar a que se enfriara un poco y tomo la cuchara de Wei Ying, tomo algo de la comida y soplo.
—Abre.
Wei Ying abrió la boca y se dejo alimentar.
Le gustaba tener una JieJie.
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