The Bodyguard [Kookv]

5.- Rumores.

5.- Rumores.

Por supuesto Taehyung no permitió que Jungkook se saliera con la suya. Solo le estaba complicando las cosas, sí, pero para él, no era nada difícil encontrar otra persona que hiciera lo que necesitaba. Solo bastarían unas cuantas llamadas y tendría a otra maquillista en su habitación, aunque antes de eso debía molestarlo un poco más.

—Necesito bañarme...—exigió caprichoso, tronándole los dedos y levantar los brazos al aire—. Cárgame, debo llegar al baño.

—Palabras mágicas, niño.

—¡No hay palabras mágicas, idiota! —gritó colérico, levantándose de la cama para intentar caminar, pero la molestia fue instantánea y más rápido regresó a la cama que los pasos que dio sobre el suelo—. ¡Agh! ¡Maldición!

Jungkook fue veloz al ver que su cliente casi cae y sus brazos detuvieron su cuerpo antes de chocar con el suelo.

—Todo sería más fácil si pidiera las cosas amablemente.

Sus miradas se encontraron, y una de ellas estaba furiosa mientras la otra era apaciguada y un tanto divertida. El guardaespaldas se entretenía demasiado al ponerlo de malas. El escozor del enojo corría por su cuerpo y al sentir las manos de ese hombre en su cintura, lo incomodaban al grado de que su piel se enronchaba si alguien lo tocaba en contra de su voluntad, quizá un método de rechazo y protección o simplemente era alérgico a las personas, pero a Taehyung no le gustaba la cercanía, odiaba crear vínculos con las personas y las pocas con las que ya mantenía uno, era porque no tenía más opción.

—Todo sería más fácil si te largaras y me dejaras en paz.

—¿Por qué eres tan infantil, Kim Taehyung?

Refutó el hombre divertido al verlo luchar por zafarse, mientras en su rostro ese ceño se pronunciaba cada vez más.

—¿Por qué te importa, Jeon Jungkook?

—Tu existencia y mi trabajo sería mas liviano si nos tratáramos educadamente.

—No me interesa hacer tu trabajo mas liviano, Jeon —inquirió sarcásticamente, dándole una sonrisa petulante —. Solo quiero que te vayas y no descansaré hasta que eso suceda.

—Ambos sabemos que eso será un poco difícil —añadió ayudándolo a ponerse de pie, aunque manteniendo la cercanía—. Usted no me contrató, usted no puede despedirme.

—No lo creo —contradijo asesinándole con la mirada—. Tu sueldo sale de mi bolsa, NamJoon y mi padre manejan mi dinero, pero yo también tengo decisión sobre quienes son mis empleados.

—Bueno, creo que "su decisión" se la pasaron por el arco del triunfo porque hasta que NamJoon o su padre me despidan, usted tendrá que soportarme.

—No sabes cómo te detesto —objetó cada vez mas cerca de esa boca.

—El sentimiento no es diferente en mí.

Y cuando sintió el rozar de su aliento en sus labios, Taehyung no pudo evitar recordar el acercamiento en el baño. La situación ahora lo ponía nuevamente entre sus brazos y si él se insistía en seguir ocupando su puesto, se divertiría un poco más. Mirándolo con travesura, se acercó a su cuello y aspiró el aroma que su piel despedía.

—¿Sabes que noté? —dijo a la vez que acariciaba su piel con la punta de su nariz —. Que hueles delicioso.

—¿Sigue con lo mismo? ¿Otro de sus juegos?