48 - Viaje 🌼

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ALLISON RODRÍGUEZ

Todo se me había juntado

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Todo se me había juntado.

Tanto así, que apenas y tenía un respiro.

Pensé que esa señora que ya no considero más mi madre, terminaría con sus actitudes egoístas.

Pero nada pareció haber acabado ahí...

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—¡Joder, esperen! —implore yo, mientras veía como metían en el auto de la patrulla, a mi vida entera, junto a sus amigas... Ante esta situación, se me partía el corazón...

—¡Alejese! ¡No puede estar cerca! —dijo el policía.

—¡Melanie! —no me importaron en lo absoluto sus palabras, yo corrí hacia ellas. Pero Ivonne me cogió del brazo, aunque su toque era fuerte, su fuerza era débil. Así que no tarde en despegarme de ella. —¡Suéltame con un demonio! ¡Melanie! —grité destrozada.

—Se han ido, Allison tienes que aceptarlo —dijo la maldita peliteñida...

—¡¿Aceptarlo?! —dije yo apretando los puños. —¡Pero si no se lo merecen, Ivonne! ¡¿Cómo me pides que lo acepte?!

—Sé que la quieres, pero...

—¿Pero qué? —repuse. —Ella no se lo merece. ¿Entiendes? Simplemente no tolero que tú y la maldita de Ana hagan esto.

—Pero...

—Solo lárgate y no vuelvas más.

Posteriorermente la miré enojada y sin decir ni una sola palabra más, me fui.

Corrí hacia el estacionamiento, pero jamás me espere encontrar a mi auto sucio, con huevos rotos en él. Y con un cartel que decía: "Toma esto como un regalo, Rodríguez. Maldita zorra".

Y abajo decía, claramente el nombre del responsable. Quien era, ni más ni menos, que la jodida de Ana.

La ira me invadió.

Arranqué el cartel enojada, y abrí la puerta principal del auto negro.

Me metí y posteriormente arranqué.

Llegué a la comisaría en menos de quince minutos, pero...

El problema radicó en que, no me dejaron entrar. Al parecer, la maldita de Ana ya había ido antes y les dijo que no me permitieran entrar. O eso creía.

Porque en realidad fue... Ella.

La llamé cabreada y nada más, al ella contestar, grité furiosa: —¡¿Qué demonios te pasa?! ¡¿Por qué mierdas me haces esto?! ¿¡Qué carajos te hice yo!?

Seguía diciendo palabras subidas de tono, sin importarme ser escuchada por todo el mundo.

—¡Lo que estás haciendo está jodidamente mal! —espeté. —¡¡¡Jodidamente mal!!! Y no permitiré que ellas vayan a detención por culpa de Ana e Ivonne. Ellas no se lo merecen. ¡Y quiero que sepas, que llegaré hasta las últimas consecuencias!

TODO POR UNA APUESTA OMEGAVERSE YURI Where stories live. Discover now