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📌 Italia, 1114
Un día como cualquier otro, Elijah y Nicolette salieron a recorrer las calles mientras hablaban.
Solían eso a menudo para echar un vistazo de que todo estuviera bien en el lugar ya que si veían algo raro o anormal deberían cambiar de rumbo por miedo a Mikael.
Aunque el original mayor estuviera persiguiendo a otros originales creyendo que eran ellos, los Mikaelson nunca se confiaban del todo en eso ya que sabía que un día Mikael sabría la verdad.
Los dos originales llegaron a una parte donde varias personas estaban reunida, ahí Nicolette finalmente vio por primera vez a los lejos a Alexander quien era parte de un grupo llamado La Hermandad de los Cinco.
Ella conocía bien al grupo ya que sabía la historia de ellos gracias a ‘The Vampire Diaries’.
─ Estos demonios viven entre ustedes, pasan por humanos ─ habló hacía al público presente ─ sean testigos de esto ─ señaló mostrando un vampiro que se quemó al salir a la luz del sol.
Los dos originales miraron como públicamente ejecutó a unos vampiros en una presentación de como matar a los "demonios".
A Nicolette un poco la ponía nerviosa la presencia de los Cinco a pesar de saber que a ella no le afectaría sus dagas.
Lo que más la asustaba era la maldición del cazador que estaría encima de quien matará a uno de los Cinco.
Ella no quería pasar lo mismo que Klaus pasó hasta que apareciera otro cazador y la maldición finalmente se rompiera.
Nicolette evitaría eso a toda costa, utilizaría a otros vampiros y los hipnotizaria para que matarán a los Cinco.
─ Es una buena solución ─ murmuró por debajo Elijah.
Nicolette salió de sus pensamientos al escuchar la voz de su hermano a su lado.
─ No es más que un bocadillo ─ dijo Nicolette.
Elijah giró su cuerpo para ver a su hermana.
─ Debes tener cuidado extremo, entre tú y Kol no han sido discretos ─ mencionó en reproche haciendo rodar los ojos de Nicolette ─ la historia de los vampiros originales se esparce ─ comentó a su lado.
Nicolette sonrió de lado mientras miraba hacia el lugar donde estaba Alexander.
─ No sabes como me gustan las infamias pero si te preocupa la discreción habla con nuestra hermana ─ dijo ella señalando hacia Alexander quien besaba el dorso de la mano de Rebekah.
Elijah observó hacía donde Nicolette señaló, ahí miró al cazador que hablaba a los lejos con su hermana Rebekah.
─ Podemos tomar eso como ventaja ─ propuso Elijah.
