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Nikol estaba acostada en la cama con Rebekah a su lado, las dos miraban el techo de la habitación.
─ ¿En qué piensas Nik? ─ le preguntó Rebekah.
Nikol suspiro para luego mirar de reojo hacia la original.
─ En que estoy demasiada aburrida aquí mientras que nos hacemos pasar como hijos de un conde ─ le dijo Nikol.
Rebekah apretó sus labios, ella también estaba aburrida sin embargo prefería eso que seguir escapando de Mikael.
─ Es el precio que debemos pagar ─ murmuró la original ─ pero mira el lado bueno, estamos bien, tenemos un techo, comida, y lo más importante es que Mikael no sabe que estamos aquí ─ le dijo Rebekah.
Nikol asistió con su cabeza.
─ Tienes razón aunque esto no deja de ser demasiado aburrido ─ dijo riendo Nikol.
Rebekah levantó sus cejas.
─ ¿Ya se te pasó el amor por Lucien? ─ preguntó Rebekah con curiosidad.
Nikol meditó sus palabras, ella tenía en claro que estaba enamorada de Lucien sin embargo para ella eso no era lo más importante.
Ella no tenía idea hasta cuando duraría ese amorío con él pero lo disfrutaría hasta que se terminará y luego seguiría su camino con tranquilidad, no iba a desmoronarse solo por una ruptura.
─ No, pero tampoco es indispensable para mi vida, es solo un chico Rebekah, habrá miles más como él ─ Nikol se levantó de la cama mientras miraba a su hermana ─ recuerda no darle tú corazón a cualquier hombre, y no te enamores tan rápido por como sea contigo, somos inmortales, vivamos la vida al máximo y lo demás que se haga polvo, los hombres no son tan importantes ─ dijo levantando sus hombros.
Rebekah sonrió asistiendo con su cabeza.
─ Como hombre que soy me ofende escuchar eso, aunque me alegro que ese tonto humano no te haya quitado todo el juicio Nik ─ habló Kol entrando a la habitación.
Las dos Mikaelson lo miraron mal al ver que no tocó la puerta antes de entrar.
─ ¡Se toca antes de entrar! ─ le gruñó Rebekah.
Kol rodó sus ojos.
─ ¿Para qué?, Ni que ustedes fueran grandes damas de la realeza ─ les dijo Kol cruzándose de brazos.
Tanto Nikol como Rebekah entre cerraron sus ojos hacia él luego de escuchar sus palabras.
─ ¿Qué haces aquí?, Es impropio que estés en la habitación con mujeres aún si somos tus hermanas, si algún criado te ve le podría decir al Conde de Martel ─ murmuró Nikol mirándolo.
Kol levantó sus hombros sin importarle mucho sus palabras. Luego se tiró en la cama mientras sonreía tocándose su estómago.
─ No te preocupes Nik, el que me vio ya me lo comí hace rato ─ le dijo el original.
