26

406 52 4
                                    

Sentía su cabeza doler, podía apostar que si hubiese total claridad, vería como todo daría vueltas. Solo había una pequeña luz que se colaba por debajo de la puerta y él se encontraba desorientado, no tenía idea de donde se encontraba.

Intentó moverse pero jadeó de dolor al lastimarse los brazos con las cuerdas. Claro, estaba atado a una silla. No podía percibir ningún aroma y comenzaba a desesperarse.

Su lobo no aparecía; intentó llamarlo pero no respondió, parecía que estaba dormido.

La puerta se abrió, provocando que cerrara los ojos por la repentina luz que lo cegó. Poco a poco se acostumbró a la claridad viendo a Earth frente a él junto con un señor quien, traía los dedos llenos de anillos y una cadena de oro que colgaba de su cuello.

-Vaya. Esta vez sí encontraste un buen omega, pagarán mucho por él.- El tipo se acercó hasta el omega, tomando una hebra de su cabello, causándole miedo. -Además es pelirrojo, nuestro cliente estará fascinado.

-Gracias, señor.- El chico en quien con anterioridad había confiado Win, estaba ahí como si nada hubiese pasado. Sonreía con orgullo por el halago que recibió.

Asco. Pensó el más bajito, viendo con miedo y rabia a las dos personas que estaban paradas solo a unos metros de él.

-Mañana habrá que prepararlo, estoy seguro que el señor Laedeke no querrá verlo en esas fachas.

Ambos alfas salieron de la habitación, volviendo a dejar en la oscuridad y la total soledad a Win. Era ese momento donde se arrepentía de haber confiado tan rápido en alguien que acababa de conocer.

Ni siquiera podía comunicarse con su lobo, necesitaba hablar con él y que lo regañara por ser tan estúpido. Tenía ganas de llorar pero no debía ser débil, buscaría alguna manera de escaparse de allí y volver a casa.

🌈

La familia Opas estaba reunida en la sala, siendo acompañados por los amigos de Win, los de Bright y él. El alfa ya les había contado lo que escuchó de aquellas omegas.

Aún mantenían la esperanza de que fuese alguna broma o que el omega pelirrojo estuviera allá afuera esperando el autobús para llegar a su casa.

"Bright... no siento a mi omega". El lobo del alfa habló. Después de haber estado callado todo el rato, por fin se había dignado a hablar.

No quería preocuparse más pero esas palabras no le ayudaban para nada. Estaba a nada de perder la poca cordura que le quedaba.

Tenía una taza de café entre sus manos y la mirada intensa del señor Chawarin sobre él, se sentía incómodo. También estaba ese tal Off quien lo veía como si quisiera meterlo 20 metros bajo tierra.

-Brightnnie, ¿Quieres más café?- Su mejor amigo Inntouch, se acercó a él con el rostro preocupado. Parecía como si lo hubiesen atropellado dos camiones grandes.

-No. Estoy bien, descuida.- Aunque había casi susurrado, no pasó desapercibido para el otro alfa de piel morena que se levantó con mucho enojo.

-¡Esto es culpa de los dos!- Camino dando zancadas grades, tomando de la camisa a Bright con enojo. -Si Win no regresa, considerate alimento para los tiburones.

Fue tal vez una simple amenaza pero las palabras iban con mucha rabia, casi podía verse que sacaba humo por la nariz. Pero eso no fue suficiente porque se giró hasta el pequeño omega.

-Y tú... Deberías largarte, no sé qué haces aquí. Eres el omega más horrible que he visto.

Inntouch estaba cohibido, parecía un pequeño gatito asustadizo. No sabía qué había hecho mal pero ese alfa le estaba hablando feo y sus ojitos se pusieron llorosos.

Olor a Marihuana [BrightWin]Where stories live. Discover now