Her ♡ Jungkook

♡ 8 ♡

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Me había pasado con el ejercicio, y mucho. Iba a estar bastante dolorida los días siguientes. Pero aquello solo evidenciaba mi estado emocional. No estaba bien. Me sentía un fracaso, me sentía una tonta. Y no estaba segura si era porque lo que pasó con Whein me hacía volver a la realidad y entender que mi autoridad no era más que un complejo y que no controlaba en lo absoluto a nada ni a nadie. Pese a lo que la mayoría pueda creer muchas veces yo terminaba siendo un títere más de una obra barata. Lancé la toalla sudorosa al cesto de la ropa sucia y casi grite con desesperación, todo el ejercicio me quede clavada en la idea de que diablos podría hacer para cambiar las cosas pero no llegue a nada.

Quité la liga de mi coleta liberando mi cabello, me dirigí al baño para abrir la regadera y comencé a deshacerme de la ropa. El teléfono vibro en el bolsillo de mi pantalón mientras me lo quitaba, lo saque y aproveche para revisar la notificación, que no era más que del correo electrónico escolar. La abrí por costumbre, normalmente el correo escolar estaba repleto de anuncios basura que mandaba la escuela, sin embargo, me sorprendí al leer el asunto del correo más reciente.

"Taller de baile"

Lo abrí casi con desesperación, al leerlo ahogué un grito de emoción y salté silenciosamente sobre la alfombra. Dios, dios, dios.

Busqué el contacto de Nayeon en kakao y escribí:

¡Es hoy!

Enviado 07:05 a.m.

¡Es hoy!

Enviado 07:05 a.m.

Taller de baile

Enviado 07:05 a.m.

Llámame

Enviado 07:05 a.m.

Ah!

Enviado 07:05 a.m.

Corrí a mi closet, rebuscando las bolsas escondidas en el fondo, estaba emocionada. Tire un puñado de prendas en la cama y me paré frente a esta para pensar en la mejor combinación, hasta que recordé que no importaba. Daba igual. No tenía por qué elegir el mejor atuendo, ni los colores más llamativos, no tenía que quebrarme la cabeza por destacar, porque contrario a otras ocasiones no buscaba llamar la atención, de nadie. Elegí un conjunto marrón claro, una camisa oversize blanca y unas zapatillas deportivas negras, oh y muy importante, una gorra.

— Espero te guste el almuerzo — Dijo mi madre cuando subí al auto.

— Adivinare... ¿ensalada con extra de lechuga de nuevo? — Pregunte fingiendo emoción.

— Esta vez decidí ignorar el menú de tu abuela.

Mire a mi madre con sorpresa y hurgue en la bolsa del almuerzo, vi postre, vi pollo, vi verduras.

— O-O, arruinaste el plan de la abuela de matarme de hambre, y volverme verde en el proceso. — Dije haciéndola reír.

— Por cierto, hablando de verde. Revisa el sobre que deje dentro. — Dijo arrancando el auto.

Busque en el fondo de la bolsa y encontré un sobre verde, que al abrirlo contenía dos boletos de invitación.

— ¿Lo conseguiste en serio? — Pregunte sorprendida.