𓂃 ☾⃝҂ ❛ Ella encontraba la manera de mantener juntas todas las piezas perdidas de un alma en pena ❜
ⓘ 𝘴𝘪𝘯𝘰𝘱𝘴𝘪𝘴 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘪𝘰𝘳
𝗵𝘁𝘁𝗽𝘀//_@𝗮𝗯𝗼𝘂𝘁𝘁𝗵𝗶𝘀𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆//𝘀𝗲𝗮𝗿𝗰�...
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ALEX Y DEREK LLEGARON AL HOSPITAL SOBRE EL MEDIODÍA. La Lupin tenía suerte de haber salido temprano del Ministerio, para cuando Melissa la llamó ya estaba cruzando el bosque rumbo a su casa. Resulta ser que, Isaac había aparecido. La mala noticia es que estaba gravemente herido y a punto de recibir una operación. Debían hacer algo antes de que los médicos se llevaran la sorpresa de su vida.
Lo que ellos no sabían, es que Scott había llegado primero. Melissa lo llamó al no lograr contactar con Derek o con Alex hacía unas horas. Por lo que, cuando las puertas del elevador se abieron, una escena que rozaba el homicido se presentó ante la dupla.
Un hombre lobo —desconocido— sujetaba al pobre adolescente en alto a punto de asfixiarlo.
—¿Sabes a lo que te enfrentas? —Alex alcanzó a escuchar lo que decía mientras Scott se ahogaba. —Soy un Alfa.
—Yo también. —dijo Derek antes de noquearlo arrojándolo hacia atrás.
Alex levantó los pulgares cuando el Hale la miró.
—Oye. —alzó una ceja esperando a que Scott pudiera volver a hablar. —¿No se supone que deberías estar en el colegio?
—Yo iba a preguntarle eso. —Derek frunció el ceño a lo que la de cabellos. azules se encogió de hombros.
Mientras Ada estuviera ahí no tenía nada de que preocuparse. La verdad, le sorprendía que la enana Potter no hubiese seguido a Scott al hospital.
Pero bueno, al menos estaba sana y salva.
(...)
Ada estaba escribiendo en su cuaderno. No había notado lo fea que era su caligrafía cuando escribía rápido. Estaba pensando en eso cuando Stiles le tocó el hombro.
—¿Qué te pasó ahí? —señaló la marca rojiza que Hardy dejó el otro día.
—Hardy me picó cuando le estaba dando de comer.
—¿Te picó y eso es normal?
Ada giró a ver a su novio.
—Claro que no. Ha estado rara desde... —algo chocó contra la ventana. Ada giró y el cabello se le metió en los ojos. Ya era hora de que se cortara el fleco. Colocóselo tras las orejas y miró con más atención. Varias cabezas en el salón giraron también, no fue algo de su imaginación. El sonido fue lo bastante hueco y espantoso como para ponerlos alerta.
Era un sonido como... de muerte.
Entonces se percató de la mancha roja que ahora interrumpía la transparencia de la ventana.
