One Shots Male Reader [||][Pedidos Cerrados]

You and me, only you and me - Gojo Satoru [JJK]

(HOLA, espero que te guste, y una disculp ¡Gracias por tu pedido!)

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En el fondo de su mente retorcida, había una punzada diminuta de arrepentimiento, nunca la importo de verdad, nunca miró a su alrededor con tanto detenimiento, nada valía la pena, no merecía su atención.

Al menos pensaba eso hasta que conoció al chico que le robó cada suspiro, cada pensamiento, cada resentimiento de celos, y no le molestaba, cada gesto y conexión mínima, provoca reacciones distintas y agradables, se deleitaba con sus minúsculos movimientos, su respiración, sus ojos expresivos, sus suaves manos, los sonidos alegres, los gemidos, sus besos, y sus caricias.

—Satoru... —Murmura sobre sus labios.

No sé besan, simplemente se tientan, ambos saben que ninguno podría vivir sin el otro, era más que obvio.

Satoru se sentía honrado, de varias maneras, una de las mayores razones fue poder ser poseedor de tal humano, que a sus ojos era una maravilla, la cual le pertenecía, era mutuo, disfrutaba teniéndolo encima de él, se complementan perfectamente, son piezas que encajan a la perfección, pues las manos del castaño encajaban perfectamente en su cintura, sobre sus muslos, en su rostro... Siempre fue y será suyo, no importa quien venga y traté de atravesar su amor, quien traté de romperlo.

Siempre fue celoso, guardaba silencio cuando lo estaba, ________ notaba cuando su pequeño Satoru se moría de celos, por cualquier persona que se acercaba a él, por mínimo que fuese el acercamiento, una duda, una tarea, una invitación, un coqueteó... Él los notaba, y _____ los detestaba tanto como el albino, pero había una diferencia notable.

— Toru no les preste atención, no merecen la pena —Dijo con calma, conociendo las reacciones de Satoru .

El mismo sintió un clic en su cabeza, no era necesario armar, no en ese momento, así que dejó de removerse inquieto, suspirando para mirar a su pareja.

—Bien... Lo dejaré pasar —

Dijo extrañamente tranquilo, no fue preocupante para el castaño, era Satoru después de todo, no había nada de malo en que tomara las cosas a la ligera, se fueron alejando poco a poco, mientras ______ lo llenaba de mimos y palabras empalagosas, la chica que se quedó atrás los miraba atareada.

Como si todo hubiese ido rápido, no se pudo defender, aunque después de todo sus intenciones eran claras para el peli-blanco.

—No te preocupes tanto —Escucho al último.

_____ besaba las mejillas pálidas de su amante inconforme.

La calma se fue de poco del cuerpo de la chica, pensaba que ____ podía manejarlo, solo que está vez, la mirada de Satoru sobre ella era penetrante, punzante y dolorosa, tenía miedo, pues todo aquel asunto fue mala idea, no debió hacerlo.  Sintió que empezaba a sudar frío, no entendía el porque, pues Satoru me pareció poco importante, aunque, poco tardo en notar que...

Satoru le daba miedo.

Quizá el terror no era paranoia, sentía sus días pasar lentos y tortuosos después del incidente, se justificaba al no saber que eran pareja, supo está mente no lo sabía.

Aunque siempre los viera juntos, tomados de la mano, desparramando amor, no tenía idea de que eran pareja, no lo noto.

—Quisiera hablar contigo unos minutos.

Escucho a sus espaldas, el tono era enojado, molesto, y no tenía que mirar quien era, era obvia la presencia del albino esa noche.

Se puso nerviosa, procuró no moverse para nada, ni siquiera respondió, no valía la pena hacerlo, cualquier cosa que saliera de su boca sería tomada como una mentira.

Sin notarlo, sus manos sudaban y temblaban, está ban en silencio, él molestó, ella temerosa.

—Ay, no creo que sea necesario, ¿Verdad? Todo esta aclarado ya, fue un error.

Trato de calmar ella, moviendo con exageración sus manos, él solo la miraba, lleno de coraje y disgusto, pues ella le parecía un ser inferior que se había atrevido a poner sus manos sobre SU ________.

Él suspiro, la simple existencia de ella le molestaba.

—Oh, a mí me agradaría poder... Arreglar el malentendido entre nosotros.

Paso su saliva pesadamente, estaba inquieta, pero tampoco quería hacerlo notar, realmente veía esa noche como una de las más largas, tensas y horribles de su vida, tenía claro que no podía pasar al lado de Gojo tratando de huir, pues él estaba al lado de la puerta, y era imposible salir de ahí.

Su mente la hizo alejarse de la realidad y reclamos del albino, sin notar el cómo se iba acercando, en su rostro se reflejaba molestia mayor, que incrementaba conforme se acercaba, detestaba a esa chica, era una molestia, una muy grande.

Ella reaccionó únicamente cuando un dolor punzante atravesó su estómago, por primera vez giro su rostro, encontrándose a Gojo detrás de ella, sentía su cuerpo desfallecer, tenía algo enterrado en su estómago, la sangre lleno sus manos, era tibia, pero no importaba eso, pues estaba en pánico tratando de hablar.

—Quisiera que hubieras entendido a la primera, no me agrada manchar mis manos con tu asquerosa sangre...

Murmuró, ella llena de terror lloraba, pero apenas emitía ruidos de dolor, sentía que la voz no salía de su garganta, y solo podía esperar que eso acabará pronto. Solamente que... Aquella noche apenas empezaba, y Gojo no se iría hasta dejarla sin vida, lejos del amor de su vida.

"Si ella se va... No habrá nadie más molestando a _____, es tan perfecto para mí, solo somos tú y yo cariño, solo tú y yo, mi querido ______..." Pensó en sus adentros, emocionado por terminar e ir a dormir con el castaño.

Pues solamente tenía que deshacerse de esa pequeña piedra en su zapato.