One Shots Male Reader [||][Pedidos Cerrados]

Lazo - Aizawa Shouta [Bnha]

Advertencia: Ninguna

(Espero te guste <3)

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Eri se quedó unos días con ellos, el omega del héroe estaba más que emocionado, por completo, mostrándole todo tipo de cosas a la niña, desde diferentes tipos de comida hasta diferentes actividades, después de ese tiempo Eri les tomo mucha más confianza para ellos.

A la menor les gustaba estar con ellos, parecía su hija y digamos que eso los ponía más felices que otra cosa, aunque solo uno lo mostrara libre y explosivamente.

Aizawa esos días era arrastrado de un lado a otro por el omega, junto a la niña, que iluminaba el lugar con su linda sonrisa. Pero él se deslumbraba con su omega y el brillo al tener lo más cercano a un cachorro.

Era muy bonito verlo sonreír de esa manera tan cálida.

– ¡Shouta mira! ¡Es un dibujo de Eri! –El menor llego corriendo hasta él apenas si abrió la puerta.

Era un grito en voz baja, extraño sí, pero daba pequeños altos de forma emocionada, le tendió el dibujo en el que se encontraban varias personas y con ese toque infantil, de ahí sobre salía para el su imagen y la del omega.

Sonrió de forma leve, una pequeña sonrisa, se agacho un poco para besar a su pareja que sonrió en medio del beso.

–Hizo unos dibujos muy lindo Sho... –Le comento limpiándose lagrimas que reamente no salían.

–Está bien, si, son lindos y será mejor si vamos a la cama –Le dijo con voz cansad pero cariñosa, lo abrazo recargando su cabeza en la cabeza de ______.

–De acuerdo cariño, perooo tengo muchas cosas que contarte –Tomo los brazos del alfa que se recargaban en sus hombros.

Caminaron juntos y pegaditos hacia el cuarto que compartían desde que se casaron. Se abrazaron cuando se acostaron, acurrucándose mutuamente y combinando sus aromas al estar tan cómodos, el omega emitía uno que otro sonidito mientras pasaba la noche.

Eri por su pequeña parte, tomo una costumbre, entrar a la habitación de la pareja para dormir con ellos ya que su aroma la calmaba. La primera vez que lo hizo sentía vergüenza al tocar la puerta, aún más cuando el omega se asomó alarmado, pero se calmó en el momento en que la dejo pasar.

Aizawa se tallaba los ojos desde su lugar, pero le hicieron un lugarcito en medio de ambos, esa vez durmió más tranquila y el matrimonio Aizawa se dio cuenta de lo mucho que querían ser padres.

Y que posiblemente estaban más o menos preparados para pasar por esa etapa, y sobre todo, que Eri era como su hija, como esa que confirmaron querer tener y que amarían.