CAPÍTULO 17.

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NAYRA

Adexe me está besando.

Me toma tan por sorpresa que no reacciono hasta que sube sus manos a mi rostro y presiona con más urgencia su boca con la mía. Y entonces, le regreso el beso con la misma intensidad y urgencia. El corazón me está latiendo demasiado fuerte y la manera en que me besa hace que me olvide de todo lo demás, lo único en lo que puedo pensar es en lo mucho que he deseado esto desde que me reencontré con él —si no es que antes—.

¿Esto realmente está sucediendo?

Nos seguimos besando hasta que nos falta el oxígeno. Al separarnos Adexe apoya su frente en la mía y sigue manteniendo sus ojos cerrados al mismo tiempo que sonríe.

—He querido hacer esto desde que te vi en esa calle de New York —murmura sobre mi boca.

Vuelve a abrir los ojos y la intensidad con la que me mira me desarma. Soy incapaz de decir algo, así que lo único que hago es volver a lanzarme a sus labios. Él me lo sigue rápidamente y lo disfruto tanto hasta que la rubia de ojos azules viene a mi mente.

—No —me separo— esto… no está bien… no…

—¿De qué hablas Nayra? —intenta tomar mi rostro de nuevo, pero no lo dejo.

—¿De qué hablo? Estás con Astrid Adexe, entiendo que estés confundido, pero… no puedes seguir haciendo esto.

—Nayra, no entiendo de donde has sacado eso, pero no estoy con Astrid.

—No me mientas.

—¿Crees que te estoy mintiendo? —cuestiona dolido— ¿acaso me crees capaz de besarte estando con otra chica?

Mierda.

Ni siquiera tengo que pensarlo.

—Por supuesto que no Adexe, pero… pero no entiendo, tu hermano…

—¿Qué te ha dicho Nau? —me interrumpe enojado.

No quería decirle la verdad porque no quería que supiera que me enteré de lo que tenía con Astrid, pero debe saberlo para darme una explicación.

—Que tú y ella estaban juntos —Adexe intenta hablar, pero no lo dejo y continuo: —Astrid también me lo ha dicho.

—¿Qué? —me mira con sorpresa. —No es posible, ella no… —se calla por un momento. —¿Qué te ha dicho ella? ¿Cuándo lo ha hecho? —inquiere más molesto que antes.

—El día que fuiste a mi casa, en la llamada que me hizo estando ebria, me confundió contigo y me dijo que ella tampoco quería que hicieran su relación publica —ya estoy llorando— también me dijo que sabía que tú… no sentías nada por mí.

Su rostro se contrae en una mueca de culpabilidad haciendo que mi corazón se oprima más.

—Nayra…

—¿Qué sucede realmente entre ustedes dos Adexe?

—Entre ella y yo ya no hay nada, te lo juro.

—¿Entonces por qué tu hermano y ella me dijeron eso? —digo desesperada—. ¿Por qué desde que llegaron a New York solo percibo señales de que están juntos? ¿Por qué todo mundo cree que son pareja? —¿Por qué te vi besándola hace tres años?

—Te mintieron ¿vale? Seguramente lo hicieron porque no me quieren a tu lado, pero no estoy con ella Nayra, solo que… —se calla como si tuviera miedo de mi reacción por lo que dirá, pero yo ya lo sé.

—Si hubo algo entre ustedes —digo por lo bajo y dejo de verlo.

—Déjame explicártelo todo —tantea en tomar mi mano y al ver que no intento alejarme la toma y me guía a los sofás. —Es verdad, hubo algo entre nosotros —hace una pausa pensando por dónde empezar, le toma un minuto y continua: —Te conté que la conocí en la Universidad, fuimos compañeros desde el primer año, en ese entonces yo… seguía sufriendo porque te habías ido y Astrid era muy parecida a mí antes de ti, de alguna manera logró animarme, le tomé mucho cariño, pero jamás llegué a amarla porque jamás te dejé de amar a ti Nayra —lleva su mano a mis mejillas para limpiar mis lagrimas—. De un momento a otro Astrid me confesó que le gustaba, pero era más una atracción física que otra cosa y me propuso ser algo así como amigos con derechos, me negué por mucho tiempo hasta que te vi con Ian.

Indeleble Parte I y II ~ [TERMINADA]Where stories live. Discover now