Capitulo 10

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Se despertaron el último día en la cabaña con una mezcla de nostalgia y agradecimiento por los hermosos momentos compartidos. Katsuki y Izuku decidieron aprovechar al máximo de las pocas horas que tenía antes de regresar pues al medio dia tienen que regresar a la ciudad y sus vidas cotidianas.

Después de desayunar, salieron a dar un paseo por los alrededores de la cabaña. El bosque los recibió con su calma característica, y el sol filtrándose entre las hojas creaba un juego de luces y sombras que pintaba el paisaje de colores cálidos.

Caminaron de la mano compartiendo su cercanía en un cómodo silencio. Izuku se detuvo en seco al notar algo brillante entre las ramas de un árbol. Katsuki siguió la mirada de su Omega y sonrió al ver lo que había llamado su atención.

-¿Kacchan?, eso no estaba ayer ¿o si? – señalo el peliverde

-No lo se amor – contesto con una suave sonrisa que el peliverde lo vio con intriga pues parecía sospechoso.

El Alfa se acerco a las ramas y con un salto tomo aquello que brillaba, camino hasta quedar de frente con el peliverde quien vio aquella brillante cajita de plástico.

—¿Te gusta, amor? —preguntó Katsuki mientras sostenía una pequeña caja en sus manos.

Izuku asintió, emocionado por la sorpresa. Katsuki abrió la caja revelando una hermosa gargantilla con un colgante en forma de lobo.

—Es para ti, para que siempre recuerdes este fin de semana especial. —explicó Katsuki mientras colocaba con cuidado la gargantilla alrededor del cuello de Izuku.

Izuku se quedó sin palabras al ver la hermosa gargantilla que ahora adornaba su cuello. Sus ojos brillaban de felicidad y gratitud mientras miraba a Katsuki.

—Es perfecta, Kacchan. Gracias por este hermoso regalo. Siempre llevaré este fin de semana en mi corazón —expresó Izuku, abrazando a su amado.

Katsuki correspondió al abrazo con cariño y le dio un suave beso en la comisura de los labios.

—Quería que tuvieras algo especial para recordar estos días. Eres lo más importante para mí, Izuku. —declaró Katsuki con sinceridad.

Se quedaron un momento más abrazados, disfrutando del presente y dejando salir sus aromas que bailaban a su alrededor, solo feromonas llenas de felicidad.

Finalmente, decidieron regresar a la cabaña para prepararse y emprender el viaje de regreso a la ciudad.

El trayecto de vuelta estuvo lleno de risas, conversaciones y miradas cómplices. Al llegar a la ciudad, se despidieron con promesas de más escapadas juntos en el futuro.

Llego el lunes y sus actividades volvieron a ser las mismas, ese dia su padre le habia informado que tenia que ir a la empresa de Endevor, pues como representante debía ir a firmar los últimos acuerdos que estaban viendo.

Así que salió rumbo a las instalaciones de Endevor, no sin antes mandarle un mensaje a su alfa indicándole que habia ido por petición de su padre, recibiendo un con cuidado y mándame tu ubicación en tiempo real. Izuku estaba sonriendo al ver el mensaje le mando la ubicación en tiempo real y guardo su celular una vez que se estacionó en el edificio de Endevor.

-Izuku, no sabría que serias tu quien vendría – Saludo Shoto abrazando a su amigo quien correspondió el abrazo

-Mi padre ya comienza a soltarme mas actividades y una de ellas es esta – contestó

-Bueno en ese caso vamos, nos están esperando.

Después de una exitosa reunión en la que se firmaron los últimos acuerdos entre las compañías Endevor y Yagi, Izuku salió del edificio con una sensación de deber cumplido. Se despidió Shoto y de algunos colegas y se dirigió hacia el estacionamiento, pensando en lo feliz que estaría su padre al saber que las negociaciones fueron un éxito.

My destino eres tuWhere stories live. Discover now