Capitulo 2

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Habían pasado unos días, Izuku ahora menos quería salir de su departamento solicito unos días en la oficina, uso de excusa que se le había adelantado su celo, aunque realmente solo fue ese dia y por haber descubierto que ese Alfa puro era su destinado. Tenia miedo de tratarlo pues su corazón aun estaba dolido por su ruptura.

El sol comenzaba a ponerse en el horizonte cuando Izuku decidió dar un paseo para despejar su mente. Aunque la semana había sido complicada, sentía que necesitaba aire fresco. Sin embargo, su tranquila caminata se vio interrumpida cuando dos alfas desconocidos se cruzaron en su camino.

Eran jóvenes, pero su actitud prepotente y sus miradas insistentes dejaban en claro sus intenciones. Izuku, instintivamente, aceleró el paso, tratando de evitar cualquier confrontación. Sin embargo, los alfas lo rodearon, bloqueando su camino.

- Oye, pequeño omega, ¿a dónde crees que vas tan rápido? - uno de ellos dijo con una sonrisa desagradable

-¿Por qué no vienes con nosotros? Prometo una diversión garantizada – comento el otro acercándose mas.

-Alejense de mi – Ordeno Izuku intentando mantener la calma y buscando la manera de salir de esa situación no veía nadie a su alrededor.

-No tengas miedo pequeño, solo queremos un poco de diversión – agrego uno de ellos, Izuku lo golpeo e intento correr -Pagaras por eso bastardo

-Detente Omega – Izuku no pudo evitarlo intento resistirse, pero no pudo su omega interno aun estaba afectado por los acontecimientos se sentía débil. – Ahora híncate – ordeno el otro Alfa con su voz de mando, Izuku obedeció sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas

-Oh pequeño no llores, te seguro que te divertirás junto a nosotros – dijo uno de los Alfas acariciando la mejilla del peliverde.

Lamentablemente, la situación de Izuku empeoraba. Aunque intentó resistirse, se encontraba en una posición vulnerable. En ese momento, un estruendoso sonido cortó el aire, seguido de un rugido gutural. Los dos alfas que acosaban a Izuku se voltearon sorprendidos.

De entre las sombras, emergió Katsuki Bakugo, con una mirada asesina en sus ojos y una presencia imponente. Sin decir una palabra, se lanzó hacia los dos alfas agresores con una velocidad y ferocidad que dejó a Izuku atónito. En cuestión de segundos, los dos alfas estaban en el suelo, incapaces de moverse.

-No vuelvan a acercarse a él. ¿Entendieron? - gruñó Katsuki, sus colmillos ligeramente expuestos, emanando una energía intimidante. Los alfas asintieron con miedo antes de salir corriendo.

Izuku miró a Katsuki, aturdido y agradecido. No sabía qué decir. Katsuki se acercó a él, con una expresión seria pero preocupada. - ¿Estás bien, Izuku? - preguntó Katsuki.

Izuku intento responder pero al haber intentado resistirse a los comandos que le dieron estaba causando un dolor interno, soltó un quejido lo que preocupó mas al cenizo lo abrazo y con su voz comenzó a decirle que era un buen omega para romper el anterior comando.

En un momento Izuku se comenzó a tranquilizar al punto que cayó dormido, el cenizo suspiro decidió llevarlo a su departamento pues no sabia donde vivía el peliverde. Luego de unas horas Izuku comenzó a despertar, se sentía cómodo bajo las sábanas, ¿espera sabanas?, se espanto ante ese pensamiento y se paro de golpe lo que ocasionó que se mareara perdió el equilibrio y cayera, eso hizo despertar al cenizo quien se habia quedado dormido en el sillon de la habitación.

-Izuku – grito asustado – tranquilo estas bien, estas a salvo – hablo con voz suave, Izuku levanto la vista y se topo con esos hermosos ojos que lo cautivaron unos días atrás.

-Katsuki – susurro, mientras el cenizo lo cargaba para sentarlo en la cama - ¿Qué paso?, ¿Cómo llegue aquí?

-Te traje a mi departamento despues de que te desmayaras, no sé donde vives así que me pareció esta una mejor opción que esperar a que reaccionaras en aquel parque.

Los recuerdos recientes golpearon al menor como una ráfaga, tembló ante la sensación que esos alfas dejaron y recordó como intentaron abusar de él

-No deberías andar solo, especialmente de noche. - comentó Katsuki.

-Gracias, Katsuki. – Izuku agradecio la intervención del cenizo, La conexión entre ellos se volvía más evidente, y ambos eran conscientes de ello.

-¿Tienes hambre? – pregunto el cenizo

-Un poco pero no te molestes llegando a mi departamento puedo prepararme algo – el cenizo soltó un gruñido

-No, te iré a dejar a tu departamento hasta mañana ahorita ya es muy noche para salir

El cenizo observó la expresión de Izuku, notando el miedo persistente en sus ojos. Decidió no presionar demasiado, pero la necesidad de proteger a Izuku se volvió aún más fuerte.

-Katsuki, no quiero causarte problemas - murmuró Izuku, desviando la mirada.

Katsuki frunció el ceño y levantó la barbilla de Izuku para obligarlo a mirarlo a los ojos. -Escucha, Izuku. No fue tu culpa. Esos imbéciles son los únicos responsables de lo que pasó. No deberías tener que preocuparte por salir a la calle y que te ataquen - gruñó Katsuki.

Izuku asintió, agradecido por las palabras reconfortantes de Katsuki. Se quedaron en silencio por un momento antes de que el estómago de Izuku recordara su hambre.

-Tal vez debería prepararte algo de comer - sugirió Katsuki con una sonrisa suave.

Izuku asintió, y ambos se dirigieron a la cocina. Mientras Katsuki preparaba algo para comer, Izuku no podía dejar de sentirse agradecido por la presencia del alfa a su lado. La conexión entre ellos se volvía más fuerte con cada interacción, y a pesar de las circunstancias, Izuku no podía evitar sentirse atraído por Katsuki.

Comieron en un tranquilo silencio, al finalizar el cenizo insitio en que se quedara a dormir en su departamento y en la mañana lo acompañaba al suyo. El omega se quería negar por un lado pero por otro lado se sentía tranquilo y feliz por las atenciones del Alfa.

-Toma – Katsuki le entrego un cambio de ropa al peliverde – es lo mas pequeño que tengo pero lo puedes usar para dormir mas cómodo, ve cambiate para poder meter a lavar tu ropa y que este lista mañana temprano.

Izuku tomo la ropa ofrecida e hizo lo que le pidio, Katsuki estaba conteniendo a su Alfa interno quien quería tener al pequeño omega para el, quería reclamarlo como suyo.

A la mañana siguiente tal como lo prometió el cenizo despues de preparale el desayuno lo acompaño hasta su departamento. Durante el camino, no intercambiaron muchas palabras, pero la presencia reconfortante de Katsuki era suficiente para calmar a Izuku.

Al llegar al departamento, Katsuki se aseguró de que Izuku estuviera bien antes de despedirse. Antes de irse, sin embargo, miró fijamente a los ojos de Izuku y dijo:

-Estoy aquí para protegerte, Izuku. No permitiré que nadie te haga daño. – tomo su mano y le dejo un suave beso en el dorso, luego saco su tarjeta de presentación – este es mi numero estamos en contacto, quiero conocerte Izuku. – sin decir más se alejó asegurándose que el peliverde se encerrara en su departamento.

My destino eres tuWhere stories live. Discover now