Capítulo 2

83 20 69
                                    


Siwon está sentado en la barra, en la esquina más apartada, bebiendo alcohol. Su amigo, el barman, le dio lo más fuerte que tenía para limpiar el bochorno y la cara de idiota que se le quedó cuando su pareja caminó por encima de él para marcharse con otro. Su pareja hizo eso. Oh, si, lo hizo. Su lobo protesta descorazonado. Siwon bebe otro trago.

En esos momentos, casi a las dos de la madrugada, los fiesteros son pocos y es evidente que la hora de cerrar se acerca.

-¿Te sirvo otro?-
Siwon levanta la vista.
-¿Por qué eres tan amable conmigo?- quiere saber.

-He trabajado en bares por más de veinticinco años. He sobrevivido a las reglas de diferentes dueños. Abrimos el bar cuando los homosexuales eran perseguidos y no podíamos permitirle la entrada al local pero ahora somos el estandarte de la diversidad sexual y de género. Después de todo eso, dime, ¿crees que es la primera vez que veo a un hombre rechazado? Te daré alcohol, conseguirás una buena borrachera, la dormirás como un tronco y mañana seguirás tu camino. Sencillo.

Siwon empina el vaso. Cómo podría explicarle al sujeto que no, no es para nada sencillo, al contrario, está en una encrucijada. Primero, no hay alcohol en el mundo capaz de hacerlo perder la conciencia y caer rendido, su metabolismo no lo permite. Segundo, ahora mismo no está seguro de cuándo, cómo ni por qué medios lo logrará pero está claro que el chico es su pareja y se lo arrebatará a su jefe. Es el destino, uno que está firmado por la mano de la Madre Luna. Su unión es sagrada.

-La quiero a ella.- sentencia Siwon.

El barman menea la cabeza con desaprobación. Suspira.

-Hey, pareces un tipo listo, no te encapriches en lo que no tiene solución. Solo un suicida se arrojaría al barranco después de haber sido advertido numerosas veces.

-Es ella.

-Pero ella es exclusiva, lo ha sido siempre, desde que llegó al negocio de las acompañantes. Es una dama de la noche que no necesitó comenzar desde abajo, siempre ha estado en la cima y, por lo tanto, sus estándares son muy elevados. En este bar puedes encontrar sexo gratis, siempre casual y por divertimento en una noche loca. Sin embargo, también están las chicas y los chicos de compañía que alquilan su tiempo y ese dinero es su única fuente de ingresos. Entre ellos, como en todo, hay jerarquías: los encuentras que por unos cientos de wones te maman la polla en el patio trasero y las que requieren tu salario de un mes solo por una noche. Ella todavía está más arriba: tiene un único hombre, siempre de su elección, y este paga por todo su tiempo, las veinticuatro horas.

-¿Y este hombre sería el Comisario de Policía?

El barman afina sus ojos y cierra un poco sus cejas. Parece sorprendido que Siwon sepa quién era el hombre de la gabardina.

-Ese señor ha ganado su favor en los últimos cinco años. Anterior a eso, por entre sus piernas pasaron importantes hombres de negocios, multimillonarios y grandes herederos. No quiero tirar abajo tu autoestima, amigo, pero no estarás en su campo de visión nunca.

-Gracias. Eres un buen tipo.

Siwon empuja en su garganta lo que queda de su trago, paga dejando generosa propina y pone rumbo a la salida.

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.
Mi pareja, mi destino.Kde žijí příběhy. Začni objevovat