Que esperar (Cuando estas esperando) {{SuperCorp}}

Capítulo 30 - Tu amor es mi página de vuelta

Alerta de uso necesario de pañuelos para leer este capítulo.

Si el anterior las hizo llorar, este lo hará un poco más 😜

Disfrútenlo porque debo avisarles que solo queda un capítulo más para llegar al final 👋

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Lena no supo cuánto tiempo se quedó mirando el trozo de papel que contenía la razón por la que su ansiedad le subía a la garganta en ese momento. Era como revivir toda una pesadilla. Los mismos miedos, las mismas frustraciones y la misma sensación de haber sido violada. Por supuesto, el bebé que tenía en el regazo no había nacido específicamente de ella, pero le pertenecía. La niña de labios rosados, pelo tan claro y ojos grises era su hija, tanto como lo era Lizzie, y lo peor de todo ni siquiera era enterarse ahora, después de casi tres meses, sino la desesperación de tener que afrontarlo sola. 

Una vez más. 

Kara no estaba y su salud empeoraba con cada minuto de espera, ningún médico decía que algún día despertaría del coma y, si lo hacía, era imposible que no quedaran graves secuelas.

Las manos le temblaban de nerviosismo, el sonido de la succión del pecho se fue apagando poco a poco, lo que indicaba que la rubia se había quedado dormida, mientras Lizzie jugueteaba con unos guantes de goma en el suelo. La morena miró fijamente a su cuñada, luego a Lizzie y después a la niña desconocida que tenía en brazos. 

¿En qué se había convertido su vida? ¿Por qué no podía tener un minuto de paz? ¿Y qué tenía de malo que la gente respetara su espacio personal? 

No quería tener otra hija. No quería volver a pasar por lo mismo, tener que cuidar de otra persona frágil y dependiente, no quería. Todavía le quedaban restos del resentimiento y la angustia de haberse quedado embarazada sin su consentimiento, pero ahora ni siquiera podía decidir como antes. Vale, ¿podría dar a la niña en adopción? Podría, pero ahora que sabía lo difícil que era cuidar de un niño kriptoniano, ¿cómo iba a confiar en nadie para hacerlo?

No, pensó, tenía que concentrarse. Tenía que respirar hondo, meter todas sus emociones en cajitas en el fondo de su alma y afrontar la situación con madurez. No tenía que decidir nada todavía, no quería decidir nada, porque seguramente no haría lo correcto y eso la perseguiría el resto de su vida. Primero tenía que asegurarse de que la bebé estaba bien, así que su cerebro, combinado con su corazón de madre, empezó a pensar en todo lo que necesitaba para mantenerla sana. Dios sabe cuánto tiempo había estado atrapada en aquella caja fuerte y cuánto tiempo llevaba sin comer adecuadamente. Aún recordaba a Lizzie cuando tenía dos meses y medio, era tan regordeta, descarada y de piernas gruesas, pero ELDX-4 era delgada, pequeña y no parecía tener ni tres meses.

Mientras la pequeña Danvers estuviera inconsciente, Lena haría lo que fuera necesario para cuidar de la pequeña. Cuando sintiera que había llegado el momento de decidir, o si se daba cuenta de que era demasiado, sería sincera con la pelirroja. No tenía el corazón ni la mentalidad para volver a ser madre.

"¿Lena?" Alex le llamó la atención, sacándola de sus confusos pensamientos "¿Estás bien?"

"¿Qué si me encuentro bien?" la otra arqueó una ceja "Alex..." 

"Lo sé..." 

"No quiero volver a ser madre, Alex" admitió "Yo no pedí esto, yo... yo no..." resopló nerviosa y completamente perdida, con los ojos llorosos "No puedo..."