Capítulo 25.

253 18 4
                                    

Eirian.

— Así que ahora quiero que tomes tus mierdas y te largues de mi vista.—Dice Dahn, mientras observa a Yuan; quien se encuentra con una bolsa de hielo en el rostro.

—Primero me golpeas, ¿y ahora me echas? ¿Tan poco cosa soy para ti?—Suelta, y por un momento no logro encontrar la burla o el sarcasmo en sus palabras. Por un momento parecen tan reales.

—No eres poca cosa, Yuan.—responde Dahn, y tanto Yuan como yo lo miramos.—No eres nada. Ya no eres nada para mi.

Mi boca se abre levemente ante sus palabras. Inconscientemente volteo a ver a Yuan, quien solo se mantiene serio ante las palabras de Dahn y hasta cierto punto sorprendido. Creo que pensó que Dahn nunca sería capaz de decirle algo así.

—Así que no soy nada, eh.—Dice y suelta una risa falsa.—Espero que mantengas tus palabras, Dahn. Porque tuve que haber sido mucho, para que ahora no sea nada.

Dahn abre la boca dispuesto a contestarle, pero Yuan lo interrumpe poniendo una de sus manos frente a su rostro.

—Se que piensas que te abandoné. Pero, yo nunca me fui, me quedé en cada una de las cosas que te enseñé, me quedé en tu aprendizaje y en tu memoria, así que no me odies por irme, porque nunca me fui.

Yuan sale de la casa sin decir nada más. Me quedo anonadada ante sus palabras, y con algo que temor volteo a ver a Dahn, quien se ha quedado igual o peor que yo. Puedo ver el dolor en sus ojos, puedo ver todo el amor que alguna vez le tuvo a Yuan y eso me duele. Pero, finalmente no puedo hacer nada, es parte de su historia, y yo no puedo cambiar eso, ni aunque Dahn supiera cuanto lo amo ahora mismo, nunca cambiaría que él en algún momento amó a Yuan con la misma intensidad con la que yo lo amo a él.

—¿Estás bien?—Le pregunto y solamente me mira.

—Lo estoy.—responde finalmente mientras se tira a mi lado en el sofá.—Él no ha cambiado nada.

Lo miro confundido, y Dahn solo suelta un suspiro.

—Sigue siendo un maldito manipulador.

Trago saliva y lo veo prender un cigarrillo, mientras lo lleva a su boca con cierto enojo.

—¿Tú lo buscaste?—Le pregunto, Dahn saca el cigarrillo de su boca y me mira, pero finalmente termina negando.

—No.—Responde.—Tal vez lo buscaba inconscientemente entre las personas sabiendo que él no iba a volver.

—Lo estabas esperando, Dahn.—Más que pregunta suena como afirmación y él suspira como respuesta.

—Pero él volvió.—Continúa.—accidentalmente, pero volvió. Y no se como sentirme al respecto.

—¿Aún lo amas?—lo interrumpo y mi corazón bombea con fuerza al ver la  expresión de su rostro contraerse.

—No, no lo amo, ahora no, pero eso no quita que alguna vez lo amé, y que tal vez ese recuerdo siga estando en mi memoria hasta el día en que me
muera. No lo amo, pero cuando lo veo me duele saber que perdí a quién más amé por amarlo a él.

—¿A quién más amaste?

—Sí.

—¿Quién es esa persona?—Le pregunte con un hilo en la voz.

—A mi mismo.

Mi boca se abre lentamente, y en cierta parte lo miro sorprendida, nunca pensé que me diría algo así.

—¿Recuerdas la noche en la que ambos estábamos ebrios?

Suelto una pequeña risa y asiento.

—Te dije que me recordabas a la personas que más había amado y a quién había perdido.—sigue hablando mientras me mira y los flashback's de esa noche regresan a mi memoria. Y recuerdo lo mal que me sentí por haber pensado que hablaba de Yuan.—No hablaba de Yuan, hablaba de mí. Me perdí a mi mismo por seguirlo a él, por eso me recordabas a mí, por eso intentaba mantenerme a la raya contigo y alejarte, pero, al parecer no funcionó.

—¿Por eso decidiste irte?

—Si. Cuando decidí eso, creo que por fin entendí a Yuan, luego de muchos años, se que, tal vez fue por diferentes razones, pero, me alegro de que se haya ido, me alegro por ello, me duele, me dolió, pero supongo que su ausencia me hizo un bien.

—¿Y qué piensas hacer con él ahora?—Le pregunto al no saber como responder a sus anteriores palabras.

—Quisiera de verdad echarlo, pero se que va a volver, porque hicimos un trato.

—¿Un trato?

Él asiente.

—Él prometió ayudarme a comprobar mi inocencia a cambio de que me quedara a su lado.

Mis ojos se abren y con brusquedad me levanto del sofá para mirarlo totalmente desconcertada.

—Le mentí, Eirian.—Dice al ver mi reacción.—Una vez que me ayude a comprobar mi inocencia haré que se vaya a prisión. Al buscar pruebas de mi inocencia, encontré pruebas para mandarlo a la cárcel.

Un suspiro sale de mis labios ante eso y no puedo evitar sentirme mucho más tranquila.

—Pensé que te volvería a perder.—Le susurro cuando se acerca a mi para rodearme con sus brazos.

—No, nunca más.

Lo abrazo con mucha fuerza y las palabras de Yuan resuenan en mi mente, él había sido parte de la historia de Dahn y yo no sabía casi nada.

—Dahn—Lo llamo y trago saliva cuando se separa de mi para mirarme.—¿Puedo saber todo tu historia?

Los labios de Dahn se entreabren, lo veo tragar saliva y desviar la mirada ciertamente nervioso, parece pensarlo y finalmente termina asintiendo.

—Siéntate, porque estaremos despiertos toda la noche.

(...)

¡Quiero pedirles cientos de disculpas!
Perdón, por desaparecer tanto tiempo, me siento muy mal por eso.

Pero he estado trabajando en proyectos nuevos y ansío mucho en mostrárselos.

De verdad, mil disculpas por desaparecer y dejar abandonada esta historia por bastante tiempo, pero ahora que tengo inspiración para ella, planeo utilizarla a lo máximo.

Gracias por toda esta espera, y nuevamente mil disculpas por desaparecer todo este tiempo.
Los amo y nos leemos muy pronto.

❤️

Pecando Entre Sangre.Onde histórias criam vida. Descubra agora