ESPECIAL III: Una Perfecta Navidad

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PAU

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PAU

Son visperas de navidad, mi época menos favorita del año ¿por qué? Pues, la mitad de las navidades que pasé fueron en el orfanato, y eran HORRIBLES.
En aquel orfanato no eran muy religiosos y no creían mucho en esta festividad, pero para que los niños no nos sintiéramos mal solían dar un pequeño regalo, los cuales eran bastante simples, no es por ser desagradecida pero literalmente eran regalos sin esfuerzo, la mayoría de las veces simplemente nos regalaban una tarjeta toda simple que decía «Feliz navidad».

Pero confío en que esta navidad será mejor,  quiero que sea perfecta. Será mi primera navidad en familia, con Sullie; mi hija, y con Susan; mi esposa, además de Iza y Dotty y otros amigos más.
Susan tampoco solía pasarla bien en navidad, pero mejor que los del orfanato si se la pasaba.
De hecho, nisiquiera sé como organizar una buena navidad, lo bueno es que no lo haré todo yo, Susan, Iza y Dotty pondrán su parte, Susan esta encargada de cocinar y cuidar a Sullie, Iza y Dotty de la decoración y yo limpiare y ayudare a decorar.

El punto es que ya era muy tarde y dentro de poco llegarían los invitados, y todavía no decorabamos, ni la cena estaba lista.

—Amor, ¿ya está listo el pavo? —pregunta Pau acercandose a Susan.

—Le falta solo un poco. Linda, ¿me haces un favor?

Pau asiente ampliando la sonrisa esperando ese favor.

—¿Puedes bajar al sótano y traer las mesas? —pregunta Susan con una sonrisa.

—Ah, claro que si. —responde Pau ante la petición y se retira.

De repente Sullie comienza a llorar fuertemente y Susan al escucharla se preocupa y corre a su habitación.

—¡Sullie! ¿Qué tienes mi niña? —le pregunta preocupada.

Sullie simplemente sigue llorando, ella todavía es una bebé y no puede hablar aún.

—¿Quieres que... te cambie el pañal?

Sullie llora más fuerte haciendo un berrinche.

—¿Qué tienes, vida? ¿Tienes hambre?

A lo que continua haciendo berrinche, parece como si si entendiera.

Susan la cargo y le dio palmadas en la espalda causando que Sullie eructara, y después de eso Sullie dejó de hacer berrinche y sonrió.

—Ah... ¿solo era eso? Ah... bueno. Entonces vuelve a dormir baby. —dicho esto la acostó nuevamente en su cuna y le dio un beso en la frente. —Descansa, mi niña.

Apagó la luz de la habitación dejando que Sullie durmiera y bajó de nuevo a la cocina, pero al acercarse pudo oler algo que se estaba quemando, entonces se preocupó ante esto y corrió hacia el horno viendo como salía humo.

Una Disculpa Sincera Where stories live. Discover now