Capitulo 30

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Susan sonrió ligeramente y cerró los ojos para empezar a dormir

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Susan sonrió ligeramente y cerró los ojos para empezar a dormir.

A la mañana siguiente Pau se levantó antes que Susan y parpadeo dos veces hasta abrir completamente los ojos, giró la cabeza para ver a Susan y sonrió admirando la lindura de su novia.

— ¿Cómo puedes ser tan linda aún estando dormida? — le preguntaba mientras Susan continuaba con su profundo sueño.

Pau bostezó y se levantó en silencio lentamente para no despertar a Susan.

"— Tengo hambre, pero no la voy a despertar, iré a la cocina a ver si tiene algo pequeño para desayunar.  —" pensaba.

Mientras Pau bajaba las escaleras, notó desde lejos unas hojas de papel apiladas en un mueble, frunció el ceño con curiosidad y se acercó a ver.

— Mmm... ¿qué es? Sea lo que sea no veré. Son cosas de mi novia y tengo que respetar su privacidad. — se decía a sí misma.

Mientras decía eso bajo su mirada hacia el suelo y vió que había una hoja tirada con algunos textos.

"— ¿Se habrá caído de la pila de hojas? No lo puedo leer, es su privacidad... pero tengo nucha curiosidad. —" pensó Pau al levantar la hoja con su mano.

Justo cuando iba empezar a leerlo se rehusó,  lo puso en su lugar, y se fue a la cocina a buscar algo para desayunar, justo en eso escuchó pasos en las escaleras y giró su cabeza para ver a Susan bajar.

— Buenos días Susy, me alegra que hayas despertado, ya tenía hambre. ¿Dormiste bien?

Susan bostezó y sonrió al escuchar su voz.

— Sí, ¿tú dormiste bien?

— Sí, me desperté un poco antes que tú y pues tengo hambre...

Susan soltó una leve expulsión de aire o bien, una risa al escuchar esto.

— Hay galletas en la despensa y leche en el refrigerador, puedes comertelas si quieres yo la verdad ahora no tengo hambre. — dice.

— Oh, bien.

Susan se acercó hacia ella y recargó su cabeza en el hombro de Pau.

— Tengo mucho sueñooo. — se quejaba ella.

— Vuelve a dormir si quieres, no es molestia para mí. — respondió Pau con una sonrisa leve.

— ¿Segura?

Pau asintió y Susan se dirigió hacia las escaleras para empezar a subirlas, en eso Pau miró la pila de hojas en el mueble aún con curiosidad.

— ¡Susy!

Susan giró la cabeza al escucharla.

— ¿Qué pasó? — preguntó.

— Ah... no nada, está bien, vuelve a dormir. — respondió Pau aún viendo las hojas directamente.

Susan sonrió y siguió subiendo las escaleras.

"— ¿Será algo importante? —" se preguntó Pau. "— Después le preguntare... no quiero molestarla. —"

 —"

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Una Disculpa Sincera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora