9- Nuevas oportunidades.

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Mía
España 2021


Una vez en la puerta de la mansión, toque el timbre de la reja y a los pocos segundos escuché la vos de la Señora Lucia.

—¿Quién es? —Preguntó.

—Emm... bueno... soy Mía. Pu-puedo  quedarme a-aqui esta noche.

—¿Qué pasó? ¿Estas bien? Bueno no importa entra y luego me cuentas.

—Gracias.

La puerta de la reja se abre y me dirijo con rapidez hacia el interior donde ya me esperan con la puerta abierta. Frente a ella la señora Lucia me espera acomodándose el pijama.

—Pasa, pasa, que hay frío. 

Entro a la casa y ella me conduce hasta la sala y se va a la cocina, en unos instantes vuelve con un té de jengibre, me lo tiende y yo lo tomo con manos temblorosas

Ella se sienta a mí lado y se mantiene en silencio mientras yo le doy pequeños sorbos a mí té. Una vez que estoy calmada me hace la pregunta que ha estado esperando para hacer.

—¿Qué pasó?

—Puedo quedarme aquí por hoy, no tengo a donde ir, se que solo soy una chacha aquí pero de verdad necesito un lugar donde quedarme.

—Claro que puedes quedarte aquí, y no solo hoy sino los días que te hagan falta. 

—Hoy tuve una discusión muy fuerte con mi padre, recordé cosas muy horribles de mi infancia.— explico los más calmada posible —Lo siento, no me gusta hablar mucho de ello.

—Tranquila, acompañame.

La seguí mientras me llevaba a una de las habitaciones de invitados, lo sé porque las he limpiado miles de veces en estos seis meses que llevo trabajando aquí.

—Quedate aquí, date una ducha si quieres comer algo baja a la cocina. Duerme un poco.

—Muchas gracias, enserio, muchas gracias —sin pensarlo la abrazo, ella me devuelve el abrazo y acaricia mi corto cabello.

—Descansa. — Sale de la habitación y cierra  la puerta.

Dejo me mochila a un lado, y entro al baño que hay incluido en la gigantesca alcoba.

Me desnudo y entro a la ducha, abro la llave y dejó el agua lo más caliente posible  que mi cuerpo pueda soportar.

Me quedo así algunos instantes y luego salgo la bata de baño para acostarme en la cama.

A pesar de ser la cama más cómoda en la que estado nunca me es difícil quedarme dormida, miro nuevamente la hora en mi celular, dos con cincuenta y cuatro minutos, casi las tres de la mañana, vuelvo  a dejar el aparato en la mesita y cierro los ojos. No se en que momento me quedo dormida solo de que fue bastante tarde.

Cuando desperté por el estrepitoso sonido de la alarma de mi celular podía notar mi cuerpo pesado debido al gran cansancio que me invadía. Me senté en la cama y frote mis ojos.

Dicen que hay personas que se levantan como si nada, y luego estoy yo, que necesito media hora para que mi cerebro se conecte con la realidad y recuerde que día es hoy, en que año estamos y dónde estoy.

Luego de perderme en mi tercer viaje astral en los últimos diez minutos recuerdo que me encuentro ven la mansión y que hoy es martes.

Joder, es martes.

Martes

MARTES.

Mi examen de química.

Me levanto de un salto y corrí al baño. Mi cabeza dolía y al mirarme en el espejo me veía igual que Emili de la novia del cadáver.

Cómo En Los Libros Where stories live. Discover now