Reencarnación inesperada en: Maid Dragon (Pausada por falta de apoyo)

005 - Algo... curioso... sucede

La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Aunque Ikal aún no despertaba ninguna habilidad que pueda usar activamente, sus poderes psíquicos y alguna característica extra, como el fortalecimiento de su cuerpo, que su piel fuera tan dura como las escamas de un dragón, el deseo de proteger a los miembros de su grupo, dieron como resultado varios niños llorando en el piso y a un par de niñas aterradas que corrieron a la mínima oportunidad.

Nae, en lugar de asustarse por lo sucedido, parecía tener estrellas en los ojos, pensando que Ikal era un tipo de superhéroe.

- ¿Estás bien Nae? -pregunta Ikal, ayudando a la mencionada a levantarse.

- Si, gracias por protegerme -responde Nae y acepta la ayuda.

Antes de que siguieran hablando, un par de maestros se acercaron.

Por suerte o por desgracia, los atacantes tenían fama de problemáticos y fueron suspendidos.

Al salir de la escuela, que fue más pronto porque llamaron a sus tutores, Nae no perdió el tiempo e imitó a Ikal en su pelea, causando tres reacciones: la primera fue ternura por sus movimientos; la siguiente, agradecimiento por parte de Kenji y Yoko por salvar a su hija; la última fue preocupación por parte de Yoshio y Tamayo, quienes al saber que eran chicos mayores, pensaron que Ikal estaba herido, pero se aliviaron al saber que salió ileso.

- No voy a regañarte por ayudar a Nae, pero no hagas eso si puedes hablar antes -dice Yoshio, solo por no quedar mal frente a Tamayo y Yoko, pues al igual que Kenji, estaba orgulloso de Ikal.

- Entiendo, lo tendré presente -dice Ikal, adivinando la intención real de sus palabras.

Al estar todos reunidos de nuevo, decidieron hacer una pequeña fiesta, nada extravagante, pues no querían que la tía Sakura se esforzará, asi que compraron comida en el distrito comercial y fueron a casa, donde Ikal fue regañado por Sakura y luego felicitado.

La familia, durante y después de la celebración, no dejaron de platicar y en algún momento, el cerro de atención fue Nae, a quien no había visto desde que nació, prácticamente.

Aprovechando la distracción, Ikal salió al jardín, para admirar la luna llena.

- Nae Saikawa… o Georgie, su futuro nombre de sirvienta -se dice Ikal, ya sabiendo que mundo es y qué peligros le esperan.

Uno pensaría que un mundo como el de Maid dragón es tranquilo por toda la comedia que tiene. Sin embargo: Tohru puede causar el fin del mundo por sí sola, ni hablar de su padre, y los demás, como Elma, deben estar cerca de ese nivel, y si hablamos de Lucoa, quien es Quetzalcoatl, quien puede vencer a Tohru sin esfuerzo… bueno, Ikal no puede compararse, además de la posible y obvia existencia de más dragones al nivel de Quetzalcóatl y otros seres.

- Pero aun así… es interesante -dice Ikal sonriendo, tal vez sea algo relacionado con los dragones, pero no se sentía intimidado, estaba deseoso de un encuentro con las dragonas y posiblemente, una pelea amistosa.

- Ikal… -llama una dulce y tierna voz, Nae- quería darte esto, como muestra de mi gratitud -dice extendiendo un pañuelo -, fue el primer pañuelo que compré con mis ganancias de vender limonada -confiesa orgullosa- ¡Por favor aceptarla!

Ikal toma el pañuelo y acaricia la cabeza de Nae, haciendo que ella sonría, feliz y contenta.

- Lo acepto pero quiero aclarar algo -dice Ikal dejando de acariciar a Nae-. Te salve no porque quisiera ser recompensado, lo hice porque me importas -confiesa -, espero que no vuelva a pasar, pero si sucede… me basta con un gracias y tu sonrisa.

Nae, conmovida, abraza a Ikal y, aunque con algo de frío, admiran la luna hasta que Nae se queda dormida en los brazos de Ikal.

Ikal, al no querer que Nae se enferme, la carga y lleva a una habitación, los adultos están bebiendo, así que no serán los más responsables hasta mañana.

Por suerte, en la habitación hay dos futones donde ambos podrán descansar.

Ikal acomoda a Nae quien se inquieta un poco, pero rápidamente vuelve a perderse en sus sueños.

Al verla dormir, Ikal vuelve a salir por la puerta de ese cuarto al exterior.

Aunque no ha despertado habilidades mágicas, Ikal decide meditar un poco, tratando de hacerse uno con la naturaleza.

Una media hora más tarde, Ikal consigue un avance, unace se posa sobre él, como si fuera un árbol y algunos animales se acercan a él sin miedo y se refugian del frío entre su ropa. Una pequeña sonrisa ilumina su rostro, toma a los animalitos, que resultan ser ardillas y las coloca en una casita de aves vacía y en otra el ave, que es un faisán verde.

Cuando decide camina un poco por el jardín, sin querer, pisa un pequeño charco al lado de una fuente para pájaros y se evapora haciendo retroceder a Ikal.

- Acaso… -dice acercándose a la fuente y metiendo la mano.

El agua se evapora rápidamente, causando una amplia sonrisa en Ikal, pero rápidamente se desvanece, las plantas a su alrededor se están secando.

Asustado, usa susbpodere para elevarse y alejarse un poco de la zona.

- ¡Vamos, controlate! -se exige mientras siente cómo su cuerpo se calienta y sin ropa empieza a oler de anwr peculiar.

Por más que intenta, el cuerpo de Ikal sigue liberando calor, poco a poco, su cuerpo libera chispas y luego pequeñas lenguas de fuego, su ropa se enciende y poco a poco es incinerada, hasta el punto de dejar desnudo a Ikal, las no se ve su cuerpo, ahora Ikal es una bola de fuego.

- ¡Maldita sea! -grita Ikal lleno de frustración - ¡Controlate!

De la nada, todo el fuego se extingue, aliviando y extrañando a Ikal, aún sentía ese desorden de alguna energía extraña que le hacía liberar fuego, pero algo más la reprimía.

- ¡Nunca pensé ver a un pequeño humano tan interesante! -dice una voz fuerte, pero a la vez dulce y seductora, con una sabiduría intrínseca en ella- ¿Quién eres pequeño?

Al girarse a la fiente de la voz, bajo la luz de la luna, a uno cien metros, una enorme y mítica figura se asomaba entre las nubes.

Decir enorme sería poco, era colosal, posiblemnte media cientos de metros sino más de largo, y su cabeza no era menos imponente, con suerte, una ballena gris podría llenar su fosa nasal. Ikal no puede evitar susurrar.

- Quetzalcoatl...

...

Continuará...

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