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Cuando abrió los ojos solo la tenue luz del atardecer anaranjado iluminaba su rostro.

Seungmin se levantó de la cama adolorido, los huesos le tronaron en el proceso, su cuerpo estaba repleto de venda y unos parches pegados en dónde estaba más herido, dió una mirada completa por la habitación pero no encontró a Hyunjin por ningún lado. Frunció el ceño al no encontrarlo.

Al salir de la habitación se encontró con muchas personas paradas al frente de su puerta.

Los chicos que trabajaban para él estaban custodiando su estadía, ellos emocionados por su regreso hicieron esa maravillosa reverencia que a Seungmin le encantaba.

Todos en fila recta con la cabeza mirando al suelo.

Se sentía como el jefe.

- Sea bienvenido - hablaron todos al unisono - es un honor tenerlo de nuevo jefe, su novio estuvo al mando en su ausencia pero siempre fuimos fieles a usted.

Seungmin sonrió orgulloso, podía conocer esos rostros de los que nunca le fallaron y también sintió como su novio hizo un gran trabajo, era un jefe exelente.

Aunque aún no sabía todo lo que pasó sabía que Hyunjin los mantendría a raya.

- ¿Lo han visto? - preguntó al no encontrarlo en medio de los chicos que estaban parados frente a él.

- MIK como estás? - llegó Chan - lo ví salir a medio día, estoy a tu cuidado.

Seungmin negó con la cabeza, su alocado chico seguro estaba planeando algo, lo conocía lo suficiente como para saber que no se habría ido si no hubiera una buena razón.

Quería saber cuál era la razón.

Y mientras el pensaba en que podría hacer Hyunjin, el susodicho exponía su arte en medio de una plaza.

De como su maravilla de arte se exponía ante medios de noticia y publicaciones en internet.

Las personas se reunían ante el maravilloso trabajo que hizo Hyunjin.

"Que habrán hecho esos pobres hombre para terminar así"

Se susurraba en el lugar.

Los policías y los forenses trabajaban en la escena, marcaban los cadáveres y fotografiaban los cuerpos sin forma.

En medio del parque en la zona más alta y más visible de una de las estatuas estaba la cabeza de un conocido juez muy respetado en su ámbito.

"Debía de tener muchos enemigos, que corruptos por asesinar y dañar a quien da ley".

La cabeza de la estatua estaba tirada en el suelo y la de aquel hombre la remplazaba.

Su cuerpo estaba en la fuente, el agua se pintaba de rojo escarlata por la sangre que desprendían cada una de sus extremidades.

Aunque....

No era el único, las otras dos estatuas que acompañaban a la mayor tenían lo mismo, las cabezas de dos extraños remplazando la roca tallada, aquella fuente era como una sopa de brazos y piernas amputadas, ojos flotantes y dientes que se mezclaban en el agua.

"Pobres hombres"

"Porque compadecerse de ellos cuando había alguien que si sufrió por su culpa, deberías también matarlos" le susurró una voz.

-"Ellos tocaron lo que me pertenece, merecían más que solo haberse comido sus propios genitales y arrancarles los dientes a golpes.... Merecen más dolor del que sintieron"

Que escándalo se formaba en el lugar, nadie vio a Hyunjin y nadie lo vería, el era la sombra que nunca podría ser atrapada.

Mientras todos tapaban sus rostros asqueados y preocupados, el observaba tranquilamente su obra de arte con una sonrisa.

.....

Hyunjin lo encontraría, lo encontraría y lo haría pagar con sangre lo que le hizo a Seungmin.

Hyunjin lo tenía en la mira e iba por él.

Y mientras él se vengaba por amor, alguien se estaba metiendo bajo la piel de su hombre.

- Nos volvemos a ver... Seungmin - el mencionado se tenso al escuchar esa voz.

Oh qué mala idea haber salido del radar de Chan y huir a una de sus casas en la ciudad para poder relajarse como el quería.

Olvido su propia regla.

-Nunca bajes la guardia...

Mientras él tocaba las suaves sábanas de la cama después de una larga ducha Changbin de adentro a su habitación, sonriendo de aquella forma amigable que lo hacía ver más falso de lo que era.

- Mi fiel amigo - soltó con sarcasmo el castaño, su bata la apretó más en su cintura y se cruzó de brazos - acabemos con esto de una vez por todas, si quieres matarme hazlo, pero si quieres que te una paliza estoy dispuesto a hacerlo, acércate y lo arreglamos.

Changbin empezó a reír a carcajadas, se acercó al menor y separó uno de los mechones mojados de su rostro.

Estaban a escasos centímetros sin hacer nada y solo respiraban en el rostro contrario.

Fue solo cuestión de un segundo para que Seungmin tomara el arma que llevaba Changbin en la cintura y se la apuntará en la cabeza, aunque al mismo tiempo Changbin apuntaba con otra su estómago.

Trabajaron y delinquieron tantos años juntos que sabían como actuaría el otro en cualquier caso, pocas veces dejándose sorprender por alguna acción que hacían..

- Pum! Ja - Changbin apretó el gatillo pero ninguna balada salió - realmente confiaste mucho en que están sin balas.

Seungmin ni siquiera pestaño ante eso, botaron las armas al suelo y volvieron a hacer un duelo de miradas.

- Deja de comportarte como un niño, si quieres golpearme ven y hazlo - Seungmin sabía que entre ellos había la posibilidad de que pierda pero si era para darle fin a esto arriesgaría todo para ganar.

Y mientras en una habitación de un hotel en la ciudad ellos dos iban atener un enfrentamiento a las afueras de la capital, Hyunjin tenía al frente a un gran hombre alto y bronceado.

- Esto es personal - habló Hyunjin acercándose al hombre que estaba intrigado en saber cómo fue que escapó - acércate cabron, ven y golpearme como lo hiciste con él.

Hyunjin sabía que era desleal atacar por la espalda o llevar esos utensilios extras para agredir, pero él no le era fiel a nadie más que no sea Seungmin.

Con sus anillos de plata en forma de calaberas y serpientes dió el primer golpe en la quijada al hombre quien se tambaleó sorprendido.

Empezaría la pelea por poder y por vengar el amor...

No Conoces La Maldad || HYUNMIN||Where stories live. Discover now