Puro Placer©✔️(+18) #3

19.- Princesa

—¡Aren! —grito desde la habitación.

Aren llega y me ve de pie en medio de la habitación. se queda mirando mi rostro y entonces se percate que algo no va bien.

—Cariño, ¿qué sucede?

—Creo que el bebé ya viene. —murmuro con voz temblorosa mirando el líquido en el suelo.

—¡¿Nuestra hija nacerá hoy?!

—Eso parece—respondo mientras comienzo a sentir un leve dolor en la parte baja de mi espalda—. Creo que mejor vas por el médico y Orla.

—No voy a dejarte sola.

—Llama a Lena, además no es como si fueras a demorar mucho. —estiro mi mano hacia el y toma la mía y me ayuda a sentarme en el borde de la cama.

—Iré por todos. —y desaparece.

—Tienes prisa por conocernos cariño. —murmuro acariciando mi vientre y entonces una fuerte oleada de dolor me golpea.

—¡Lizy! Lena llega a mi lado y me sostiene por la mano.

—¡Va a nacer ya! —el dolor es intenso y grito sin poderlo contener.

Aren reaparece en ese instante con el doctor y Orla.

—No esperábamos que naciera hoy, aún le faltan unos días—comenta Orla preocupada—. Y no sabemos cómo es su desarrollo.

—¡NO! —grito de dolor cuando Aren me pone de pie.

—Mejor no la muevan, haremos el parto aquí mismo.

—¿Necesita algo más? —pregunta Aren ahora preocupado.

—Una incubadora, solo en caso necesario, pero hay que traerla con sumo cuidado, no puedes moverla a nuestra velocidad o puede dañarse.

—Tendré cuidado. Lena, encárgate de ella. —le pide y ella llega junto a mí y me sostiene.

Vuelvo a gritar de dolor cuando Aren se marcha.

—Prepararé todo en un instante.

El doctor se mueve a toda velocidad por la habitación y en unos segundos todo está preparado como si fuese un salón de operaciones. Todo estéril y de color azul claro. Otro dolor comienza a incrementarse y grito una vez más.

—¡AHHH! —grito y las luces parpadean.

—Ayúdenla a cambiarse. —pide el doctor tendiéndole una bata a Lena.

Lena me coloca la bata a toda velocidad sin siquiera yo percatarme.

—Vamos a acostarte, necesito que te concentres en mi. —me pide Orla tomándome por las manos.

Me acuesto en la cama con las piernas abiertas mientras Lena me sostiene por un brazo y Orla por el otro. Otra punzada de dolor me atraviesa y grito otra vez. Esta vez los cristales de las ventanas explotan y el aire a nuestro alrededor comienza a soplar con fuerza.

—¡Orla! ¡Debemos controlarla o destruirá todo! —escucho a Lena gritar.

—Lizy, mírame—giro mi rostro hacia el suyo—. No apartes tu mirada de la mía—miro sus ojos dorados que relucen por un instante—. Sigue mi respiración, cuando sientas dolor, presiona nuestras manos.

Hago todo lo que me dice y el aire comienza a calmarse al igual que mi respiración.

—Aún te falta un poco, debes controlar tu respiración hasta que estés lista.

—¡No creo que aguante mucho dolor! —Orla comenta sin apartar su mirada de mi.

Las oleadas de dolor llegan con más frecuencia, apenas y me da tiempo a recuperarme de una cuando otra comienza. Fijo mi mirada en el ventanal esperando a Aren. Lo necesito a mi lado.