Puro Placer©✔️(+18) #3

11.- Caos

Tras cruzar aparezco a las afueras del palacio. Puedo ver como todos corren desesperados huyendo del ataque. Los guardias se enfrentan a los lobos, pero son meramente humanos ante ellos y muerden o arañan a todo el que encuentran a su paso. Y en cuanto lo hacen puedo ver las consecuencias de lo que he preparado. Los vampiros comienzan a gritar mientras las venas negras los cubren por completo en cuestión de segundos y después se congelan en el lugar. Se transforman en un monolito de carbón antes de deshacerse en un montón de cenizas en el suelo. Puedo ver a mi alrededor las cenizas comenzar a esparcirse con el aire y esto solo hace que me indigne. No puedo permitir que destruyan todo por lo que mi esposo a luchado. Que destruyan nuestro hogar. Sí, porque este también es mi hogar. He creado aquí mis recuerdos y vivencias y no quiero que desaparezcan.

Siento como la ira me inunda. Puedo sentir una poderosa energía fluir desde el suelo hacia mi cuerpo. Las voces en mi cabeza no se han calmado. Gritan e intentan controlarme y evitar que cometa una locura. Pero ya es demasiado tarde para eso. Observo a los lobos saltar de un vampiro a otro y grito.

—¡SUFICIENTE! —todos se detienen y prestan atención a mi voz.

Se miran, gruñen y aúllan antes de avanzar enfurecidos contra mí. Observo como si fuera en cámara lenta como la manada de lobos corre en mi dirección. los miro fijamente a todos. Son cinco y en cuanto están a dos metros de mi muevo una mano y todos caen al suelo con el cuello roto. Y una vez muertos, toman su forma humana una vez más.

«Veamos ahora donde está el resto.»

Cierro los ojos por un instante y al abrirlos puedo ver el rastro de diferentes colores. Siluetas luminosas que se esparcen por el palacio. Comienzo mi búsqueda y a medida que encuentro uno, los voy eliminando. Son alrededor de veinte, pero con la formula que les he preparado serán invencibles contra los vampiros indefensos.

Solo me queda un rastro y este me conduce hacia el jardín exterior. Y allí está, el ultimo lobo; es de pelaje gris y negro. Y también puedo ver a Lena que intenta escapar, pero este se lo impide.

—¡Métete con alguien con poderes! ¡COBARDE! —le grito y el lobo se gira hacia mí y me gruñe mientras Lena sale huyendo.

El lobo arremete contra mí. Muevo mi mano en el aire cuando se acerca, pero a diferencia del resto, a este no le sucede nada. Intento esquivar su ataque, pero una de sus zarpas termina en uno de mis brazos. Vuelve a cargar en mi dirección e intento con otro hechizo, pero tampoco funciona y escapo de su ataque por poco.

—"Me he quedado sin poderes."

—"No. ¿Ves el collar que lleva en el cuello?

Enfoco mi vista en el lobo que me observa desde la distancia planeando su próximo ataque. Bajo el pelaje se oculta un collar del mismo color lo cual lo hace pasar desapercibido.

—"Mientras lo lleve puesto, tu magia no le afectará."

—"¿Por qué el resto no llevaba? —tengo mucha curiosidad.

—"Porque es único."

—"¡Debes quitárselo!"

«¿Y como le hago para quitarle un collar a un lobo?

El lobo corre otra vez hacia mi y yo observo a mi alrededor. Hay árboles, estatuas y enormes rocas. Creo que la única forma es usarlos para atacarlo. Muevo mis manos hacia un árbol mientras murmuro las palabras en mi mente. Arranco el árbol de raíz y lo lanzo contra el lobo, unos segundos antes de que llegue donde estoy, golpeándolo y lanzándolo lejos. Me concentro ahora en una estatua que elevo en el aire esperando el próximo ataque del lobo. Pero este no está a la vista. Miro en la dirección que lo he lanzado, pero no lo veo.