1.- Hidromiel 2

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Abro los ojos muy despacio mientras sonrío como idiota. La noche anterior ha sido una de las mejores de mi vida. Me giro hacia el lado buscándolo, pero solo encuentro el lugar vacío. Frunzo el ceño mientras me incorporo. Esto es inusual y muy extraño. Supuse que aún estaría durmiendo después de beber de mí. Pero entonces recuerdo que no se emborrachó.

Me levanto de la cama mientras reviso mi cuerpo. Las marcas no están y a diferencia de cuando era humana, no me siento decaída. Siento una energía renovadora y revitalizante.

—¡Aren! —lo llamo, pero él no responde.

Extraño.

Bajo hacia el piso inferior buscándolo. Llego a la cocina y lo único que encuentro son dos botellas de hidromiel vacías y las dos copas de la noche anterior. Me asomo por la puerta. Afuera el sol está bien alto así que debe ser mediodía. Vuelvo a entrar. Quizás hubo una emergencia en el palacio. O quizás está investigando el prado secreto que ni el mismo conocía. Me encamino hacia el baño, muero por probar la enorme tina, si es que le puedo llamar así.

En cuanto entro al baño mi mirada se dirige hacia el estanque cristalino, y no para admirar el agua. Allí está él, sentado en uno de los escalones como si fuera una estatua. No se mueve y ni siquiera parpadea. ¿Qué le sucede? Me acerco hacia allí y coloco una mano en su hombro. Aren se sobresalta ante mi contacto y después se relaja cuando me ve.

—Me has asustado.

—¿Yo a ti? ¿Acaso no me escuchaste venir? —inquiero frunciendo el ceño mientras entro al agua y me siento a su lado.

—No, lo siento, es que estaba distraído.

—¡Distraído! ¿Tampoco me escuchaste cuando te llamé?

—¿Cuándo me llamaste?

—Hace unos minutos. ¿Me cuentas que te sucede?

—No me hagas caso, no me siento yo mismo esta mañana.

—¡Mañana! Pero si es más de mediodía. —murmuro impactada.

—No me he percatado, ya sabes, el tiempo transcurre diferente para un ser inmortal.

Me giro hacia él y enredo mis manos en sus hombros.

—Sé como hacer que vuelvas a ser tú mismo. —susurro en su oído.

Sus manos van hacia mi cintura y en un segundo estoy sentada sobre. Enredo mis piernas en su cintura mientras Aren se levanta cargándome y camina dentro del estanque hacia la pared más alejada. A medida que camina conmigo, puedo sentir como su miembro comienza a despertar. A medida que aumenta su tamaño, comienza a presionar justo en mi entrada. Dejo escapar un gemido. Cuando llegamos al final se detiene a unos metros de la pared.

—Anoche, como pudiste comprobar, todo fue diferente, no tuve que controlar mi fuerza contigo.

—Sí, me percaté de eso. —murmuro con sus labios pegados a los míos.

El sexo duro no es lo mío. Siempre me lo he repetido una y otra vez. La noche anterior, tuve un vistazo de lo que puede llegar a ser algo en extremo placentero. No creo que Aren haya sido muy rudo anoche, más bien fue intenso.

—Y también imagino que puedes llegar a la conclusión del tipo de sexo que me gusta.

—¿Rudo y salvaje? —pregunto, aunque sé la respuesta.

—En todos mis años como vampiro, he tenido relaciones con las diferentes especies que habitan este reino.

—¿Por qué me cuentas esto? No necesito saber con cuantas personas has tenido sexo.

Puro Placer©✔️(+18) #3Where stories live. Discover now